Luego de alcanzar un acuerdo con los principales grupos de bonistas para reestructurar deuda pública por USD 65.000 millones, el Gobierno se encamina a negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para resolver los compromisos por USD 44.000 millones asumidos por el macrismo que, como anticipó, el país no tiene la capacidad para pagarlo en las condiciones actuales.
Según pudo saber Infobae, desde el organismo de crédito internacional conducido por Kristalina Georgieva afirmaron que están dispuestos a apoyar a Argentina en un nuevo programa cuando las autoridades así lo deseen, aunque aclararon que en esta etapa no se ha realizado ninguna solicitud.
Una vez que el gobierno de Alberto Fernández se apreste a iniciar las conversaciones, el Fondo comenzará con evaluaciones ex post (EPE), que tienen como objetivo determinar si las justificaciones presentadas al comienzo de un programa individual de acceso excepcional respaldado por el organismo eran consistentes con las propias políticas del FMI. En ese sentido, revisará el desempeño de dicho programa.
Cabe destacar que las evaluaciones buscan considerar dos preguntas clave. La primera tiene que ver con evaluar si la estrategia macroeconómica, el diseño del programa y el financiamiento fueron apropiados para abordar los desafíos que enfrentó Argentina en línea con la política del Fondo, incluida la política de acceso excepcional. Y la segunda busca dar cuenta si los resultados del programa cumplieron con los objetivos planteados por el programa stand by.
En tanto el interrogante pasa por saber cuál va a ser el programa que pedirá el Gobierno luego de que quedara suspendido en 2019 el acuerdo stand by dada la imposibilidad que tenía el país para hacerle frente.
Si bien se podría negociar una reforma de dicho crédito, cuyos vencimientos son de corto plazo y por montos elevados, también existe la posibilidad de que se llegue a un nuevo acuerdo de facilidades extendidas cuyos plazos llegan hasta los 10 años.
Cabe recordar que el Gobierno consideró que la negociación con el Fondo será muy dura, porque no aceptará ninguna condicionalidad del organismo para cerrar un nuevo programa que podría concretarse a comienzos del año próximo.
“No estamos en condiciones de aceptar ninguna condicionalidad del FMI. Le vamos a pedir que confíe en nosotros porque no podemos ajustar y porque sabemos que vamos a cumplir nuestras obligaciones”, sostuvo el presidente Alberto Fernández esta semana a la radio FutuRock.
En la misma línea, el ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que “la relación con Kristalina Georgieva y todo el staff ha sido muy buena”, pero subrayó que “esto no quita que esta vaya a ser una negociación muy dura, compleja”.
No lo vemos rápido el acuerdo por la cantidad de cuestiones y detalles que hay que negociar (Martín Guzmán)
El titular del Palacio de Hacienda afirmó que la negociación por la deuda con el Fondo llevará meses e incluso estimó que “es posible que recién a comienzos del año que viene podamos cerrar un acuerdo”.
En ese marco, indicó: “No lo vemos rápido el acuerdo por la cantidad de cuestiones y detalles que hay que negociar”.
Anticipó que se va a “generar un debate amplio que va a llevar tiempo”, porque se va a “discutir cada detalle sobre la base de la prudencia y la responsabilidad, y sobre los objetivos de generar más trabajo, más exportaciones y una economía más tranquila”.
“Va a llevar meses, es posible que recién a principios del año que viene se pueda llegar a un acuerdo”, aseguró Guzmán.
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