El Banco Central de la República Argentina (BCRA) informó hoy que suscribió la renovación del acuerdo de swap de monedas con el Banco de la República Popular de China, por un plazo de 3 años y que se encuentra en vigencia desde 2009.
El monto del swap es de 130.000 millones de yuanes, que equivalen a USD 18.500 millones, y en el proceso de renovación se eliminó el requisito de mantener un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tal como informó oportunamente Infobae.
“Estos acuerdos contribuyen a promover el fortalecimiento de las condiciones financieras para dar soporte al comercio y la inversión entre ambos países, promover una mayor estabilidad financiera y afianzar la relación entre ambos bancos centrales”, señaló la entidad presidida por Miguel Pesce en un comunicado.
El acuerdo renovado se divide en dos partes. La primera de ellas, por 70.000 millones de yuanes, fue firmada en 2009 por el entonces presidente del BCRA, Martín Redrado, y renovado en 2013 por Juan Carlos Fábrega y en 2017 por Federico Sturzenegger.
En 2018, en el contexto de la cumbre del G-20 y la visita del presidente chino Xi Jinping a Buenos Aires, se selló un swap complementario por otros 60.000 millones de yuanes, en el que se incluyó el requisito de que la Argentina mantuviese vigente un acuerdo con el FMI, algo que hoy la Argentina no está cumpliendo. El programa firmado por el gobierno de Cambiemos “ya no está activo”, según especificó el ministro de Economía, Martín Guzmán, al anunciar el acuerdo por la reestructuración de la deuda. El gobierno se prepara para negociar un nuevo programa para refinanciar la deuda de USD 44.000 millones.
En la renovación no fue incluida esa cláusula, firmada en 2018 por Guido Sandleris y el hoy todavía presidente del Banco Central chino Yi Gang, quien en las últimas semanas cerró a la distancia los detalles de la renovación tras conversaciones con Pesce.
Si bien el acuerdo fue cerrado entre ambos bancos centrales, no está separado de la relación política y comercial entre ambos países. China comenzó a ofrecer los swaps a bancos centrales de todo el mundo hace más de de 20 años y consiguió cerrarlos con más de 30 países, tanto emergentes como desarrollados. Su objetivo declarado en estos acuerdos ha sido la internacionalización de su moneda para conseguir que el yuan comenzara a quitarle espacio al dólar como moneda de reserva de valor. No obstante, no es un secreto que también utiliza estos acuerdos para apoyar su comercio exterior, llevar sus empresas a los mercados internacionales y defender sus intereses geopolíticos.
Qué es un swap de monedas
Un swap o canje de monedas es una herramienta que utilizan muchos bancos centrales del mundo para incrementar sus reservas sin costos, ya que técnicamente no es un préstamo. En este caso, la operación consiste en un canje de 130.000 millones de yuanes por pesos argentinos. Eso hace incrementar las reservas brutas del BCRA
Si el Central quisiera convertir esos yuanes o una parte de ellos en dólares para utilizarlos a la hora de intervenir en el mercado de cambios, tendría que solicitarlo al Banco Central de China. Solamente en ese caso, debería pagarle una tasa de interés a su contraparte que alcanzaría el 7% aproximadamente.
El BCRA logrará sostener el volumen de sus reservas sin mayor esfuerzo, pero deberá pagar si quiere aumentar su liquidez. El primer swap, firmado en 2009, sembró algunas dudas acerca de si era viable transformar los yuanes en dólares contantes y sonantes para poder usarlos en el mercado de cambios. Esas dudas se despejaron a fines de 2015, cuando en los primeros días de su gestión Sturzenegger, en el inicio de su gestión, negoció la conversión de yuanes por el equivalente a USD 3.000 millones, para ganar “poder de fuego” en la salida del cepo cambiario, que luego fueron reconvertidos a yuanes. Hasta el presente, fue la única oportunidad en la que se implementó ese mecanismo.
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