El empresario Hugo Sigman, fundador y CEO del Grupo Insud, señaló que su compañía continúa trabajando para que la Argentina no se quede sin vacunas contra el coronavirus, a medida que vayan avanzando las investigaciones en todo el mundo.
“En este momento estamos buscando soluciones para que la Argentina no quede si vacunas, si empiezan a surgir vacunas (contra el coronavirus)”, remarcó en el encuentro virtual Semana Argentina Visión 2020/2040 organizado ADBlick Agro, Bioceres y el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral a beneficio de Bisblick Talento Joven, donde participaron CEOs de varias empresas.
Sigman es el responsable del laboratorio argentino Mabxience donde se producirá para Latinoamérica la vacuna contra el coronavirus desarrollada por el laboratorio AstraZeneca en colaboración con la universidad británica de Oxford. La elaboración del producto ya está en marcha, para que pueda ser distribuido inmediatamente después de su aprobación, lo que se estima que podría ocurrir para el mes de diciembre o enero.
Durante el encuentro, Sigman resumió en unos minutos sus más de 40 años de experiencia como empresario. Grupo Insud es un grupo diversificado en varias ramas —industria farmacéutica, agronegocios e industrias culturales— con presencia en más de 40 países.
“Cuando uno habla del rol de un CEO es muy difícil generalizar cuál es su rol. Estoy en una compañía que ya está madura y con una estructura muy profesionalizada. El escritor polaco Joseph Conrad decía que el incentivo para la actividad es la necesidad. El incentivo para mi actividad son las necesidades insatisfechas”, destacó Sigman.
“En nuestra empresa y en el medio que me movía había muchas necesidades insatisfechas donde podíamos cumplir un rol. En el campo de la salud hoy hay una gran revolución con los productos biológicos que ayudan a resolver enfermedades que antes no tenían solución, pero la accesibilidad que tienen es muy mala. Porque los precios de los medicamentos son altísimos”, señaló el empresario.
Y recordó la discusión en la Argentina sobre los precios de los medicamentos para el tratamiento de los síndromes fibroquísticos. Eso llevó al empresario a tomar la decisión de desarrollar una fábrica para productos biosimilares que favorecieron el acceso a esos productos.
Decidimos montar una planta de vacunas porque pensamos que frente a otra epidemia tuviéramos los recursos para no dejar al país sin vacunas
También señaló el caso de la epidemia de la Gripe A, que le generó fastidio porque no se podía acceder a la vacuna. “Decidimos montar una planta de vacunas porque pensamos que frente a otra epidemia tuviéramos los recursos para no dejar al país sin vacunas”, indicó.
Hoy el laboratorio Biotec fabrica vacunas para la gripe, neumococo y lleva adelante un ambicioso plan de investigación y desarrollo. Sigman también recordó que durante su carrera fue durante dos períodos presidente de la Cámara Argentina de Biotecnología, donde se brindó apoyo a grupos de científicos que requerían inversiones para transformar sus empresas porque no contaban con el capital suficiente.
La Cámara Argentina de Biotecnología creó un fondo que empezó con USD 1,75 millones y hoy tiene USD 6 millones más aporte del Estado de USD 2,7 millones. Hay 21 compañías que están en ese fondo, de las cuales 13 fueron desarrolladas por mujeres.
Otra empresa del grupo que preside Sigman es Bioceres, que funciona como una cooperativa de productores agropecuariuos. “Más de 300 socios que tratamos de crear en la Argentina una compañía de biotecnología vegetal. Hoy Bioceres cotiza en la bolsa de los Estados Unidos”, detalló el empresario.
Otra necesidad insatisfecha frente a la cual nos rebelamos fue la enfermedad de chagas, que se había quedado sin medicamentos par su tratamiento
“Otra necesidad insatisfecha frente a la cual nos rebelamos fue la enfermedad de chagas, que se había quedado sin medicamentos par su tratamiento. Pusimos tres de nuestra plantas a trabajar, en Italia, España y la Argentina, y en 6 meses desarrollamos medicamentos para el tratamiento que es el único aprobado por la autoridad de los Estados Unidos y en Europa y que hoy todos los países pueden disponer”, enumeró.
“También observamos que no existían grupos de investigación básica y nos decimos a trabajar en investigación básica de productos que están patentados en todo el mundo. Acabamos de hacer un estudio clínico para el tratamiento del coronavirus con el suero equino hiperinmune”, relató Sigman.
En el final de la charla, el empresario dio algunas claves sobre el éxito de su empresa: “La excelencia es algo presente en el colectivo de todas las personas que trabajan en la empresa, desde los centros de investigación hasta la gente en producción y administración. Buscamos nuevas formas de encontrar problemas, ser autocrítico para desafiar los propios límites y encontrar situaciones superadoras”, dijo.
“Sueño en que en nuestro país estos objetivos puedan generalizarse en todos los argentinos para que podamos vivir mejor y generar productos mejores que nos sirvan para que no tengamos más dependencia y que podamos vivir de una forma con más satisfacción para los ciudadanos”, concluyó.
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