A pocos días de que vuelvan a vencer los “Precios máximos” –el programa que, en medio de la pandemia, hizo retrotraer los valores de los productos de consumo masivo a los del 6 de marzo–, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, recibirá esta tarde a los empresarios de la alimentación. El encuentro está previsto para las 18 y el objetivo de los industriales nucleados en la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal) es saber qué está pensando el Gobierno hacia adelante en materia de precios y, muy especialmente, reclamar un sendero de ajustes gradual.
La decisión oficial ya está tomada, y los empresarios tampoco imaginaban otra: la medida vence el lunes 31 de agosto y será nuevamente prorrogada, muy probablemente por otros 60 días, dijeron fuentes oficiales. Aunque desde la cartera productiva evitaron hacer declaraciones. Lo que el sector privado quiere lograr, en este contexto, es un nuevo aumento de precios que recomponga en parte los aumentos de costos que tuvo la industria en lo que va del año, que se estima entre 20% y 30%.
El pedido concreto de la Copal será un incremento del 25% promedio a otorgar en cuotas. En una carta que le envió la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) a Kulfas y a la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, fechada el 12 de agosto, el sector le planteó al Gobierno que la suba de costos para producir los aceites envasados subió 29% –entre la suba del aceite crudo de girasol, la paritaria aceitera, los costos logísticos y de los envases–, “muy distante al aumento otorgado del 4% en julio”.
“Semejante distorsión entre costos y precios hace que la industria se encuentre operando a pérdida, causando irreparables perjuicios económicos para cada una de las compañías que abastecen el mercado. Atento a ello y siendo conscientes del bajo impacto del aceite en la canasta básica de alimentos (1,2% en el rubro alimentos y bebidas) y en el Índice de Precios al Consumidor (menos del 0,56% en GBA), solicitamos tengan a bien considerar aumentos graduales del 7% mensual en los próximos 3 meses”, dice la carta.
La molestia de las empresas de consumo masivo es generalizada. Muchas grandes firmas aseguran que operan a pérdida y que, si bien hasta el momento no hubo problemas de desabastecimiento, la tentación de vender cada vez menos está latente. Y se lo manifestaron a Español en una de las últimas reuniones que tuvieron, en forma individual, dos meses atrás. En una importante firma láctea afirmaron a Infobae que venden el 80% de sus productos a pérdida y que el planteo al Gobierno es que “entre el aumento otorgado y hoy hubo paritaria de camioneros, de lecheros y aumento del gasoil”.
Kulfas les informará esta tarde a las empresas que los precios máximos serán extendidos nuevamente, pero que analizará dar un nuevo micro aumento, tal como lo hizo a mediados del mes pasado, y la previsión es que se replicará el esquema anterior, con subas de entre 2,5% y 4%. El Gobierno intentará evitar a toda costa que la inflación vuelva a acelerarse, por lo que irá digitando los aumentos de forma muy gradual y buscando, por otro lado, que el programa pueda cumplirse.
En varias empresas del rubro de la alimentación afirmaron que en los últimos días recibieron inspecciones por parte de la Secretaría de Comercio para corroborar que estén vendiendo a los precios acordados, que ya no son los del 6 de marzo sino que acumulan un 3% de aumento promedio concedido en julio para recomponer suba de costos. No es la primera vez que ocurre y suelen hacerlo antes del vencimiento del programa, aseguraron en el sector.
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