800 salas cerradas y estrenos postergados: el momento crítico e inédito para la industria del cine

"Necesitamos que se mantenga la ayuda del Gobierno, incluso, aunque podamos reabrir. Si la cuarentena continúa y el apoyo no llega -o, no hay mayores aportes- muchos cines van a cerrar", alertó Martín Álvarez Morales -presidente de la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantallas, y CEO de Cinemark y Hoyts Argentina- en una entrevista con Infobae

Salas cerradas y estrenos postergados: “Es un momento crítico e inédito para la industria del cine” (Shutterstock)

En marzo y con el inicio de la cuarentena más larga del mundo, más de 800 salas de cine y de las que dependen más de 7 mil trabajadores de manera directa o indirecta, tuvieron que cerrar sus puertas. A pesar de que ya tienen armado el protocolo para esa industria, su futuro es una incógnita y aún se desconoce cuándo podrán volver a la actividad.

En una entrevista con Infobae, Martín Álvarez Morales -presidente de la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantallas, y CEO de Cinemark y Hoyts Argentina- reveló la difícil situación por la atraviesa ese sector, pidió que se mantengan las ayudas del Gobierno aunque la actividad pueda volver a funcionar y advirtió sobre otra problemática. “Si hoy nos dijeran que nos permiten la reapertura de los cines pero no hay estrenos de películas, entonces, no nos conviene: vamos a perder aún más plata estando abiertos que cerrados”, expresó.

-¿Cómo está la industria del cine hoy?

Es uno de los sectores más golpeados. En el país, hay unas 800 salas de cine. Desde el 20 de marzo, no hay un solo cine que pueda operar y todos están manteniendo sus plantas de trabajadores. Lo peor de todo es que aún no tenemos fecha de reapertura: no hay una visibilidad de cuándo los cines volverán a reabrir.

-¿Cuál es la situación actual de los más de 7 mil trabajadores que emplean en la industria? ¿Cómo pagan sus salarios, los servicios y los impuestos?

El Estado está haciendo el aporte del ATP y estamos trabajando con el tema de las cargas sociales, por un error que se está corrigiendo en AFIP, ya que nos corresponde una reducción del 95% de las cargas sociales. No vendemos entradas, así que no estamos facturando, y las plantillas de personal de los cines son grandes.

No tenemos ingresos y, más allá de que el Estado esté haciendo el aporte del ATP, tenemos que pagar el alquiler, los servicios y los impuestos. Incluso, adelanto de ganancias para 2021, cuando las de este año son nulas.

Le pedimos al Estado una fecha de reapertura de los cines y que prorrogue -por lo menos por 6 meses- los beneficios que está dando para las industrias más golpeadas.

-¿Qué medidas económicas necesitan?

Varias, como reducción del IVA, no pagar el impuesto al cheque y que el ATP siga por un tiempo, aunque los cines puedan abrir. De manera directa o indirecta, damos trabajo a unos 7 mil empleados en todo el país. Puntualmente en Cinemark y Hoyts, tenemos unos mil empleados.

En otros países, los cines están recibiendo ayudas muy importantes, como en los Estados Unidos. En Uruguay, están por habilitarlos este mes.

Martín Álvarez Morales, presidente de la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantallas, y CEO de Cinemark y Hoyts Argentina

-¿Cómo es el protocolo que plantean para la reapertura de los cines?

Son muy importantes y los estamos armando en función de lo que sucede tanto adentro, como afuera de la sala de cine. Entendemos la distancia de metro y medio fuera de la sala y, también, en la fila. Pero, una vez que los espectadores están sentados frente a la pantalla, nadie habla. Por eso, planteamos que se deje una butaca libre, a la derecha y a la izquierda, y también, adelante y atrás del espectador. Si fueran espectadores convivientes, se dejarían dos butacas, tanto a los costados, como adelante y atrás.

Lo explico porque no es lo mismo que lo que pasa en un restaurante, en un bar o en un teatro, porque allí las personas hablan. Lo que contagia son, justamente, esas microgotas que se expulsan cuando una persona habla o grita. En un restaurante la gente se sienta a hablar e interactúa todo el tiempo, y no hay ni un metro entre los comensales de una mesa. Entonces, ¿por qué no podemos tener sólo una butaca vacía, ya que las personas no vienen al cine para hablar? Solo vienen a mirar una película.

Algunos cines independientes ya tuvieron que cerrar. Los que quedamos, estamos quemando la caja y tratando que la plata que nos queda se estire lo más posible para pagar los sueldos. Les pedimos a los proveedores que nos den más plazo para pagarles, programamos los pagos de los impuestos, etc.

-¿Cuándo estima que podrán reabrir? ¿Qué les dicen las autoridades?

