Los inversores siguen sobrevolando los mercados. No hay cambios de posiciones en las carteras, porque están esperando definiciones. La primera será la confirmación del acuerdo con los acreedores para ver la paridad a la que cotizarán los nuevos bonos que se entregarán como canje. La otra duda es a más largo plazo y se resolverá, con optimismo, después del primer trimestre del año próximo. Se trata de un nuevo acuerdo con el FMI, un meta más difícil y decisiva que la negociación con los acreedores privados. Acá no habrá quita ni baja de intereses, sino prórroga de los plazos de pagos y hasta una ayuda adicional.
Pero el Gobierno argentino deberá vender su alma. Los principios que caracterizaron a esta gestión y a la principal coalición, el kirchnerismo, tendrían que ser dejados de lado porque este acreedor es distinto a todos. Los negociadores argentinos deberán escuchar la palabra reforma en cada encuentro. Se les pedirá que cambien la estructura que llevó al fracaso la economía. Por eso no estará ajeno en las conversaciones la necesidad de una reforma previsional, laboral, impositiva y la baja del gasto público (incluiría gasto social y suba de tarifas). Por supuesto, en la lista estarán las retenciones y cualquier traba a las exportaciones. No resultará extraño que se pida levantar el cepo gradualmente.
Por eso el mercado está expectante y los bonos de la deuda cotizaron sin grandes cambios. Entre los de legislación argentina, el Bonar 2020 subió 0,70% pero el Bonar 2024 perdió 0,25%. Entre los de legislación extranjera, el Discount aumentó 0,39% y el Par, 1,22%. El riesgo país, que en un momento de la rueda subió por encima de los 2.100 puntos, terminó con una leve baja de 10 unidades (-0,5%) a 2.093 puntos básicos. La caída se logró gracias a que los bonos del Tesoro de Estados Unidos soportaron un notable retroceso que elevó el rendimiento del título a 10 años a 0,66%, 12 puntos por encima del día anterior.
Al tener un mayor rendimiento el bono de Estados Unidos, que es el que miran los inversores del mundo para refugiarse, el otro activo de cobertura, el oro, se derrumbó casi 5% y perforó el piso de USD 2.000. En el post cierre, el metal precioso seguía en baja y cotizaba a USD 1.927 dólares. El miércoles de la semana pasada había marcado el récord histórico de USD 2.075 por onza. El dólar en el mundo subió por segunda rueda consecutiva 0,04% ante las seis principales divisas.
En la Argentina, la divisa detuvo su avance en los mercados alternativos donde el dólar Bolsa perdió $ 1,31 a $ 124,53 y el contado con liquidación, $ 1,19 y cerró en $ 127,77. El “blue” o dólar libre, cerró sin alteraciones de su precio en $ 131. En algún momento de la rueda tocó $ 130, pero enseguida corrigió su precio.
El dólar en bancos y casas de cambio subió apenas 4 centavos a $ 77,17 y elevó el dólar solidario a $ 100,33. Un informe de la Fundación Libertad y Progreso, basado en las cifras del Banco Central, indica que en junio creció 37,5% la cantidad de personas que compraron este dólar. En mayo hubo 2,4 millones de compradores y en junio, 3,3 millones. Los que tienen cuentas bancarias actúan en los primeros días del mes porque saben que este dólar puede entrar en el cepo en cualquier momento.
En tanto, el dólar mayorista operó USD 287 millones y otra vez el Banco Central fue comprador de USD 40 millones. La baja del oro y del euro, le jugaron en contra y las reservas aumentaron apenas USD 12 millones a 43.342 millones. La divisa subió 5 centavos a $ 73 y retomó su ritmo devaluatorio habitual de alrededor de 40 centavos semanales.
Las acciones mostraron las dudas de los inversores. Con escasos negocios por $ 1.408 millones, el S&P Merval, el índice de las líderes, cedió 2,27% y cerró la rueda en el nivel más bajo del día porque la tendencia fue siempre vendedora. Los papeles vinculados al sector de energía fueron los más castigados. Edenor bajó 5,55%; Transportadora Gas del Sur, 5,54% e YPF, 5,11%. Los bancos también la pasaron mal en particular Supervielle (-4,23%).
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- siguieron la tendencia local. Edenor (-7,73%), Banco Supervielle (-6,25%), YPF (-5,45%) y Banco Macro (-5,42%) fueron los más afectados. Solo tres ADR’s subieron. El más destacado fue Ternium (+2,41%).
La buena noticia para el Gobierno vino de la licitación de la deuda en pesos donde recaudaron más de lo que pensaban. La colocación de títulos del Tesoro indexados por CER o por la modalidad descuento, sumaron $ 117.213 millones, pero como una parte del dinero fue a la modalidad descuento, el monto efectivo que va a las arcas fue de $ 107.589 millones.
Para hoy no se esperan grandes cambios en la rueda. El Gobierno seguirá mirando de reojo al dólar, que cedió menos de lo que deseaban, pero la tendencia es al alza. No hay nada en el horizonte, hasta el canje de bonos, que aliente a tomar riesgos.
Seguí leyendo: