El día después fue de reacomodamiento. Tras conocerse el cuasi acuerdo con los acreedores privados, hubo toma de ganancias en acciones, baja del dólar y suba de los bonos en divisas.
Lo más impactante fue la caída del “blue” o dólar libre que bajó $ 8. “Fueron operaciones de aire -señaló un operador- porque concreta no hubo ninguna. Lo que se vio fueron colas mayores a las habituales, hasta horas tardías, ante los cajeros automáticos que entregan dólares. La mayoría de los que están en la fila son los que el día anterior compraron los dólares del cupo y ahora los van a retirar. Por eso espero que mañana la oferta de divisas sea mayor”.
Los que bajaron su cotización con operaciones concretas, fueron los dólares alternativos en particular el dólar Bolsa o MEP que cedió $ 5,72 (-4,7%) a $ 116,28. El contado con liquidación tuvo un aterrizaje más suave y perdió $ 2,82 y cerró en 119,18.
El Banco Central aprovechó el mejor clima para desacelerar la devaluación diaria. En bancos y casas de cambio el dólar subió 5 centavos a 76,69 lo que colocó al dólar solidario, que también estuvo demandado, aunque menos que el lunes, en $ 99,45. En la plaza mayorista el monto de negocios fue de nuevo elevado debido a la mayor generosidad del Banco Central hacia los importadores en medio del cepo cambiario. Se operaron USD 561 millones y la divisa avanzó 5 centavos (1 centavo menos de lo habitual) a $72,57. Nuevamente la autoridad monetaria abasteció de dólares a importadores y empresas con obligaciones con el exterior y vendió cerca de USD 100 millones.
Pero las reservas no sintieron el movimiento porque el oro subió nada menos que 0,83% y por primera vez en su historia quebró el techo de USD 2.000 al cerrar a USD 2.037 por onza y sumar ganancias en el año por 32,5%. Además, el dólar cayó 0,13% frente a las seis principales monedas. De esta manera se revalorizaron el euro, la libra esterlina, el yen, el dólar canadiense, el franco suizo y la corona sueca, divisas que también integran las reservas argentinas que subieron USD 63 millones a 43.411 millones.
Los bonos de la deuda fueron los grandes ganadores, porque los inversores se lanzaron a comprar especies con legislación local que estaban atrasados en sus precios por no ser tan representativos como los habituales y porque aparecieron compradores del exterior. Por eso el Bonar 2027 aumentó 7,78%, mientras el Bonar 2024 lo siguió con un alza de 4,40% y el Bonar 2020 con 4,10%. Los bonos con legislación extranjera, volvieron a ocupar su lugar. Los más representativos, que son mayoría en la cartera de los fondos que estaban en rebeldía, tuvieron alzas de hasta 5,75% como fue el caso del Par y de 5,47% cuando se trató del Discount. Pese a estas importantes subas, el riesgo país descendió apenas 8 unidades (-0,4%) a 2.111 puntos básicos.
En la Bolsa hubo tomas de ganancias, pero con una particularidad: cada papel que se vendía encontraba al instante un comprador. El monto de negocios lo dice todo: $5.610 millones, que representa 81% por encima del elevado volumen negociado la rueda anterior y 167% por encima de los negocios promedio de la semana pasada. Fue el día de más operaciones en el año y se vieron pedidos de inversores del exterior. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, pese a este entusiasmo por volver a la Bolsa, cedió 0,61%. Lo mejor de la rueda pasó por BYMA (+4,72%) y por Edenor (+4,08%). Los bancos soportaron una toma de ganancias que fue atenuada por el ingreso de nuevos compradores. Supervielle cedió 3,33%; BBVA, 3,26%; Macro, 3,23% y Galicia, 3,07%. El día anterior estas acciones habían subido entre 7 y 10%.
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron una buena rueda, aunque más moderada que la del lunes. Lo mejor pasó por IRSA Propiedades Comerciales (+6,1%), Loma Negra (+4%) y Transportadora Gas del Sur (3,8%).
Para hoy se espera un mercado más equilibrado. Los comunicados de las distintas cámaras empresarias fueron un apoyo al Gobierno. Por caso algunas se juntaron en un grupo para darle fuerza a la gestión presidencial como José Urtubey (Celulosa Argentina), Alejandro Simón (Grupo Sancor Seguros y titular de ADIRA), Marcelo Figueiras (Laboratorios Richmond), Martín Umaran (Founder Globant), Martín Cabrales (Cabrales SA) y Daniel Herrero (Toyota) entre otros.
Saben que ahora viene el tramo más duro de la negociación y no es con los fondos de inversión sino con el FMI que va a imponer condiciones antes de reperfilar los vencimientos de la deuda. Hablarán de ajustes, de baja del gasto, de reformas laborales, previsionales e impuestos. Esta va a ser la verdadera negociación para la Argentina post pandemia.
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