El canje de deuda local trae una importante novedad para el Gobierno. Más allá del alto nivel de aceptación que tendría la renegociación, uno de los datos más relevantes es que el Central participará con bonos dolarizados que mantiene en cartera pero que hasta ahora no tenían liquidez. A cambio recibirá dos nuevos títulos que sí podría utilizar para intervenir en el mercado, lo que le dará un elevado poder de fuego para controlar el precio del dólar financiero.
Los títulos que posee el BCRA tienen un valor nominal de USD 14.000 millones, pero con la quita que propone el canje recibirá nuevos bonos con un valor de mercado que de entrada se ubicará en alrededor de USD 8.000 millones.
El detalle es que estos papeles tendrán liquidez y llegado el caso podrían ser vendidos en el mercado. Se trata de una intervención habitual por parte del cualquier banco central del mundo, a través de operaciones conocidas como “mercado abierto”.
Si el Banco Central vende los bonos en dólares a cambio de pesos, estará absorbiendo liquidez del mercado, bajando la presión sobre el “contado con liquidación”.
Hasta ahora el BCRA tenía posibilidades muy acotadas de hacerlo ya que no poseían bonos líquidos, pero a partir de ahora cambia todo. La entidad que preside Miguel Pesce recibirá básicamente dos títulos: el Bonar 2030 y el 2036, reservado para los inversores que ingresan al canje con los bonos más cortos. Se estima que el primero será el más utilizado justamente para realizar operaciones “dólar MEP” y también “contado con liquidación”, es decir la operatoria de dolarizarse a través del mercado de capitales.
Según informó a través de un comunicado, el Directorio del Banco Central de la República Argentina oficializó el ingreso de los bonos en poder de la entidad al canje de deuda con legislación local, “según el llamado realizado por el Ministerio de Economía mediante el anuncio realizado el 18 de agosto de 2020, con la totalidad de las especies elegibles en cartera de esta institución por nuevos bonos en dólares estadounidenses.”
Asimismo, las máximas autoridades del Central también analizaron la posibilidad de incorporar los bonos en dólares a las reservas, que de esta forma hubieran subido a cerca de USD 50.000 millones. Sin embargo, no está claro si el FMI –que audita el nivel de reservas y su formas de contabilización- lo hubiera aceptado.
En el BCRA se ilusionan con el poder de fuego para contener al dólar que puedan dar los bonos. Hay que pensar que con bonos por 1.000 millones de dólares se puede absorber 130.000 millones de pesos, estiman.
En definitiva, el BCRA tendrá dos alternativas principales si quisiera intervenir con los nuevos bonos dolarizados. Son las siguientes:
- Vender una parte de esa tenencia directamente en dólares. Esas divisas automáticamente serían incorporadas a las reservas del Banco Central y se podrían usar para abastecer al mercado, evitando un salto del tipo de cambio oficial.
- La otra opción es vender los bonos, pero contra pesos. En ese caso, estará absorbiendo liquidez del mercado, bajando la presión sobre el “contado con liquidación”. A diferencia de las ventas de bonos por parte de Anses, cuando el Central interviene implica que automáticamente se absorben esos pesos sin generar déficit cuasifiscal por la colocación de Leliq.
Claro que nada de esto es “gratuito”. Si esas ventas del BCRA se vuelven masivas, la consecuencia es que caerán las paridades de los bonos y por ende subirá el rendimiento de los títulos argentinos. La suba del riesgo país por este motivo después del canje de deuda sería claramente algo indeseado. Por eso, la eventual intervención debe manejarse con extremo cuidado.
“El poder de fuego para contener al dólar es muy fuerte. Hay que pensar que con bonos por 1.000 millones de dólares podemos absorber 130.000 millones de pesos”, se entusiasmaban ayer en la autoridad monetaria.
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