Los analistas del mercado local prevén que los bonos argentinos tendrán un escaso recorrido al alza luego del cierre del canje de la deuda bajo ley extranjera, que, según los bancos asesores, tendrá una aceptación mayor al 90 por ciento.
Para que haya una corriente de compras, aclararon, el Gobierno debe dar certezas de mediano plazo en materia fiscal y de recuperación económica.
El Bank of America y el HSBC creen que no hay dudas de que el resultado final se acercará al acumulado entre las operaciones de 2005 y 2010, cuando se logró una aceptación de casi el 93 por ciento. La diferencia es que, si ahora se alcanzara ese porcentaje, se activarían las cláusulas de acción colectiva (CACs) y los mecanismos de reasignación, por lo que el poder de daño de los potenciales holdouts quedaría, a priori, sumamente limitado.
Tanto los asesores financieros como los funcionarios del equipo económico creen que se podrán activar las CACs, mientras que en los comités de bonistas trabajan para que ingresen, como se acordó con el Palacio de Hacienda, todos los fondos de inversión de los tres grupos extranjeros hasta el viernes de esta semana.
Desde uno de los comités, afirmaron que cumplirán con su compromiso -de hecho, por la participación de los fondos cobrarán su comisión- pero aclararon que no hay ánimo para mantener los bonos argentinos en las carteras ya que el ánimo hacia la política económica local es negativo.
Sin avances sobre drivers positivos como un programa económico de estabilización y un nuevo acuerdo con el FMI, es complejo vislumbrar una recuperación sostenida (Nery Persichini)
“Por las condiciones internacionales y los nuevos comparables con calificación “B-”, como Nigeria o Pakistán, estaría todo dado para que la exit yield se acerque al 10% y comprima más de 200 puntos básicos respecto de las tasas implícitas de los bonos hoy. Sin embargo, probablemente el mercado castigue a Argentina con un spread mayor debido a la vulnerabilidad de la macro y el riesgo institucional que todavía sigue pesando”, sostuvo Nery Persichini, jefe de estrategia de GMA.
Además, detalló, “la posición técnica no es favorable, es decir, habría más vendedores que compradores de títulos nacionales en una primera instancia. Sin avances sobre drivers positivos como un programa económico de estabilización y un nuevo acuerdo con el FMI, es complejo vislumbrar una recuperación sostenida”.
Joaquín Bagues de Portfolio dijo que “el upside en renta fija se logra a través de una mejora de la calidad crediticia del activo. En el caso de Argentina, se lograría al trazar un sendero fiscal consistente de sus posibilidades, independiente de los movimientos técnicos del mercado”.
“Hasta el momento, no hay argumento para poder visualizar una consolidación fiscal, sino por el contrario un deterioro de sus números”, expresó.
Por su parte, Gabriel Caamaño de Ecoledesma sostuvo que “todo dependen de lo que haga el Gobierno; esto es dinámico”.
“En moneda dura si siguen haciendo lo mismo, podes lateralizar o seguir cayendo. En tanto, que de haber suba producto de factores externo-positivos, sería acotada. El mercado está preocupado por cómo el gobierno está encarando los desafíos posteriores a la pandemia, en vez de dar certidumbre por el lado fiscal y ganar en consistencia monetaria”, aclaró
Luego del acuerdo con los bonistas, “hubo amagues de mayor gasto, aumentar presión impositiva, endurecer controles cambiarios, sumar más precios regulados y seguir con una tasa de política monetaria que no cierra. Eso el mercado ya lo vivió. El temor es que repitamos la película, pero con desequilibrios mucho más grandes y un contexto externo menos propicio”, explicó Caamaño.
Por estas razones, “priman las decisiones defensivas; se toman ganancias y buscan cobertura contra sorpresa cambiaria e inflacionaria”.
“La chance de noticias positivas, que tendrían que producirse, es con el presupuesto, la negociación con el FMI”, indicó.
En tanto, José Bano de Invertir Online dijo que “hay mucha gente esperando el canje para desarmar sus posiciones, porque compró hace varios años a un precio alto, así que de entrada puede haber una fuerza vendedora después de que se acrediten los nuevos bonos el 7 de septiembre”.
En el mediano plazo, expresó, “el riesgo país está en estos niveles porque todavía no entraron a cotizar los nuevos y si efectivamente se lograra una buena adhesión en el canje, el riesgo país debería estar en unos 1200 puntos. De todos modos, cualquier nivel por arriba de 1000 puntos te deja afuera del mercado”.
Un trader señaló que en bonos no se ve espacio, pero en las acciones se puede esperar un rebote. El Merval valía 460 dólares el día del anuncio del canje y hoy, tres semanas después, vale 345 dólares.
Más adelante, habrá que ver qué medidas adopta el Gobierno para reducir el déficit fiscal y reactivar la economía, aclaró, el riesgo país podría romper ese techo y “ubicarse en torno de los 800 puntos básicos, si la situación tiende a normalizarse”.
En off the record, un trader local coincidió en que el mercado de bonos está “vendedor en el corto plazo, ya que hubo medidas totalmente desalentadoras para el capital privado y la inversión. Totalmente al contrario de lo que se necesitaba; es inentendible”.
“En bonos no se ve espacio, pero en las acciones se puede esperar un rebote. El Merval valía 460 dólares el día del anuncio del canje y hoy, tres semanas después, ¡vale 345 dólares!”, se lamentó.
Riesgos a la baja
Otros dos colegas que también hablaron en off indicaron que, en el corto plazo, hay más riesgos a la baja que posibilidades de ver una recuperación del precio de los bonos. “La novedad de las últimas semanas es que hay muchas más dudas que antes sobre el rumbo económico del Gobierno”, afirmó un experimentado analista del mercado argentino.
“Y si el Banco Central opta por vender sus bonos para bajar el contado con liqui como piensan algunos funcionarios, entonces hay que olvidarse del mercado de bonos porque la tasa de descuento se va a ir arriba de los 20 puntos”, advirtió.
Desde otra firma internacional agregaron que “el trading de la Argentina está muy lento y lo poco que se hace es venta de posiciones en bonos corporativos”.
“No hay un factor que pueda desencadenar compras. El humor es bastante negativo”, se lamentó la fuente, algo cansada de los vaivenes oficiales en materia económica.
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