Esta semana comenzaron los encuentros entre el ministerio de Desarrollo Productivo y las diferentes terminales y marcas de automóviles que operan en el país con la intención de acordar lo que puede llegar a ser el nuevo cupo de importación y contener la salida de un recurso escaso y en la vidriera de la discusión pública por estas horas: el dólar.
“Nosotros todavía no tuvimos nuestra reunión con el Gobierno. Se está haciendo un buen trabajo, se está conversando para poder tener disponibilidad de los autos que están en el puerto. Entre Fiat y Jeep tenemos unas 4.000 unidades que son un poco más de un mes de venta”, aseguró Martín Zuppi, director general Director General de FCA – Fiat Chrysler Automobiles, en un encuentro virtual con la prensa en el contexto del la presentación de la nueva Fiat Strada.
Luego de señalar que las estimaciones de mercados para la marca “dependerán de la liberalización” de las unidades, pero que esperan tener un “15% de market share de un mercado de 280.000 a 290.000 unidades para este año”, Zuppi hizo referencia al tipo de cambio y dijo que entendía que “lo ideal no sería una devaluación porque encarecería los autos y achicaría el mercado. Lo idea sería un mercado de cambio libre, controlado, competitivo. Prefiero una devolución de los reintegros de exportación y dejar el tipo de cambio como está”.
Las declaraciones de Zuppi se repiten en el resto de la industria. Según explicaron a Infobae desde otras terminales, los reintegros “se liberan todos los meses. Algo se paga. El problema es que no todos los meses cobran todas las terminales”.
“El problema con esto es que nos pasa a todos (por todas las marcas que exportan), aunque a algunos con más frecuencia que a otros. Así, se hace muy difícil programar porque no sabés ni con cuántas unidades vas a contar, porque pueden quedar varadas en la Aduana, ni cuántos reintegros vas a cobrar, porque no sabés si serás de las terminales que ese mes resultarán favorecidas”, explicaron en off the récord en una tercera automotriz.
A pesar de estos contratiempos, Zuppi se mostró satisfecho con el trabajo que se viene desarrollando con el Gobierno. Cuando se le preguntó sobre cuál era la diferencia entre las exigencias del ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, -impuso a las terminales que exporten cereales, frutas, muebles, vinos, etc para darles cupos de importación- y el requerimiento que hace ahora el ministerio de Matías Kulfas, el ejecutivo de FCA dijo que “el pasado quedó atrás. Estamos trabajando para una nueva etapa, cada situación es diferente. Nosotros sabemos que el Gobierno tiene un problema, ellos saben que nosotros tenemos un problema, tenemos que encontrar un punto de equilibrio”.
Los encuentros, que son virtuales, empezaron con la japonesa Toyota y la alemana Volkswagen y seguirán esta semana con cada una de las marcas ya que Kulfas busca cerrar acuerdos –en el Ministerio evitan hablar de cupos– con el fin de administrar la balanza comercial del sector teniendo en cuenta tres variables principales: los importadores netos, los que realizan operaciones in company –se compran a ellos mismos en otro país– y los proveedores de autopares.
En el medio tiene que resolver la deslocalización de varias autopartistas que se mudaron a Brasil y las que el ejecutivo de FCA hizo referencia al señalar que “cada una de las empresas autopartistas que se fueron golpearon a toda la industria; tenemos que resolver esto también porque afecta a todos en general”.
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