El vicepresidente del Banco Nación, Matías Tombolini, admitió que la comunicación de la postergación del pago de los saldos de tarjetas de crédito que se decidió en abril fue “poco clara” y que “cuando se refinanciaron los saldos en abril nunca se pensó que la cuarentena iba a durar 5 meses”. El economista se refirió así a las quejas de clientes bancarios que vieron costos superiores a los anunciados originalmente en los resúmenes de sus plásticos de agosto, cuando arrancó la primera de 9 cuotas en las que hay que devolver el saldo impago al inicio de la cuarentena.
A pesar de que la información oficial en abril indicó que las cuotas serían de $147 por cada $ 1.000 con una tasa del 43%, los resúmenes comenzaron a llegar con importes que superan largamente ese monto por causa de la aplicación de impuestos y otros costos, con tasas que calculadas como costo financiero total llegaban al 60% o 70%. Ante la diferencia, desde el Gobierno dijeron que la diferencia se debe a que en la tasa informada no se calculaban impuestos como el IVA.
“Por cada $ 1.000 que vos debías al vencimiento de mayo que operaba por los consumos en abril o en abril por marzo, lo que hicieron fue para aquellos que querían -en el Banco Nación más o menos de $ 6.000 millones que vencían con tarjeta, unos $ 3.000 millones se pasaron para adelante- te tomamos ese saldo de $ 1.000 y lo refinanciamos a un año. ¿Cómo se paga ese saldo? En 9 cuotas que empiezan a vencer 3 meses más adelante. Tenés 3 meses de gracia en capital e intereses, o sea, no pagás nada por 3 meses, y del mes 4 al mes 12 inclusive pagás capital e intereses en un sistema que se llama sistema francés”, explicó el funcionario en declaraciones a Radio La Red.
Deberíamos haber hecho una liquidación muy clara y separada de la deuda de abril
“En el sistema francés vos empezás pagando más intereses y menos capital y, luego, pagás más capital y más intereses. ¿Por qué explico esto? Porque el IVA el banco lo cobra sobre los intereses, por eso el monto final de la cuota varía de manera decreciente. Y decimos, la cuota uno por cada $ 1.000 es $ 153,93, va cayendo la cuota hasta que la 9 en el mes 12 es $ 147,36. Es decir, cuando vos sumás las 9 cuotas por $ 1.000 vos pagaste $ 1.357,02. Ni un peso más”, agregó.
Más allá de la defensa de los costos, Tombolini admitió defectos en la manera en que fue comunicada la iniciativa al inicio de la cuarentena.
“Hay que mirar el resumen, que la verdad que los bancos no lo hacemos fácil. Deberíamos haber hecho una liquidación muy clara y separada de la deuda de abril. Cuando vos arrastraste el saldo de abril con este mecanismo y, aparte, tenés mucha gente que en mayo y junio pagó el mínimo o una parte, o tenían seguro de vida que es voluntario sobre el saldo deudor y en agosto se te empezó a juntar todo, lo que tiene como mayor impacto del saldo completo que arrastraste desde mediados de abril. Entender con exactitud el resumen de la tarjeta de crédito no es una tarea sencilla. Y puede darse a interpretaciones equivocadas”, agregó.
Cuando se refinanciaron los saldos en abril nunca se pensó que la cuarentena iba a durar 5 meses. Eso fue un puente con un futuro que suponía que se reactivaba la economía más rápido. Y en muchos casos no se recompusieron los ingresos
“Cuando se refinanciaron los saldos en abril nunca se pensó que la cuarentena iba a durar 5 meses. Y por lo tanto eso que fue un puente entre un presente distópico, aquella vez, y un futuro que suponía que se reactivaba la economía más rápido, suponía que vos ibas a tener ingresos de otro tipo probablemente a esta altura. Y en muchos casos eso todavía no se recompuso. Y ahí un resumen que no es claro te parece mucho”, dijo.
“Cuando vos tomás un préstamo como el que tomaste de $ 1.000 y te lo tomaron a 12 meses con 3 de gracia devengaste intereses, pero esos intereses se prorratearon. Acá no hay anatocismo, que por cierto recordamos que es intereses sobre los intereses. Sencillamente vos acumulaste $ 35,83 por cada $ 1.000 de intereses, sumando unos $ 108 sobre $ 1.000 en tres meses que se prorratearon en forma directa todo el año. Pero repito por si no se escuchó la cuenta, por cada $ 1.000 que vos tomaste prestado pagaste $ 1.357 a lo largo del año”
“No estamos hablando acá de un subsidio, estamos hablando de un crédito voluntario. Un subsidio es una transferencia que no tiene contraprestación, un préstamo es con la plata de otro”, concluyó.
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