En el medio de la pandemia —y con una actividad limitada de los escribanos— el mercado inmobiliario en la ciudad de Buenos Aires continúa con un escaso número de operaciones de venta de inmuebles. Durante el mes de julio se registraron 573 escrituras, según los datos del Colegio de Escribanos porteño.
Esta cifra representa una caída de 82% con respecto al mismo mes del año anterior. Pero, además, consolida una caída interanual en las operaciones de 26 meses consecutivos. También una baja del 41,9% en el monto en pesos de las operaciones.
“Si claramente el 2019 había sido el peor indicador desde que llevamos registros, este año será muchísimo peor. En el afán de encontrar soluciones nos estamos reuniendo con entidades afines al sector inmobiliario y hemos acercado propuestas al Gobierno local y nacional en cuanto a promociones o regímenes especiales, la posibilidad de algún blanqueo y otras soluciones impositivas”, señaló Carlos Allende, presidente del Colegio de Escribanos.
En la comparación con junio de 2020, la cantidad de operaciones tuvo una baja de 59,2%, ya que el mes anterior se habían firmado 1.405 escrituras. Pero durante julio los escribanos no estuvieron habilitados para trabajar por algunas semanas, durante la vuelta a una fase más estricta de la cuarentena.
Durante julio, el monto promedio de las operaciones fue de algo más de $19 millones (unos USD 280.000 de acuerdo al tipo de cambio oficial). En este período, hubo apenas 32 escrituras formalizadas con hipotecas bancarias, con una caída de 86,4% con respecto al mismo mes del año anterior.
Si claramente el 2019 había sido el peor indicador desde que llevamos registros, este año será muchísimo peor
En la provincia de Buenos Aires, en tanto, durante el pasado mes de julio se realizaron 4.260 compraventas, de acuerdo con las estadísticas que elabora mensualmente el Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires. Esto representó una caída interanual del 37,1%, ya que en julio de 2019 se habían contabilizado 6.771 escrituras.
A su vez, los montos totales mostraron una variación negativa del 22,1 % con respecto a julio del año anterior ($12,6 millones en 2020 y $16,2 millones en 2019). El valor del acto de compraventa promedio tuvo un alza interanual del 23,8 % ($2,9 millones en julio de 2020 y $2,4 en julio de 2019).
En una reunión realizada a comienzos de agosto, representantes del sector inmobiliario se reunieron por teleconferencia con funcionarios del Gobierno —encabezados por el Ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas— y llevaron propuestas para reactivar la actividad. Entre ellas, un plan de Viviendas de Interés Social, libres de impuestos y con obligatoriedad de alquiler por ocho años, basado en el “modelo uruguayo”.
Una de las propuestas fue un modelo de construcción basado en el régimen de “viviendas promovidas”, con desgravación de impuestos para la construcción de propiedades para sectores medios y bajos, que se desarrolla en Uruguay desde 2017. La propuesta del sector, en el caso de la Argentina, es que haya una baja de impuestos para la construcción privada cuando el propietario se comprometa a alquilar la propiedad en los primeros ochos años, por ejemplo.
Los profesionales del sector inmobiliario también pidieron que se reimplementen los Certificados de Depósito para la Inversión (Cedin), porque consideran que permitirían reactivar el mercado en el corto plazo. Los Cedines nacieron en 2013, durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, como medio de pago para inversiones en el mercado inmobiliario o proyectos de construcción de viviendas. El certificado se obtenía a través de un blanqueo de capitales y quien lo recibía podía cambiarlo por dólares en el momento de la operación.
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