En medio de las dificultades del Banco Central para contener el apetito por dólares que cada principio de mes pone a prueba sus reservas internacionales y las trabas que dificultan las operaciones con dólares financieros en la Bolsa, un sector pequeño pero ágil a la hora de adoptar tecnologías del mundo fintech y los criptoactivos se volvió el último mercado exento de trabas para comprar y vender dólares. Se trata de un puñado de portales que, parados justo en el límite de lo que permiten las normas cambiarias, permiten a sus usuarios operar con criptomonedas tanto con dólares como con pesos, un doble precio que por su sola existencia hace posible pasarse de una moneda a otra, a un tipo de cambio por encima del oficial. Transferencias bancarias, deliverys con motos y hasta fondeo en locales de pagos en efectivo se ponen al servicio del insaciable apetito local por el dólar.
La inversión en criptoactivos se desarrolla en todo el mundo de la mano de estrategias que buscan aprovechar la volatilidad de monedas como Bitcoin o apostar por el resguardo de valor que ofrecen otras. Y el entusiasmo por estos activos también incluye a argentinos.
El dólar cripto se puede operar en media docena de portales locales o con operaciones en el país. Bitex, Buenbit, Qubit, Satoshi Tango y Decrypto son algunas de las más populares
Sin embargo, la compra y venta de estos activos –que por definición están libres del control de los Estados– tiene un interés agregado en el contexto de controles de cambio que reinan en la Argentina desde septiembre del año pasado. Por un lado, porque son valores a los que se puede convertir pesos sin los límites que presenta el mercado cambiario tradicional. Y por el otro, porque al final de cuentas –y aunque las empresas no promocionen operaciones cambiarias o traten de no fomentarlas explícitamente– terminan siendo una vía para comprar dólares sin tope de monto.
Entre los ahorristas más sedientos por el dólar y más acostumbrados a la tecnología, se transformaron en la llave para saltear el cepo sin violar ninguna norma cambiaria ni financiera.
La lógica detrás de estas operaciones es parecida a la del dólar “contado con liquidación” o “dólar MEP”, ya que al existir cotizaciones de criptomonedas en pesos y en dólares, la diferencia entre esos dos precios arroja un tipo de cambio implícito. Simplificando, cualquier bien o activo que vale USD 1 en dólares y $130 en pesos tiene implícito un tipo de cambio al que se puede acceder comprando con pesos y vendiendo a cambio de dólares o que se puede aprovechar a la inversa, consiguiendo $130 por dólares que, por ejemplo, el Banco Nación paga $72 a quien los vende.
Los usuarios transfieren pesos a las plataformas desde sus cuentas bancarias. Una vez que tienen los fondos disponibles, compran Bitcoin, Ethereum, DAI, Bitcoin cash u otras criptomonedas para, de inmediato, revender esos activos a cambio de dólares. Más allá de comisiones y spread, la diferencia entre la compra y la venta, pagan entre $125 y $130 por dólar, que comparan con los $100 del tipo de cambio oficial y $131 del blue.
Y con la operación inversa, los que transfieren dólares para cambiarlos por pesos a un valor más alto, obtienen entre $115 y $125 por dólar.
La operación se puede hacer con cualquier criptomoneda, pero una de las más usadas hoy es DAI, una stablecoin que encontró en la Argentina un nicho de interesados. Apunta a ser estable, a diferencia del Bitcoin, y trata de imitar el valor del dólar, el preferido local. Así, permite tener una referencia más sencilla a la hora de hacer cuentas mentales, por ejemplo.
