El Banco Central intenta “curarse en salud” y mantener bajo control la evolución de la cantidad de dinero en la economía. La emisión récord de pesos para hacer frente al aumento de gasto en la pandemia obligó a la entidad a acelerar las medidas de contención para que no se traslade a los precios, en especial al del dólar. En agosto se está viendo claramente esta preocupación por evitar desbordes.
Hasta el 20 de agosto, último día de información disponible, el BCRA había reducido la base monetaria en casi $160.000 millones. De esta manera, prácticamente redujo en un 60% de lo que había expandido en julio.
Actuar rápido es clave en primer lugar para que la cantidad de pesos no supere la demanda de la gente y las empresas. En caso contrario, ese desborde monetario podría generar más presión sobre el dólar y generar luego un impacto adicional sobre la inflación.
Este mes el BCRA ya colocó $179.000 millones y el stock ya supera los 1,6 billones de pesos. En el corto plazo se trata de la principal herramienta que tiene el Central para absorber pesos excedentes del mercado.
Este mes hubo presión sobre el dólar, con una suba del “blue” hasta niveles cercanos a $136, mientras que el “contado con liquidación” saltó a niveles de $130. Además, la inflación repuntó en el mes y se ubicaría por debajo del 2,5%.
¿Cuáles son las principales “anclas” que está utilizando el titular del Central, Miguel Pesce, para mantener la cantidad de pesos bajo control? Las tres son las siguientes:
- Venta de dólares: aunque se trata de una mala noticia porque pega en el nivel de reservas, al mismo tiempo cada vez que el BCRA vende un dólar retira pesos del mercado. Hasta el 20 de agosto, a partir de más de USD 700 millones vendidos consiguió retirar casi 57.000 millones de pesos.
El control de la cantidad de pesos es clave en estos momentos para reducir la presión sobre los tipos de cambio del mercado financiero. Pero a la larga lo que definirá una mayor estabilidad del dólar y de la inflación será el regreso de la confianza, hoy ausente
- Colocación de Leliq: la entidad volvió a darle fuerte a la colocación de títulos a tasa del 38% para controlar la cantidad de dinero. Este mes ya lleva colocados $ 179.000 millones y el stock ya supera los 1,6 billones de pesos. En el corto plazo se trata de la principal herramienta que tiene el Central para absorber pesos excedentes del mercado. El problema es que se genera una bola de nieve de déficit cuasifiscal, ya que el BCRA debe responder al pago millonario de intereses.
- Menos transferencia de pesos al Tesoro: este mes marcó un cambio de tendencia muy claro, ya que en lo que va del mes la transferencia de pesos fue de sólo $ 40.000 millones de adelantos transitorios y hasta ahora no hubo envío de utilidades. Esta cifra contrasta con los 220.000 millones girados en julio. Una de las especulaciones es que en realidad los giros de pesos en los meses anteriores ya prácticamente cubren buena parte de lo que será necesario para todo el año. Pero además los últimos números fiscales muestran una disminución del déficit. En julio fueron $155.000 millones contra $253.000 millones el mes anterior.
Con esta contracción de dinero que busca llevar adelante el BCRA la expectativa está puesta en reducir la presión sobre los tipos de cambio financieros, tanto el “blue” como el dólar “Bolsa”. Sin tantos pesos en la calle, habría menos “combustible” para presionar sobre el tipo de cambio. Pero se trata de un remedio de cortísimo plazo. En los próximos meses la clave estará dada por las medidas de un plan económico, el resultado del canje de deuda y lo más importante el regreso de la confianza.
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