Por la incertidumbre sobre la fecha de reapertura de los vuelos regulares internacionales, la aerolínea Air Europa —que conecta Madrid con varias ciudades de América— reemplazó a operación prevista con un vuelo especial semanal todos los domingos de septiembre desde Buenos Aires a Madrid. Diego García, director general de Air Europa para América, confirmó que la empresa seguirá operando en la Argentina con vuelos regulares en la pospandemia, pero pidió al Gobierno certezas sobre las fechas de reapertura.
—¿Cómo tomaron la demora en la reapertura de los vuelos que se esperaba para septiembre?
—Por un lado, veo como positivo que el Gobierno está colaborando con los vuelos especiales. Eso le permite poner a punto los protocolos con un número reducido de vuelos. Pero por otro lado, todas las aerolíneas necesitamos previsibilidad para entender cuándo se van a reabrir los vuelos regulares. Tenemos una programación muy light ahora, con un vuelo semanal a Madrid, para poder dar respuesta a los que ya habían comprado sus pasajes. Personas con la documentación necesaria y que tienen que viajar por tratamientos médicos, repatriaciones, expatriados que van a visitar a sus familias o tienen estudios previstos en universidades, hay muchas necesidades. Toda esa demanda, obviamente, cumple con los requisitos migratorios y sanitarios.
Todas las aerolíneas necesitamos previsibilidad para entender cuándo se van a reabrir los vuelos regulares
—¿Qué programación tenían prevista para estos meses?
—Previo a la pandemia, teníamos 13 vuelos semanales, 7 vuelos a Buenos Aires y 6 a Córdoba, además de dos vuelos a Iguazú en la temporada alta europea. Con respecto a la pospandemia, queríamos empezar con tres vuelos a Buenos Aires y tres vuelos a Córdoba para arrancar en septiembre. Entendemos que la decisión de postergar el reinicio de los vuelos no es solo de Transporte, hay un DNU del presidente y el Ministerio de Salud tiene un rol con mucha preponderancia. Cuando se puedan abrir las fronteras vamos a poder trabajar en firme y dar certezas a los pasajeros. No solo a los argentinos que quieren viajar a Europa, sino a los europeos que quieren visitar Argentina.
—¿Cómo viene la demanda de vuelos desde Buenos Aires hacia Europa?
—En los vuelos largos, las decisiones de viaje de un pasajeros se toman con mucho tiempo. Ahora hay una abstinencia, pero creemos que la demanda va a crecer en forma gradual. En nuestras rutas donde hay vuelos, la demanda fue abultada al principio, luego una meseta y después la normalidad. Volver a esa normalidad puede llevar de tres a seis meses, pero no es volver a los niveles de 2019, si no a una nueva normalidad. Pedimos la certezas de las aperturas para poder trabajar esos vuelos.
—Varias líneas aéreas internacionales decidieron abandonar el mercado argentino, ¿analizaron una decisión similar?
—La misión de Air Europa es conectar Europa con América vía Madrid. La Argentina está siempre entre el top 3 de destinos de las rutas. Para nosotros es un destino muy importante nunca pensamos en dejar de volar. Pero pedimos que haya certezas con las fechas de las aperturas. Hay una demanda que está insatisfecha, cuando más nos demoremos en arrancar, se va a tardar mucho más en recuperar esa ruta.
La Argentina está siempre entre el top 3 de destinos de las rutas. Para nosotros es un destino muy importante nunca pensamos en dejar de volar
—¿A qué destinos de la región ya están volando con un cronograma regular?
—Ya estamos con rutas a Montevideo, San Pablo, Guayaquil y Quito, Santo Domingo, Miami y Nueva York, cada una con sus particularidades y restricciones. Son mercados que se van a recuperar antes. Cuanto antes digamos que vuelven los vuelos, la gente va a empezar a programarlos. Puede ser octubre, noviembre o diciembre, pero digamos una fecha para poder volver a una nueva normalidad. El objetivo de los vuelos especiales de septiembre es darle prioridad al que ya había comprado y cumple con las condiciones para viajar. En Latinoamérica hay muchos pasajeros con doble ciudadanía. Toda esa gente necesita movilidad.
—¿Qué puede pasar en el verano?
—El Gobierno dice que va a haber temporada y, si comienza el 10 de diciembre, podemos sumar turistas internacionales. Si es necesario se pueden exigir los PCR (test para detectar el Covid-19). Uruguay lo tiene y también Italia, donde exigen PCR negativo 72 horas antes del vuelo. Son protocolos que van a ir mutando, pero se están haciendo.
—¿Cómo evoluciona la demanda en las rutas que ya están activas?
La demanda en otros países va despacio. Va a llevar un tiempo. En algunas rutas arrancamos con un vuelo semanal, luego dos y ahora tres. Cuanto más demorás, más tardás en recuperar el mercado. Hoy hacia Europa los únicos pasajeros de Latinoamérica que pueden ingresar sin restricciones son los de Uruguay. Para recuperar el tráfico necesitamos la apertura de fronteras y la apertura migratoria.
—¿Qué condiciones se deberían dar ahora para una reactivación?
—La confianza es lo que va a reactivar la industria. Todos los protocolos están listos para garantizar la seguridad a los viajeros. También va a haber muchas promociones con tarifas económicas y flexibilidad para el cambio. Los viajeros están comprando con mucha antelación. Antes, la anticipación era de 90 días, ahora hay compras de vuelos para dentro de 120 a 180 días. Se consiguen precios de vuelos directos a Europa por USD 699. Hace tiempo que no teníamos una tarifa tan baja.
—¿Cómo afectó a la compañía la crisis global del sector por la pandemia?
—Nosotros no somos ajenos. Somos una compañía liviana, de menos de 4.000 empleados y 63 aviones, pero no escapamos a la situación del sector. Vivimos de los ingresos por pasajeros transportados y la situación financiera afectada por las venta a futuro, un combo letal para todas las aerolíneas. Estamos trabajando con los gobiernos para subsistir. En nuestro caso, con el Gobierno español, obtuvimos un crédito de rescate por 140 millones de euros y otro que se está por cerrar por 400 millones de euros. Y aplicamos un programa de suspensiones temporarias de empleo, donde el Estado paga el 50% del salario. Por eso es muy importante la certeza de cuándo comienzan los vuelos. por la negociación con los sindicatos para tener el personal disponible. Si me avisan que los vuelos pueden salir mañana, no me da tiempo a organizarlo. No se saca un avión y al otro día está listo para volar.
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