Nosotros no somos una casa de cambio. Nunca ofrecemos cambio contra dólar, ni siquiera informamos el tipo de cambio implícito. Hacemos recomendaciones respecto a que no pueden transferir a cuentas de terceros u otras cuestiones operativas, pero no estamos regulados por el Banco Central (Schweizer)
La diferencia con el “liqui” o el “MEP”, los otros dólares paralelos que se pueden operar en blanco, es que con el dólar cripto no hay esperas ni inhabilitaciones. El proceso de compra de dólar MEP dura hoy 5 días, lo mismo que el del contado con liquidación. Y, además, si bien transar con esos dólares financieros no está prohibido, quien lo hace no puede entrar al mercado cambiario oficial por 90 días. En el caso de las criptomonedas, no hay ningún límite de ese tipo.
Esa brecha del 80% entre la cotización para la venta del mercado formal y la del “dólar cripto” la volvió atractiva para pequeños operadores que en julio utilizaron su cupo de USD 200 mensuales para hacer una diferencia en pesos, unos $5.000 de ganancia por operación, que surge de comprar dólares a la cotización solidaria –oficial más 30% de recargo del Impuesto PAIS– y revenderlos a un tipo de cambio más alto.
El pico en los movimientos de este tipo, algo parecido al “puré” que alimenta de dólares al mercado cambiario informal, llevó al Banco Central a limitar los movimientos electrónicos en cuentas bancarias en dólares y a inhabilitar a más de 300 ahorristas para operar en cambios, llevó a los bancos a inhabilitar el uso de cuentas en dólares desde los homebankings a los usuarios más activos y limitó a una transferencia por mes lo que se puede recibir en cuentas en dólares, salvo que se pueda explicar el origen de los fondos.
La regulación del Central apuntó a los movimientos en cuentas porque, si bien la operación con criptoactivos no está limitada por las normas cambiarias, la compra y reventa de dólares en principio es una violación de las normas cambiarias.
A través de criptomonedas se puede comprar dólares a entre $125 y $130 por unidad. Es parecido al contado con liquidación o el dólar MEP. La diferencia es que los dólares financieros impiden a quien los opera entrar al mercado cambiario formal, y el dólar cripto no tiene esos límites
Las trabas a los movimientos de cuentas bancarias en dólares afectaron a las operaciones con dólar cripto. Buenbit, uno de los portales que ofrecen operar con las dos monedas, detuvo por un tiempo esa posibilidad hasta adaptar sus sistemas. Luego, a fines del mes pasado, volvió a operar con modificaciones: ahora analiza el riesgo de que un usuario esté haciendo “movimientos inusuales” y rechaza automáticamente algunas transferencias. Para quienes, sin embargo, mueven montos más acordes con su capacidad económica, creó documentación que prueba el origen de los fondos de manera tal que los clientes puedan responder ante bancos que amenazan con bloquear sus cuentas en dólares. Probado el origen de los fondos, indican las normas vigentes, se puede recibir más de una transferencia por mes.
“La adaptación de nuestra plataforma es constante y tiene doble objetivo: que el usuario tenga una buena experiencia con las menores fricciones posibles, y por otro lado, que facilite el cumplimento de todas las disposiciones del ente regulador. En los casos en los que los usuarios encuentran demora en la operación, usualmente esta se produce cuando ha olvidado reportar la operación a su banco. Este tiempo es para que el usuario complete el proceso y no se salte ningún paso”, dijeron desde Buenbit ante la consulta de Infobae.
Uno de los portales más utilizados es Decrypto, en particular para grandes montos como operaciones de empresas o incluso inmobiliarias. Hasta hace poco, limitaban a sus clientes a al menos USD 500 por operación para transar con criptomonedas. Recientemente, bajaron ese límite a los USD 200, la capacidad mensual de compra de los ahorristas permitida por el Banco Central. El recorte, admiten en la empresa, lo hicieron porque vieron una explosión de operaciones de “ruleros”, que compran dólares en el mercado formal y los revenden a estos tipos de cambio implícitos.
“Si se mira la totalidad de las operaciones, la mayoría son de tipo de cambio minorista, de 200, 500 o 1.000 dólares. Muchísimas operaciones de ese volumen. Ahora, si en lugar de mirar la cantidad de operaciones miramos los montos, las empresas son mucho más importantes”, cuenta Miguel Schweizer, fundador de Decrypto.
