El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) a partir de la información de firmas de todo el país, registró en julio una caída de 13,6% respecto de igual mes de 2019.
Si bien fue el tercer mes consecutivo en que la producción tuvo mejoras respecto del mes anterior, debido al levantamiento de la cuarentena productiva en distintos puntos y sectores del país, en los primeros 7 meses del año la caída interanual (esto es, respecto de igual período de 2019) fue de 22,2%.
Las pyme industriales, señaló la entidad, siguen funcionando con un bajo nivel de uso de su capacidad instalada: 58,2%, mucho mejor que el 41,8% que habían promediado en abril, el primer mes completo y el más riguroso de la cuarentena iniciada en todo el país el 20 de marzo pasado, pero todavía por debajo del 66,3 % que habían alcanzado en febrero y también del 60,2% de diciembre de 2019, cuando asumió el actual gobierno.
Por primera vez en lo que va del año, eso sí, uno de los once sectores relevados tuvo una variación interanual positiva: fue del de Productos de Caucho y Plástico, que produjo 4,6% más que en julio de 2019.
Pero el relevamiento de julio también mostró un dato muy desalentador para las empresas con menos espalda para resistir la crisis: mientras aquellas con más de 50 empleados redujeron en promedio su producción un 7,5% interanual, en el caso de las firmas con menos de 50 empleados la caída fue de 14,2%. El gráfico de evolución histórica muestra que las pyme industriales registraron caídas en 30 de los últimos 31 meses, lo que hace aún más difícil la sobrevivencia de las firmas con escasos recursos crediticios y/o perspectivas sectoriales inciertas.
Por sector
Los sectores donde la caída de actividad (aunque atenuada respecto de los retrocesos previos) fue más fuerte fueron Calzado y Marroquinería (44,5%), Textil (34,2), Minerales no Metálicos (28,9) y Productos de Metal, Maquinaria y Equipo (22,4).
La crisis en Calzado y Marroquinería es tan profunda que algunas fábricas cerraron temporalmente, por la escasez de demanda y la reducción del alcance del programa ATP del gobierno, que paga “salarios compensatorios” a empleados registrados por hasta un máximo de dos salarios mínimos.
En el caso del sector textil influye mucho la cantidad de comercios que permanecen cerrados y los protocolos sanitarios, que al reducir el flujo de clientes transmiten ese menor ritmo de ventas a los pedidos a las fábricas.
La reducción fue menor en Material de Transporte (caída del 10% interanual) y se notó una mayor demanda de acoplados para transporte.
El relevamiento también detectó que en materia de rentabilidad, un 27% de las empresas registró pérdidas (lo que fue de todos modos una mejora respecto de junio). Un 32 % de las firmas dijo salir empatada entre costos e ingresos y 36% tuvo algún margen de ganancias. Un 5% no respondió esta parte de la encueta, que abarca 300 pymes industriales de todo el país
Aunque todavía las variaciones interanuales se mantienen para la absoluta mayoría de firmas del sector en territorio negativo, el tercer aumento consecutivo respecto de la actividad del mes precedente entonó algo los ánimos: sólo 11% de las empresas encuestados creen que la producción seguirá bajando y un 27% espera aumentos.
El IPIP abarca once sectores relevadas entre 300 pyme industriales. Los sectores de mayor incidencia son Alimentos (20,9%), Productos de Metal, Maquinaria y Equipo (18,3), Papel, Cartón, Edición e Impresión (9,5), Textil (9,4) y Productos de Caucho y Plástico (8,3) que explican en conjunto dos tercios de la actividad pyme manufacturera.
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