En julio no se detuvo la emisión monetaria del Banco Central para financiar al Tesoro. El último día del mes, la entidad conducida por Miguel Pesce transfirió $ 55.000 millones en adelantos transitorios, una especie de préstamo que aumenta la cantidad de dinero, para financiar al sector público. Así, el período cerró con giros por $ 220.000 millones entre adelantos y utilidades. La continuidad del financiamiento monetario genera dudas respecto a la capacidad de la autoridad monetaria de cubrir todo el rojo de las cuentas del Tesoro, que tiende a agrandarse cada fin de año. La esperanza oficial, mientras tanto, está puesta en el complemento que puede generar la colocación de deuda en pesos en el mercado local, ahora potenciada por el acuerdo para el canje de la deuda en moneda extranjera.
En el último día hábil de julio, el BCRA emitió $ 55.000 millones para financiar al Tesoro. Se sumaron a $ 70.000 millones transferidos el 24 de julio por el mismo mecanismo y $ 100.000 millones más en conceoto de giro de utilidades que tuvo lugar el 3 del mes. En total, restando la cancelación de adelantos, lleva a $ 220.000 millones la asistencia al fisco en julio.
No se trata, ni cerca, del mes de mayor emisión monetaria para cubrir el déficit. En abril, la suma había dado $ 310.000 millones en transferencias, al mes siguiente $ 430.000 millones y en junio $ 200.000 millones más.
En el año, la asistencia monetaria al sector público acumula casi $ 1,5 billón de pesos, es el 85% de lo que era -en promedio- toda la base monetaria en diciembre del año pasado. Y eso sólo en financiamiento al Tesoro.
Debido a la colocación de Leliq y de pases pasivos -que sacan pesos de circulación-, además de la absorción monetaria que genera la venta de reservas a cambio de pesos para contener el dólar, la base monetaria crece en lo que va del año algo más de un tercio de lo que se emitió para ayudar al fisco. Trepa $ 533.519 millones en los primeros siete meses del año.
Para mantener a raya la cantidad de pesos, Pesce debió más que duplicar el stock de Leliq que recibió. A fines de diciembre había $ 760.185 millones inmovilizados en las letras de liquidez con las que regula la masa monetaria. Al cierre de julio de este año, la cantidad de pesos “esterilizados” con ese instrumento ya alcanzaba $ 1,672 billón, un aumento de más de $ 912.600 millones (un 120% más).
La colocación de Leliq modera, al menos por ahora, el traslado a precios y tipos de cambio paralelos de la mayor emisión monetaria. Pero no sin costos: en lo que va del año el BCRA tuvo que pagar $ 363.187 millones de intereses debido a las tasas que paga el enorme stock de Leliq. Es casi el 70% de lo que creció la base monetaria en el año. Y riesgo de bola de nieve, porque el Central emite, coloca Leliq para contener esos nuevos pesos, las Leliq crean más dinero por los intereses que pagan y fuerza a emitir más Leliq para aspirar dinero.
Para lo que queda del año, según cálculos de Delphos Investment, el Banco Central va a tener que emitir otros $ 500.000 millones, que es todo lo que le permite su Carta Orgánica después de la masiva inyección de pesos de la primera mitad del año (el número puede variar algo porque el margen para adelantos transitorios depende, entre otras cosas, de la recaudación). El problema es que aún utilizando todo el límite, ni la emisión monetaria sería suficiente para cubrir el déficit.
Esto es porque según el proyecto de ampliación de presupuesto oficial, el déficit primario llegará este año a $ 2,2 billlones. Y si se le suma a eso el déficit financiero, el hueco a cubrir llega a $ 3 billones. Queda una brecha de $ 800.000 a $ 900.000 millones que habrá que conseguir de alguna parte.
La esperanza del Gobierno, sobre todo después del aporte en materia de confianza que genera el acuerdo para el canje de deuda en moneda extranjera, está en el mercado local de deuda en pesos. En los primeros meses del año el Ministerio de Economía trató de “reconstruir” el financiamiento en moneda local, reordenando una plaza que había quedado averiada desde el reperfilamiento de las Letras del Tesoro (Letes) en pesos del año pasado, luego de las elecciones primarias de agosto.
“Entendemos que el Tesoro debería ser capaz, como lo ha hecho en los últimos tres meses, de ir incrementando el volumen de financiamiento neto y comenzar a colaborar en la financiación del déficit”, dijeron a Infobae desde Economía.
En ese contexto, el mes pasado la cartera conducida por Martín Guzmán consiguió unos $ 100.000 millones en financiamiento neto, es decir, consiguió que le presten $ 100.000 millones más de los que vencían en el mes.
“Están llegando al tope del financiamiento monetario. Por eso sostenemos que van a tener que acceder a mas pesos por el mercado financiero. Emisión de deuda local. Esto es posible ahora que la curva en pesos está normalizada y hay acuerdo con los acreedores externos”, dijo Leonardo Chialva de Delphos Investment.
La cifra de poco menos de $ 1 billón necesaria, sin embargo, parece grande en un mercado que menos de un año atrás fue golpeado por el default de las Letes. Pero el cepo cambiario que impide acceder a divisas, los bajos rendimientos de los depósitos bancarios y la falta en general de vehículos en los que colocar pesos que pierden la carrera contra el dólar y la inflación pueden dar una mano.
“Todo es posible con esta cantidad de pesos que hay y tan pocas opciones”, dijo Chialva.
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