La Ciudad de Buenos Aires está en fase cinco pero esto es movible, ya que está relacionado con la evolución de la pandemia. Si hay un rebrote, los plazos se van a mover. La única forma de que podamos volver a abrir es que el contagio esté en un rango en el que el Gobierno pueda pensar en habilitar las salas, de acuerdo a los protocolos. Pero nadie sabe cuándo va a ser, porque eso, depende de la evolución de la pandemia.

Jamás me imaginé que esto podría pasar. Creo que nadie estaba preparado para algo de estas características porque, de hecho, la pandemia está golpeando al mundo entero.

-¿Cuánto tiempo más podrán sostener esta situación sin trabajar?

No tenemos más tiempo y hay muchas empresas que están muy complicadas. Por eso, trabajamos en los diferentes frentes, para que el dinero que se recibe como ayuda se pueda seguir manteniendo. La situación es muy compleja, porque son muchos meses de cuarentena y no vemos la otra costa del río.

Si esto continúa así y la ayuda del Estado no llega -o no hay mayores aportes- muchos cines van a tener que cerrar. Hay muchos que van a desaparecer.

Unas 800 salas se encuentran cerradas desde el 20 de marzo y aún no tienen fecha de reapertura (Shutterstock)

-Si pudieran reabrir, ¿tendrían estrenos de películas para exhibir?

Esta es la segunda parte importante de la salida de la pandemia. Si hoy nos dijeran que podemos volver a abrir pero no hay estrenos de películas, entonces, no nos conviene: vamos a perder aún más plata estando abiertos que cerrados. Esto está probado en distintas partes del mundo, donde los cines se abrieron.

En los Estados Unidos, se hizo la reapertura de algunas salas pero tuvieron que cerrarlas por los rebrotes. Los estrenos de las películas importantes se frenaron, al no haber una buena cantidad de cines abiertos. Son películas que salen muchos millones de dólares y no es negocio si solo hay 20 salas de cine abiertas y 5 mil cerradas. Entonces, no hay manera de recuperar la inversión. Por eso, los estrenos se postergan hasta la reapertura de todos los cines.

Por otro lado, las salas que abrieron y no tienen estrenos -porque no los hubo- tienen una baja asistencia del público. Se tienen que dar las dos condiciones: que la autoridad competente habilite la apertura de los cines y que haya estrenos. Sin estrenos, al menos nosotros, no vamos a abrir.

Si abren la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, obviamente que los distribuidores de las películas van a ver que hay una gran cantidad de salas reabiertas y van a habilitar los estrenos. La posición de ellos es lógica, porque si solo hay dos cines con 800 personas, no van a dar un estreno importante, porque solo la campaña de marketing de promoción de una película tiene un costo altísimo.

Todo tiene que ser acorde a la cantidad de cines que puedan operar. Las distribuidoras, al no poder estrenar las películas, también están en una situación muy compleja. Se tienen que poder abrir los cines y, además, que se puedan estrenar películas: ambas cosas van de la mano.

Hay películas listas para estrenar que ya tenían fecha para junio y julio, pero tuvieron que posponerse por el cierre de los cines. La situación de la industria es muy crítica: realmente es un momento crítico e inédito. Hace 26 años que trabajo en esto y jamás vi algo parecido a lo que estamos viviendo hoy.

Algunas salas de cine de los Estados Unidos pudieron reabrir por unos días, pero tuvieron que volver a cerrar por los rebrotes (Shutterstock)

-¿Cómo se imagina su actividad en el mes de diciembre?

Espero que los cines estén abiertos. Lo importante es que se puedan abrir y se estrenen las películas, porque el cine va a resurgir sin ninguna duda: es una salida espectacular y la gente está ávida de eso. De hecho, en las encuestas que estamos haciendo para la reapertura, todo el arco exhibidor está trabajando en conjunto. En los resultados que arrojan, se ven que las ganas que tiene la gente de volver al cine es impresionante. Esas encuestas son extremadamente positivas.

Todos los cines tenemos que llegar a ese momento, porque la gente y el producto están: solo falta que podamos hacerlo.

-Si pudiera reunirse con el presidente Alberto Fernández, ¿qué le pediría?

Le pediría que continúe con las ayudas porque nuestra industria cultural, como la del cine, es muy importante para todos. Uno viaja, conoce, se ríe, sufre... pasa por muchas emociones y, además, se conocen otras culturas. Es un modo de viajar, no solo al exterior, también es una manera de conocer nuestra propia cultura de la mano del cine nacional.

Necesitamos que las ayudas del Gobierno se mantengan aunque podamos reabrir, porque los cines van a estar a full, como pasó en 2001 que explotaron de gente. Se sabe lo que el cine produce y eso va a seguir estando, pero tenemos que ver cómo llegamos a ese momento.

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