A un ritmo frenético avanza el canje de deuda local y se espera una elevada adhesión de los inversores. Para que no haya especulación hasta último momento, el ministerio de Economía incluyó una cláusula de adhesión temprana con un beneficio bien concreto: quienes entren hasta el 2 de septiembre cobrarán los intereses corridos desde el 10 de abril hasta el 4 de septiembre. Eso significa entre 1,5 y 2 dólares adicionales respecto a quienes ingresen después de esa fecha y hasta el 15 de septiembre, que no recibirán esta compensación.
La fecha del 10 de abril está relacionada con el día en que la Argentina defaulteó la deuda bajo ley local, al no pagar un vencimiento del Bonar 2020. Sin embargo, los intereses vencidos (o “PDI” en la jerga financiera) sólo se pagarán para los que ingresen esta primera etapa del canje. Lo mismo sucedió con la reestructuración internacional, que también dividió en dos etapas la participación.
El título al 2029 que se cobrará por esos intereses corridos desde el 10 de abril tendrá una tasa de interés del 1% anual. El primer cupón se cobra el 7 de septiembre de 2021.
El apuro por ingresar al canje que se dio en estos últimos días también trajo complicaciones para aquellos que estaban en el medio de la operatoria de “dólar Bolsa”. Como estas transacciones exigen un estacionamiento (o “parking”) de cinco días, muchos inversores tuvieron que aceptar pérdidas en los últimos días ante la caída en la cotización de los títulos, ya que cayó abruptamente la demanda ante la proximidad del cierre del canje.
También en las últimas horas hubo algunos que aprovecharon la caída de los precios para comprar a un rendimiento superior a 14% anual en dólares en el caso del Bonar 24.
Leo Chialva, director de Delphos Investment, aseguró que “no hay que mirar los precios de estos últimos días porque están muy influídos por el ingreso al canje. Pensamos que los nuevos bonos que se emitan como ley local cotizarán a una tasa de entre el 11% y 11,5% anual en dólares”.
Como los bonos locales no tienen Cláusula de Acción Colectiva, quienes no entren en la renegociación se quedarán definitivamente fuera del canje, con bonos ilíquidos y con escasas posibilidades de litigar exitosamente ante tribunales locales
Sólo los bonos más cortos, como el Bonar 2020 y el 2024, tienen la opción de optar por alternativas en dólares pero también en pesos, a través del Boncer 2026 y 2028. La realidad es que la mayoría de los inversores opta por la opción en dólares, pero algunos más sofisticados hacen un mix entre títulos en moneda dura y en moneda local. ¿En qué caso convendría elegir un bono en pesos? Básicamente si se produce una apreciación del tipo de cambio a lo largo del tiempo. En ese caso convendría porque la rentabilidad en pesos superaría a la de los bonos en dólares.
A diferencia de los bonos internacionales, los títulos locales no fueron emitidos con Cláusula de Acción Colectiva (CAC). Esto significa que quienes no entren en la operación ahora o en la segunda fase que vence el 15 de septiembre se quedarán afuera de la transacción. Esto significa que quedarán como “holdouts”, con papeles sumamente ilíquidos y con escasas posibilidades de litigar exitosamente ante tribunales locales.
La expectativa del ministro de Economía, Martín Guzmán, es lograr una alta adhesión al canje y despejar el horizonte de vencimientos en los próximos años. Esto junto al inicio de las negociaciones con el FMI deberían, al menos según la esperanza que tienen en el equipo económico, mejorar la confianza de los inversores y hacer caer el tipo de cambio del “contado con liquidación” y también del mercado informal. Pero recién a partir de la semana próxima se sabrá si se produce una respuesta favorable de los mercados, algo que a lo largo de agosto nunca sucedió.
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