Por medio del Decreto 676, que se publicó este domingo en el Boletín Oficial, el presidente Alberto Fernández autorizó al Ministerio de Economía, conducido por Martín Guzmán, a presentar ante la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) la oferta de cierre para el canje de deuda y entrega de los nuevos bonos, prevista para el 4 de septiembre próximo.
El documento precisó el monto máximo a emitir de bonos a emitir para canjear por los viejos títulos en 66.137 millones de dólares. En los considerando del decreto, el gobierno explica que “las condiciones en los mercados de divisas internacionales produjeron una significativa desvalorización del dólar estadounidense respecto al euro y franco suizo -del 9,4% y 6,6% respectivamente desde la fecha en la que se habían fijado los tipos de cambio de referencia de la operación”, de lo que resulta la fijación de la cifra máxima estipulada. Se trata de las tres divisas en que se nominarán los distintos bonos en el canje para restructurar la deuda con los acreedores privados.
El martes 4 de agosto pasado, a las 3 de la madrugada hora local, el Gobierno anunció que alcanzó un acuerdo con los principales grupos de acreedores y, en ese marco, se había establecido una prórroga hasta el 24 de agosto para terminar de materializar el entendimiento.
Aflojar tensiones
El aspecto más importante del decreto es que autoriza a Guzmán a enmendar por segunda vez el prospecto presentado originalmente ante la Comisión de Valores de los EEUU el 21 de abril, cambiando algunos aspectos legales. La cuestión, a raíz de ciertas innovaciones que había introducido la Argentina en su oferta inicial respecto a cuáles serían los modos de computar el grado de aceptación de los acreedores a la propuesta, fue una de las que más tensó las negociaciones de Guzmán con los acreedores y fue salvada de palabra en las conversaciones que precedieron al anuncio del acuerdo.
Al respecto, el decreto dice que “resulta necesario, entonces, introducir modificaciones a la propuesta de reestructuración dispuesta por el Decreto N° 391/20 y su rectificatorio N° 404/20, enmendada por el Decreto Nº 582/20, y aprobar el modelo de Enmienda N° 2 al Suplemento de Prospecto del 21 de abril de 2020 (.....) con el fin de incorporar los acuerdos referidos”.
Esos aspectos legales están todavía siendo trabajados por Guzmán y sus asesores, se trata, fundamentalmente, de limitar, para tranquilidad de los acreedores, ciertas prerrogativas que se había asignado el gobierno acerca del método de computo de votos a favor o en contra de la propuesta argentina.
Esa letra chica (indenture) será presentada ante la SEC el próximo martes. Ese mismo día, en una reunión virtual organizada por el G20 y la Universidad de Boston, un panel de expertos, algunos de los cuales apoyaron la negociación argentina y otros, como la experta financiera Anna Gelpern, fueron críticos de ciertas innovaciones, debatirán las novedades legales que aportará la restructuración argentina y las que ya introdujo también la restructuración de la deuda ecuatoriana, que se cerró con una aceptación del 98,3%.
Para desbrozar recelos o dudas en torno de las condiciones legales en que se realizará el canje, Guzmán también mantuvo recientemente reuniones con un equipo de la Emerging Markets Traders Association (EMTA), que agrupa a los principales negociadores mundiales de bonos en busca de cristalizar lo que uno de los participantes de esas reuniones llamó “el consenso internacional tanto del lado de los compras como los que venden (títulos)”.
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