Sin embargo, aclaran una y otra vez, no es un servicio cambiario el que ofrecen: lo que hacen es permitir operar con criptomonedas y después los usuarios hacen sus arbitrajes.
“Nosotros no somos una casa de cambio. Nunca ofrecemos cambio contra dólar, ni siquiera informamos el tipo de cambio implícito. Hacemos recomendaciones respecto a que no pueden transferir a cuentas de terceros u otras cuestiones operativas, pero no estamos regulados por el Banco Central, sólo se nos aplica la normativa de la UIF contra el lavado de dinero y esas son las normas que aplicamos”, agregó.
En general, para las operaciones de cambio implícito conviene usar más de una plataforma. Por ejemplo, nosotros tenemos muy buen precio de Bitcoin contra pesos, con lo cual los usuarios compran y buscan otra plataforma que tenga buen precio contra dólares
La demanda por operaciones cambiarias es tan importante en la operación diaria de los exchange locales que han llegado a idear soluciones para el mundo del dinero en efectivo. SatoshiTango, uno de los portales locales, llega al punto de ofrecer el servicio de motos para retiro a domicilio de dólares para quienes quieren operar con moneda extranjera, ya que decidió no aceptar transferencias bancarias.
“La mayoría de nuestros usuarios compra y vende por banco en pesos, debe ser el 99% de nuestros clientes. Pero hay mucha gente que opera en efectivo y no se quieren quedar con los dólares, por lo que pasamos a retirar el dinero del usuario y se lo cargamos en su cuenta”, dijo Matías Bari, confundador de SatoshiTango.
“Son cosas que desarrollamos para dar más facilidades, como por ejemplo cuando permitimos que fondeen sus cuentas en pesos en locales de pagos o que cambien por pesos sus criptomonedas en las mismas redes. Pero lo cierto es que en un principio pensás que se va a usar un montón o que puede ser muy práctico y después el uso es marginal”, agregó.
Si se mira la totalidad de las operaciones, la mayoría son estas de tipo de cambio minorista, de 200, 500 o 1.000 dólares. Muchísimas operaciones de ese volumen. Ahora, si en lugar de mirar la cantidad de operaciones miramos los montos, las empresas son mucho más importantes (Schweizer)
Qubit es otra de los principales actores locales de este interés por el “dólar cripto”. Tiene, de momento, interrumpida la posibilidad de operar en varias monedas debido a los cambios en la normativa del Banco Central respecto a las transferencias bancarias en dólares. Pero aseguran que dentro de muy poco van reactivar esa opción cuando terminen la modificación de su plataforma, orientada más que nada a “dejar en claro que no operamos cambio”.
De las 17 criptomonedas que operan, 16 sólo se pueden comprar o vender contra pesos argentinos. Una, DAI –muy apreciada por su estabilidad y valor similar al dólar– sólo se puede operar contra dólares. Así, el pasaje de una moneda a otra no se puede concretar dentro de la plataforma de Qubit.
“Lo cambiamos, porque Argentina no es un país fácil, cuando empezaron a limitar las transferencias en dólares. Pero lo que entendemos que hacen nuestros usuarios es comprar en nuestra plataforma y luego revender en otras, es muy fácil mover criptomonedas”, dijo Camilo Cristia, CEO de Qubit.
“En general, para las operaciones de cambio implícito conviene usar más de una plataforma. Por ejemplo, nosotros tenemos muy buen precio de Bitcoin contra pesos, con lo cual los usuarios compran y buscan otra plataforma que tenga buen precio contra dólares”, agregó Cristia.
La intención, sin embargo, es volver a operar con las dos monedas dentro de poco. “Vamos a permitirlo de nuevo, ateniéndolo a las nuevas regulaciones. Si llega a haber una nueva regulación, la adoptaremos también, nosotros queremos operar de esa manera”, concluyó.
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