Una de las referencias del mercado cambiario en tiempos de trabas a los movimientos con divisas, los dólares que se operan en la Bolsa, tendrán unas dos semanas de operación trastocada por el tramo final del canje de deuda. Más específicamente, los bonos soberanos que más se utilizan para la compra y venta de dólares, como el Bonar 2020 y el Bonar 2024, empezarán a ser entregados para su cambio por títulos nuevos en los próximos días. Los operadores esperan que el volumen operado en dólar MEP y dólar contado con liquidación se desplome, lo que obligará a tomar con pinzas a las cotizaciones hasta que se supere el canje.
“El 1° de septiembre debería ser la fecha en la que se deberían entregar los bonos que participan del proceso del canje, por lo que va a haber una semana en la que el mercado se va a quedar con menos vehículos para operar el MEP y el contado con liquidación. Y no debemos olvidarnos del parking de la operatoria, por lo tanto, aguardamos un contexto más complejo y enrarecido para estos días”, escribió Norberto Sosa de Invertir en Bolsa en un informe para sus clientes.
El dólar MEP y el dólar contado con liquidación son dos términos de la jerga del mercado con los que se denomina a operaciones para comprar y vender dólares a un tipo de cambio paralelo en el mercado de capitales. El MEP refiere a la versión local, son dólares con entrega en el país, mientras que el contado con liquidación se refiere a la versión internacional, divisas con entrega en el exterior.
Como hay títulos que tienen cotización tanto en pesos como en dólares, la diferencia entre el precio en moneda local y extranjera arroja un tipo de cambio implícito que la semana pasada llegó aun récord de $ 133 por unidad en la versión contado con liquidación.
Aunque para operar MEP o liqui se pueden utilizar distintos activos, como bonos y acciones, la mayor parte del volumen se concentra en un bono conocido como Bonar 2024. Se trata de un título en dólares regido por los tribunales argentinos que el martes 1° de septiembre deberá ser entregado al Gobierno por los bonistas que quieran adherir al canje de deuda local. Esa es la fecha límite para el primer período de aceptación fijado por el Ministerio de Economía. Es el período temprano y quienes accedan hasta esa fecha tendrán mejores condiciones, más precisamente el pago de intereses corridos desde el inicio de las negociaciones para la reestructuración de la deuda.
Los operadores esperan que una abrumadora mayoría de los tenedores de esos bonos adhieran al canje, con lo cual la mayor parte de esos bonos quedarán fuera de juego hasta al menos el 7 de septiembre, cuando los pasajes de dólares a pesos y de pesos a dólares empiece a normalizarse.
Y eso es porque además del canje pesarán en estos días las normas con las que el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores tratan de limitar las operaciones con dólares paralelos en la Bolsa.
Para la compra de un bono con pesos y su posterior reventa a cambio de dólares, los reguladores imponen una espera obligatoria de 5 días hábiles llamada parking que busca desincentivar ese mercado. Y, con la cercanía de la fecha límite para el canje más provechos más la expectativa de un importante nivel de adhesión, desde mañana pasa a ser prácticamente imposible operar MEP o liqui normalmente dado que el tiempo de espera forzado termina después de cerrado el período de aceptación temprana.
“Los bonos en dólares (en especial el AO20 y AY24) son mayormente utilizados para hacerse del dólar implícito, y dado que estos títulos van a estar asignados al canje y se intercambiarían por Boncer 2026 y 2028, se podría complicar la operatoria para dolarizar carteras, por la falta de profundidad y referencia en el mercado. Por lo que la participación en el canje podría quitarles liquidez, teniendo en cuenta el parking”. consignó Research for Traders.
En récords
El virtual feriado cambiario para las cotizaciones de dólar implícitas en bonos y acciones llega en momentos en que la brecha cambiaria genera preocupación.
El 1° de septiembre debería ser la fecha en la que se deberían entregar los bonos que participan del proceso del canje, por lo que va a haber una semana en la que el mercado se va a quedar con menos vehículos para operar el MEP y el contado con liquidación
“Se extiende la escalada que vienen registrando los dólares financieros, y así es que superan los $ 130 con una brecha superior al 80%. Ocurre que los operadores siguen atentos a eventuales medidas para frenar el drenaje en las reservas líquidas, al reconocer que no resulta sustentable, y además combinarse con la fuerte expansión monetaria para financiar el alto déficit fiscal”, escribió el economista Gustavo Ber en un informe para sus clientes.
“Los tipos de cambio implícitos terminaron la semana con precios al alza, registrando nuevos máximos históricos, en un contexto de preocupación por la pérdida de reservas del BCRA. De esta forma, el dólar contado con liquidación (implícito) subió en forma semanal 5,4% ($ 6,82) y cerró en $ 133,62, dejando un spread con la cotización mayorista de 81,9%. En tanto, el dólar MEP (o Bolsa) aumentó en la semana 4,7% ($ 5,84) y se ubicó en los $ 130,06, mostrando una brecha con la divisa que opera en el mercado único y libre de cambios de 76,8%”, consignó Research for Traders.
Sin embargo, no es claro cuál será el efecto que tendrá la reducción de volumen en los mercados de MEP y liqui sobre la cotización de esas referencias. Menos cantidad de operaciones, un mercado menos profundo, hace que los movimientos de las cotizaciones sea menos fluido o a los saltos. No es la suba o la baja lo que va a dominar en estas dos semanas, sino la falta de representatividad del precio.
La tendencia para los tipos de cambio paralelos, tanto los que se operan en la Bolsa como el blue, es alcista en tanto y en cuanto los operadores y ahorristas continúan tomando cobertura cambiaria. El aumento en la oferta de pesos que generó al Banco Central para ayudar a financiar al Tesoro todavía sustenta esas apuestas y la propia dinámica del mercado formal, donde cada mes es récord la cantidad de ahorristas que hacen uso de su cupo de USD 200 en los bancos, también retroalimenta al proceso.
En el ministerio de Economía, mientras tanto, aspiran a que el cierre del canje y un alto nivel de adhesión sean la inyección de confianza que, sin bajar a las cotizaciones paralelas, al menos logre empezar a estabilizarlas.
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