El dólar para ahorro pasó a ocupar el primer puesto entre las preocupaciones del Banco Central (BCRA). El flujo de ahorristas minoristas que acceden a los portales de sus bancos para comprar el cupo de USD 200 mensuales que autoriza la normativa cambiaria vigente está en niveles récord, con cada vez más compradores que ingresan al mercado de cambios cada mes, y que en el mercado estiman cerca de los 4 millones el mes pasado. Las compras hormiga son hoy la causa de que la entidad conducida por Miguel Pesce deba perder reservas casi a diario en el mercado cambiario. Y, aunque en el entorno del banquero central dicen que la decisión no está hoy en consideración, un cepo más duro que reduzca las compras de minoristas es la primera opción en la mesa si la sangría se agrava.
El crecimiento de la brecha cambiaria incentiva a los ahorristas a aprovechar cada mes para destinar cerca de $ 20.000 para comprar dólares a una cotización que en los primeros días de este mes superó los $ 100 teniendo en cuenta el precio que cobran los bancos más el Impuesto PAIS del 30%. La distancia entre el tipo de cambio “solidario” y la cotización blue en el mercado informal llegó a superar el 50% en abril, en medio de la cuarentena más intensa y la emisión monetaria para financiar el gasto, para luego recortar y estabilizarse cerca del 30%.
Ya sea porque la suba de los tipos de cambio alternativos genera la sensación de que el oficial está barato o porque las familias compran para hacerse una diferencia al revender en el mercado paralelo, la participación de personas en el mercado cambiario se acelera. Pasó de 1,5 millón de compradores en junio del año pasado a 3,3 millones en junio. Según un banco con fuerte participación en las ventas mayoristas, si extrapolan sus propias ventas a las del resto del mercado la cantidad de compradores se acercó a los 4 millones en julio, un dato que todavía no se publicó en forma oficial.
En otro banco privado admitieron que los primeros días de agosto fueron para preocuparse. Las visitas a sus aplicaciones para celulares y homebankings se cuadruplicaron en los primeros días del mes respecto de mismos días de junio. Aclaran que no son todas ventas, muchas veces los clientes entran sólo para informarse respecto al precio. Pero detrás de esa afluencia inusual de clientes están las demoras y caídas de sistemas que experimentaron prácticamente todas las entidades el 3 de agosto, primer día hábil en el que los ahorristas gozan del nuevo cupo mensual.
En los primeros seis días hábiles de agosto el Central debió vender USD 477 millones para saciar la demanda . Un mes antes, en la misma cantidad de días había tenido que volcar USD 284 millones. En junio, en cambio, había logrado lo inverso: comprar USD 354 millones en el mismo lapso.
Según pudo saber Infobae, en el entorno de Pesce admiten que el impacto en reservas de las ventas minoristas hoy está entre las primera preocupaciones de la entidad. Una fuente con participación en las decisiones dijo que en el esquema del banquero central la reducción o eliminación del cupo para minoristas es la primera opción en caso de que la sangría de dólares se mantenga o acelere. La prefiere, por ejemplo, a habilitar un avance de la cotización del dólar que le dé algo de aire al reducir la capacidad de compra de los ahorristas, por el impacto en precios y en la confianza que implicaría admitir un movimiento discreto de la divisa.
Sin embargo, la decisión de recortar el monto al que pueden acceder mensualmente las personas no está tomada. La misma fuente admitió que una medida de ese tipo puede tener tal impacto político que sólo puede ser decidida en las más altas esferas del Gobierno, no sólo del Banco Central. Pesce necesitaría el aval del ministro de Economía, Martín Guzmán, pero más aún la del propio presidente Alberto Fernández.
“Hoy no está sobre la mesa cambiar el solidario”, dijo a Infobae otra fuente del Banco Central que admitió, sin embargo, que existen presiones desde el sector privado en esa dirección.
“Es probable que de la UIA o vinculados al mundo empresario que no pueden acceder a dólares para girar a casas matrices o tienen limitaciones para pagar deudas y esas cosas estén interesados en que se cierre una canilla para que se abra otra”, dijo la misma fuente.
En Economía, mientras tanto, la postura no está tomada. La opción por esperar, sobre todo a la concreción del canje de deuda ley extranjera, es hoy la favorita. Lejos de las urgencias de Pesce, Guzmán todavía apuesta por una estabilización de dólares paralelos como el contado con liquidación y el dólar MEP luego de que se concrete el cambio de bonos nuevos por bonos viejos. Detrás del repunte de esas cotizaciones, dicen, hay arbitrajes de inversores que compran bonos en dólares con pesos para ganar con las condiciones del canje ley local. Pasado ese efecto, esos dólares podrían estabilizarse y arrastrar con ellos al blue. Y, con menos brecha, reducir la sed de dólares que preocupa a la autoridad monetaria.
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