El día de más negocios en los mercados es el lunes. Este comienzo de semana se desentendió de esa regla y su volumen se redujo considerablemente por el pesimismo de los inversores. A pesar de la baja del dólar contado con liquidación y del “blue” o dólar libre, fue un día negativo. En particular porque se derrumbaron los bonos en dólares y esto puede significar que el canje de la deuda, por más exitosa que sea su aceptación, no ayude a evitar que el dólar se siga encumbrando.
El Banco Central, de hecho, siguió vendiendo reservas porque los exportadores estuvieron ausentes de la plaza. El monto de negocios en el mercado mayorista del dólar fue de apenas USD 169 millones y el Central vendió USD 20 millones a los importadores. La divisa avanzó 14 centavos a $ 73,73.
En bancos y casas de cambio, la suba del dólar fue de 15 centavos a $ 77,95. De esta manera, el dólar solidario incrementó su valor a $ 100,95.
Los dólares alternativos tuvieron un comportamiento dispar. El dólar Bolsa o MEP aumentó $ 0,81 (+0,6%) a $ 130,33, mientras el “contado con liqui”, como se lo conoce en la jerga, perdió una parte lo que había ganado el viernes al retroceder $ 2,05 y cerrar en $ 132,95, que lo ubica en el valor del jueves. La falta de bonos para hacer este tipo de operaciones incidió en el bajo monto de negocios. La mayoría de los títulos públicos con los que se hace esta operación fueron entregados para entrar al canje de la deuda.
El “blue” cedió $ 1 a $ 137, pero es un mercado tan chico que las oscilaciones no son representativas ni cuando sube ni cuando baja. Los que marcan el ritmo, son los dólares alternativos.
Las reservas, a todo esto, subieron USD 1 millón a USD 43.049 millones. La caída del oro en el mundo fue compensada por la suba del euro y esto ayudó a que las reservas se mantengan equilibradas.
El ánimo de los inversores no fue el mejor. La intervención en la regulación de la telefonía, los servicios de internet y cable, aumentó el deseo de cobertura. Ven que el Estado, como una estrategia diseñada, incrementa la intervención en el sector privado y eleva el nivel de confrontación con los opositores.
Tanto el presidente Alberto Fernández como el gobernador Axel Kicillof, eligieron el enemigo a atacar. El presidente optó por Mauricio Macri y el gobernador generalizó al inclinarse por el neoliberalismo.
“Cuando se elige un enemigo es porque algo no funciona bien en la economía. Los inversores grandes conocen esta estrategia. Hasta hace poco se hablaba de concertación y ahora de confrontación. El ruido espanta a los que tienen dinero y se van de los mercados a refugios más seguros como el dólar”, dijo un operador que tiene varios años en el mercado.
Por eso no extrañó que los títulos de la deuda externa que entraron en la negociación tuvieran bajas importantes que elevan la renta a 14%. En otras palabras, cotizan por debajo de 54% de la propuesta argentina a los acreedores y rinden cerca de ese nivel.
Los títulos en dólares bajo ley argentina tuvieron caídas que se sintieron. El Bonar 2020 y el 2024 cedieron más de 2,50%. El retroceso de los bonos que tienen legislación de Nueva York fue dispar. Mientras el Discount perdió 0,14%, el Par se derrumbó 4,17%.
En la Bolsa, la desilusión fue grande y se interrumpieron dos ruedas consecutivas de alzas. Esta vez el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, bajó 1,42% con un regular monto de negocios por $ 1.165 millones.
Las regulaciones a la telefonía, al cable y a Internet cobraron víctimas. CableVisión Holding, perdió 9,72%, mientras Telecom Argentina bajó 8,27%. Solo tres acciones subieron: Comercial del Plata (+3,85%), Aluar (+1,93%) e YPF (+0,07%).
Entre los ADR’s argentinos –certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- las bajas superaron a las alzas. IRSA (+4,08%) y Tenaris (+3,65%) fueron lo más destacado. Entre las bajas, los más afectados fueron Cresud (-6,76%) y Edenor (-5,39%).
Para hoy el clima no es el mejor. En el corto plazo la mirada de los inversores estará puesta en el viernes cuando se sepa el porcentaje de aceptación del canje de la deuda. Después vendrá la hora de la verdad. Cuando los nuevos bonos salgan al mercado ¿A cuánto cotizarán? Un precio bajo perjudicaría a los que entraron al canje y beneficiaría a los que estuvieron al margen del mercado de bonos porque podría adquirirlos a precios más baratos y obtener una renta mayor. Si se produce este efecto, quedaría en evidencia la desconfianza del mercado y le quitarían al Gobierno la esperanza de aliviar la presión sobre el dólar.
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