La devaluación, la brecha y la incertidumbre cambiaria generaron, junto con la mayor demanda provocada por la cuarentena, un fuerte salto en los precios de las computadoras y notebooks, concentrado en los últimos meses. Un relevamiento realizado por la consultora Market, Research & Technology (MRT) detectó subas que oscilan entre el 30% y el 100%, especialmente en los productos del exterior, que predominan en el mercado desde que el gobierno de Mauricio Macri eliminó el arancel de importación, a mediados de 2017.
“Lo que más aumentó de precio fueron las notebooks. Entendemos que tiene que ver con la demanda de productos en cuarentena y también que es un producto vinculado al dólar. Por otro lado, la oferta no estaba tan disponible como la demanda. HP, Dell y Lenovo son productos netamente importados”, manifestó a Infobae Gastón García, de la firma.
De acuerdo con el relevamiento de MRT, realizado en los últimos ocho meses en más de 40 retails, en promedio las subas en el caso de las notebooks treparon hasta duplicar su valor, aunque los modelos Exo, por ejemplo, prácticamente no se movieron. A modo de ejemplo, mientras que una Hewlett Packard 14CM0045LA costaba en mayo $29.522,53, hoy vale $46.229. Es decir que sufrió en tres meses una suba del 56 por ciento. Y la cuenta no cambia si se considera desde marzo, cuando arrancó la cuarentena.
A su vez, el modelo AT300 de Positivo subió en promedio de $23.585 a $57.499, lo que implica un alza de 143 por ciento. Desde marzo, cuando costaba $19.000, el aumento trepó al 187%. Y una Lenovo 81J200DVAR pasó de $27.999 en marzo a $49.999 en julio (78% de suba).
En el caso de los televisores y celulares, los incrementos fueron bastante inferiores, aunque en algunos casos superiores a la evolución del tipo de cambio y de la inflación, que en lo que va del año aumentaron un 22,8% –de $59,89 a $73,53– y en torno a 17%, respectivamente.
El relevamiento destaca que algunos modelos son fuertes subas, como el teléfono marca LG K9, que en enero costaba $10.174 –en promedio–, hoy cuesta 21.374 pesos. En este caso, el principal salto se produjo en el último mes, cuando pasó de $13.624 al precio actual, es decir, una suba del 56%. Sin embargo, se trata de una excepción, ya que la mayoría subió en torno al 30%.
En el caso de los televisores, mientras que un Philips 43PFG5813 costaba en marzo $28.307, en agosto trepó a $36.228, es decir que subió 27% desde el comienzo de la cuarentena. Otro ejemplo: el TLC L40S6500 que en marzo valía $26.855, ahora vale $37.141, lo que equivale a un incremento del 38%, de acuerdo con el informe de MRT, que toma los precios del mismo modelo en 40 retails y saca un promedio.
Estos incrementos ya despertaron la inquietud en el Gobierno. La secretaria de Comercio, Paula Español, convocó el martes vía Zoom a fabricantes y retailers de productos de electrónica y línea blanca y los instó a brindar información sobre los costos si pretendían seguir siendo beneficiados por el programa Ahora 12, que tiene una tasa subsidiada y apunta a motorizar el consumo. Es más, en el Gobierno están pensando en otorgar mejores condiciones a este plan, pero también seguir de cerca el comportamiento de los precios.
“Tenemos toda la información, sabemos cuál es el precio de importación y precio de venta y hemos detectado abusos. Lo más notable son los valores de las notebooks”, precisaron fuentes del Ministerio de Desarrollo Productivo, del cual depende Comercio Interior y que dirige Matías Kulfas. Agregaron que se acordó avanzar en un régimen de información para que las compañías informen los valores de venta y evitar abusos. “No es aceptable que accedan al programa Ahora 12 con financiamiento barato y aumenten los precios”, dijeron en el Gobierno.
El Gobierno habló con fabricantes y retailers de productos de electrónica y línea blanca y los instó a brindar información sobre los costos si pretendían seguir siendo beneficiados por el programa Ahora 12, que tiene una tasa subsidiada y apunta a motorizar el consumo
Consultado el analista del sector tecnológico Enrique Carrier, remarcó que percibió hace algunos meses cómo se disparó el precio de las computadoras y lo adjudicó a que los empresarios buscan cubrirse ante la incertidumbre cambiaria. “Si yo importo algo pero luego no sé si cuando lo tenga que pagar voy a poder hacerlo al dólar oficial, por las dudas remarco y me cubro: o lo saco de la oferta o lo vendo a un precio que me asegure que podré cubrirlo. Es la típica situación de cuando tenés incertidumbre cambiaria, que está atada a un contexto que va más allá de la pandemia”, manifestó el analista.
La suba de precios en los productos de electrónica y línea blanca no sólo se vincula con el tipo de cambio y la incertidumbre con respecto a la evolución del dólar y el acceso a las divisas, sino también a que existe un problema de restricción de oferta. Este escenario se vio agravado en los últimos meses con el cierre de las 15 plantas que hay en Río Grande, Tierra del Fuego, producto del COVID-19. Allí se fabrican televisores, aires acondicionados, celulares, hornos microondas y autopartismo electrónico.
Si yo importo algo pero luego no sé si cuando lo tenga que pagar voy a poder hacerlo al dólar oficial, por las dudas remarco y me cubro: o lo saco de la oferta o lo vendo a un precio que me asegure que podré cubrirlo (Carrier)
Según afirmó el presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte), Federico Hellemeyer, “la cadena entró a la pandemia con stocks muy flacos; hubo quiebres, y cuando se empezó a remar la producción, vino este segundo capítulo de Río Grande”. “Claramente, en el mercado tenés poca oferta y demanda, pero la oferta es más escasa”, reconoció, lo que puede influir en la suba de precios de los productos.
“Lo que hay que verificar es si ese fenómeno se produce en la venta al canal o en el canal mismo. Nuestros números indican que entre enero y julio los aumentos de los productos salidos de fábrica estuvieron en línea con la inflación y la devaluación, entre 17% y 22%”, explicó.
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