La economía que viene: los analistas creen que el rebote del PBI podría ser mayor al pronosticado y prevén menor caída para 2020

Con los datos del EMAE de junio y algunos indicios de lo que marcará julio, los economistas creen que el tercer y cuarto trimestre serán mejores que lo previsto. Así, la contracción anual podría oscilar entre 10% y 11%

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La actividad industrial comenzó a
La actividad industrial comenzó a repuntar en julio y los niveles de caída serían similares a la general del PBI

El crecimiento del 7,4% de la actividad económica en junio respecto del mes anterior, informada este jueves por el Indec, confirmó la tendencia que se había empezado a registrar en mayo y que, según las expectativas del Gobierno, continuará en el segundo semestre. La flexibilización de la cuarentena está generando un rebote en la medición desestacionalizada que naturalmente se irá moderando en los próximos meses, pero que marca el comienzo de lo que en los despachos oficiales definen como una tibia recuperación.

Lo que está claro es que el segundo semestre será mejor que el primero y algunas consultoras ya corrigieron favorablemente el cierre de 2020. El dato de junio y los primeros indicios de julio hacen prever que la contracción podría ser inferior al 12%, coincidieron algunos analistas consultados por Infobae.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, prefiere ser cauteloso y no hablar de los “brotes verdes del segundo semestre” –en una clara alusión al gobierno anterior–, pero en los últimos informes presentados por el Centro de Estudios para la Producción (CEP) la cartera da cuenta de los indicios que comenzaron a aparecer entre junio y julio, que “muestran que la recuperación se está dando más rápido de lo previsto”.

El ministro de Desarrollo Productivo,
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas (Presidencia)

Los economistas también avizoran una recuperación para el tercer y cuarto trimestre del año, lo que generaría un arrastre estadístico positivo para 2021, aseguran. De acuerdo con el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de julio, las proyecciones para el 2020 marcan una caída del PBI del 12,5%, levemente superior a la estimada el mes anterior. Pero las correcciones realizadas ya con las cifras conocidas hoy anticipan que el próximo REM puede ser algo más auspicioso, dentro del escenario crítico que atraviesa el país. Algunos analistas ya hablan de una contracción para el año del 10 por ciento.

La inversión no se mueve; sólo muy poco en construcción, aunque va a ir recuperando por ese lado. Y en maquinaria y equipos, va a ir muy lenta porque todavía hay condiciones que generan mucha incertidumbre (Bour)

Los datos oficiales de junio confirmaron que el segundo trimestre mostró una caída del 16,6% respecto del período enero-marzo y de 19,6% interanual. Pero las estimaciones de los analistas para los próximos trimestres son más alentadoras. Quienes participan del REM pronostican una expansión del 8% en el tercer trimestre y de 6% en el último, “lo que denota que el período de mayor impacto de la pandemia ya habría sido superado”, informó el BCRA al publicar ese relevamiento, días atrás.

“Para julio, esperamos una meseta por el endurecimiento de la cuarentena, y luego en agosto una recuperación que continúa hasta diciembre. Tenemos una recuperación del tercer trimestre de 11,8% y 7,4% en el cuarto en la medición desestacionalizada, consistente con una merma del 10,3% anual y un arrastre positivo de 6,2% para el 2021″, afirmó el economista Federico Furiase, de la consultora EcoGo.

La construcción comenzó de a
La construcción comenzó de a poco a reactivarse y será uno de los pilares en donde se apoyará el Gobierno

Según el analista, estas cifras positivas tienen que ver meramente con la flexibilización de la cuarentena, ya que “la economía está perdiendo reservas, la brecha cambiaria sube y eso genera un riesgo muy fuerte hacia adelante”. “Lo que está pasando es que se está produciendo el efecto rebote del desplome que hubo en marzo y abril”, agregó.

Por su parte, para Juan Luis Bour, de FIEL, la recuperación de la actividad se está viendo sólo en algunos sectores y todos los meses la economía va mejorando, pero no se volverá a los niveles del año pasado. En julio, dijo, habría que esperar una cifra desestacionalizada más baja, ya que la recuperación se da en V y luego empieza a aplacarse.

¿Qué factores traccionarán durante el segundo semestre?

Para el economista de FIEL, “la inversión no se mueve; sólo muy poco en construcción, aunque va a ir recuperando por ese lado. Y en maquinaria y equipos, va a ir muy lenta porque todavía hay condiciones que generan mucha incertidumbre”. Cree que crecerá algo la demanda de bienes durables; que el consumo irá con pie de plomo, y que el sector externo tampoco será un gran traccionador; aunque Brasil caerá menos de lo previsto y eso puede impulsar algo las exportaciones.

Para julio esperamos una meseta por el endurecimiento de la cuarentena, y luego en agosto una recuperación que continúa hasta diciembre. Tenemos una recuperación del tercer trimestre de 10,3% y 7,4% en el cuarto en la medición desestacionalizada, consistente con una merma del 10,3% anual y un arrastre positivo de 6,2% para el 2021 (Furiase)

En definitiva, Bour avizora un enero de 2021 “un poco peor que enero de 2020″ porque habrá “algo de coronavirus, algo de restricciones y muchos negocios que se habrán caído”. Sus cálculos para fin de año en materia laboral prevén una merma de 1 millón de puestos de trabajo. “Hoy tenemos una proyección de 13,5% de caída del producto, número que seguramente revisaremos. Con las cifras recientes, el año podría terminar en una contracción de 11%”, afirmó.

“El dato de actividad de junio (+7,4% mensual) estaba dentro de lo esperado y julio también mostrará cifras positivas (entre 2% y 4% mensual). Para lo que resta del año, nuestro escenario base plantea que la recuperación económica va a ir perdiendo impulso y el PBI promediaría una caída del 12% en 2020″, sostuvo Matías Carugati, de la consultora Seido.

Los analistas no avizoran un
Los analistas no avizoran un repunte rápido de las exportaciones, aunque Brasil podría traccionar más de lo pensado

El analista afirmó también que los desequilibrios macroeconómicos (déficit fiscal histórico financiado con emisión) se reflejan en la presión cambiaria (brecha alta y pérdida de reservas) y ello continuará aún cuando se termine de cerrar la operación del canje de deuda. Según Carugati, “en la medida en que el gobierno no dé señales de un plan económico a futuro, la presión se mantendrá y es posible que haya un endurecimiento de los controles cambiarios/comerciales, lo cual ahogará cualquier intento de recuperación”.

A su turno, Lorena Giorgio, de Ecoviews, precisó que en los últimos dos meses, la actividad económica se recuperó a un ritmo más rápido al estimado previamente y que los indicadores de actividad que ya se publicaron para julio muestran que, si bien el ritmo de crecimiento mensual se desaceleró, va a seguir exhibiendo registros positivos.

“Nuestro escenario previo suponía un repunte importante en el último trimestre del año, que ahora adelantamos al tercero, con una recuperación que rondaría el 10% si se lo compara con el segundo trimestre del año. En este escenario, el PBI caería entre 11% y 12% este año (preveían merma de 12,8%), pero dejaría un importante arrastre positivo para 2021, como mínimo por encima de los 5 puntos”, remarcó la economista.

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