Industriales y constructores proyectan que la recesión va a desacelerarse en el tercer trimestre del año

En junio, ambos sectores registraron por segundo mes consecutivo repuntes de su actividad respecto del mes previo y atenuaron las tasas de caída en la comparación interanual

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La industria automotriz cerró julio con un incremento del ritmo fabril del 36,1% en comparación con junio, y atenuó la baja interanual a 1,5%,  y apuntala las expectativas de salida de la crisis
La industria automotriz cerró julio con un incremento del ritmo fabril del 36,1% en comparación con junio, y atenuó la baja interanual a 1,5%, y apuntala las expectativas de salida de la crisis

En junio de 2020, el índice de producción industrial manufacturero del Indec registró una baja de 6,6% respecto a igual mes de 2019, la menor desde que la Argentina entró en la etapa de cuarentena preventiva del Covid-19 el 20 de marzo último y que determinó el derrumbe de 33,4% en abril y 26,2% en mayo, y principales responsables de la disminución acumulada del 14,6% en el semestre, en comparación en todos los casos con igual período del año anterior.

Un fenómeno similar detectó el organismo oficial de estadística en el desempeño del “Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción”, dado que si bien mantuvo una tasa de receso de dos dígitos porcentuales en junio, 14,8%, respecto a igual mes de 2019, fue también sustancialmente menor a la observada desde febrero.

De ahí que en ambos los resultados obtenidos por la encuesta cualitativa sobre las expectativas para el trimestre en curso muestran la consolidación de ese proceso de búsqueda de lenta mejora de los índices en comparación con los meses previos, aun cuando aún no permiten vislumbrar el regreso a los valores de un año antes, cuando la economía en su conjunto ya acumulaba un avanzado proceso contractivo.

Expectativas en las manufacturas

El sondeo del Indec en la semana previa al anuncio de una nueva y más rigurosa prórroga del aislamiento social preventivo y obligatorio sobre las proyecciones de la actividad productiva y comercial del conjunto de las manufacturas para el tercer trimestre, en comparación con los niveles de similar tramo de 2019, arrojó la continuidad del sendero recesivo para una media de la mitad de las empresas consultadas, y apenas poco más del 10% de los casos que esperaban un punto de giro.

El resultado global en materia de previsión de producción, ventas al mercado interno y de exportaciones, fue en el promedio simple notablemente mejor que el relevamiento de apenas un mes antes, en ese caso para el período junio-agosto, entre 7% y 15% de los consultados

Sin embargo, el resultado global en materia de previsión de producción, ventas al mercado interno y de exportaciones, fue en el promedio simple notablemente mejor que el relevamiento de apenas un mes antes, en ese caso para el período junio-agosto, entre 7% y 15% de los consultados.

De ahí que si bien en el cotejo interanual esas expectativas prenuncian que continuará la recesión que, tras una breve pausa en diciembre de 2019, se inició en los primeros meses de 2018, comienza a aparecer como probable variaciones intermensuales positivas ajustadas por estacionalidad, de modo de homogeneizar la comparación de la actividad en un mes con 31 días con otro con 30, y de los sectores más dinámicos en la entrada de la primavera que en el invierno, y que se consolide la recuperación observada en mayo y junio, con lo que acumularía un ciclo de más de 4 meses con resultados positivos como no se registra desde fines de 2010. Sin embargo, para que eso ocurra habrá que superar algunos obstáculos.

Las expectativas de los industriales revelan la probabilidad de que se consolide la recuperación observada en mayo y junio, con lo que acumularía un ciclo de más de 4 meses con resultados desestacionalizados positivos como no se registra desde fines de 2010

Uno de ellos es que junto con la gradual reactivación del proceso fabril, será necesario que también tienda a normalizarse la cadena de pagos, aumente el acceso al crédito bancario y comercial, y empiece a regularizarse el desplazamiento de todos los trabajadores a sus fuentes de ingreso, en particular en el caso de los operarios que tienen que estar en las líneas de montaje y procesos fabriles.

Proyecciones de los desarrolladores

Un fenómeno similar al de los industriales detectó el Indec en el caso de las empresas vinculadas a la construcción, tanto de obras públicas, como privadas. Por un lado, se mantienen las tendencias recesivas en lo que respecta a la actividad respecto de los niveles del tercer trimestre de 2019; pero por el otro registró un saldo de respuesta negativa menor que en el mes anterior, entre los que esperan mejora y los que presupuestaron la continuidad de la recesión.

Industriales y constructores coincidieron en manifestar al Indec que sus expectativas de reactivar el empleo se mantendrá para casos excepcionales, prácticamente 1 de cada 16 empresas, en el primer caso, en contraste con casi 1 de cada 4 que anticipó reducción de la nómina en el trimestre en curso; y 1 de cada 10 la expandirá en el segundo, mientras que 1 de cada 3 anticipó que continuará reduciendo personal, ante la imposibilidad de sostener el plantel con el proyectado nivel de actividad para el resto del año.

Al respecto, los datos de AFIP dieron cuenta de que más de la mitad de los empleadores, incluidos los consorcios de edificio que registran un encargado, se anotaron en el plan para recibir la ayuda para el pago de los salarios de julio, a través del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción.

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