La Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo registró en junio la vigésima sexta baja consecutiva del nivel del empleo registrado privado en relación de dependencia, 0,1% en comparación con mayo y 3,2% respecto de un año atrás, a unos 5,83 millones de asalariados.
Así surgió del relevamiento de empresas de más de 10 trabajadores del total de los aglomerados relevados, el cual trajo como buena noticia la continuidad del proceso de desaceleración de la caída de los puestos de trabajo en relación de dependencia, pero fue insuficiente para evitar que se ampliara la baja de la nómina en más de 456 mil personas desde el último pico que se anotó en abril de 2018, con poco más de 6,28 millones.
El empleo asalariado registrado acumuló en junio 26 meses consecutivos en receso, y se proyectan otros tres meses en declive respecto del nivel del año previo
“Si bien en junio permanece la vigencia el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) declarado en el marco de la pandemia del COVID 19, en gran parte del país se pasó a una situación de Distanciamiento social, preventivo y obligatorio (DISPO) que permitió la recuperación de muchas actividades socio productivas. Y, más allá de los avances y retrocesos que se van sucediendo en función de la circulación del virus, la flexibilización de las medidas de aislamiento en todo el territorio, permitió la reapertura de varias actividades además de las declaradas esenciales, que se evidencian en los datos de empleo”, resalta la cartera laboral en su informe.
Sin embargo, la Encuesta Cualitativa Industrial del Indec dio cuenta de que esa restricción a la movilidad de las personas que se desempeñan en actividades declaradas no esenciales determinó que más de la mitad de las empresas del sector manufacturera no pudieran trabajar con normalidad, e incluso un 6% debieron permanecer cerradas.
De ahí que el informe de Trabajo diera cuenta de que, “al igual que los meses anteriores, la evolución de la crisis causada por la pandemia impacta de forma directa en las decisiones empresarias de contratación de personal y se pone en evidencia de forma clara en el comportamiento de las tasas de incorporación y desvinculación de trabajadores”.
La tasa de incorporación de personal a las empresas fue de apenas 0,7% de la nómina, ubicándose entre las más bajas de la serie, aunque casi duplica a la de los dos meses anteriores; y nuevamente fue inferior a la la tasa de salida, que se mantuvo en 0,8% de la nómina.
La tasa de incorporación de personal a las empresas fue de apenas 0,7% de la nómina, ubicándose entre las más bajas de la serie
Y las expectativas para el trimestre julio a septiembre indican que el escenario de recorte de los puestos de trabajo neto se mantendrá, aunque con intensidad menor que la que se observaba en el bimestre previo.
La mayor parte de las empresas aseguró que mantendrá el plantel y del 8,2% que declaró que hará cambios en sus dotaciones en los próximos 3 meses, apenas 5,8% espera disminuirla y 2,4% estimó que la aumentará
Los técnicos de la cartera laboral observan que si bien las proyecciones netas de aumento de personal, reflejadas en la diferencia entre la proporción de empresas que esperan aumentar sus dotaciones y aquellas que esperan disminuirla, continúan siendo negativas (3,4%), fueron de menor magnitud que en los meses previos, habida cuenta de que la mayor parte de las empresas aseguraron que mantendrán el plantel y del 8,2% que declararon que harán cambios en sus dotaciones en los próximos 3 meses, apenas 5,8% esperan disminuirla y 2,4% estimaron que la aumentarán.
De este modo, se afirman las expectativas de aumento de la tasa de desempleo al cabo del segundo trimestre por arriba del 10,4% con el que cerró el primer cuarto del año, por cuanto por efecto de la extensa cuarentena y la profundización de la recesión, los consultores privados estiman que la retracción del empleo precario, como se denomina a los puestos en negro y el cuentapropismo, fue notablemente más intensa que en el segmento formal, pese al leve incremento en el agregado de la administración pública.
Causas de las desvinculaciones
Pese a que el Gobierno mantuvo la prohibición de los despidos, la EIL detectó que en junio se constituyó en la segunda causa principal de las desvinculaciones, detrás de las renuncias, o cesantías prepactadas con el empleador, en comparación con un año antes.
De todas formas, Trabajo resalta: “En junio de 2020, las desvinculaciones se mantuvieron en un nivel históricamente bajo, igual al mes anterior, esto implica una reducción interanual de la tasa de salida del 55 por ciento”.
Por rama de actividad, la más afectada volvió a ser la construcción, con la reducción del 1,2% de la nómina, seguida por la industria y el transporte; mientras que en el mes repuntó levemente la industria financiera y el segmento de los servicios personales.
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