Gobierno vs. Mercado Libre: el Banco Central quiere que los pequeños comercios no paguen comisiones por vender con tarjeta y medios electrónicos

El BCRA presentó el proyecto "Transferencias 3.0" a los bancos y las fintech. Busca establecer un nuevo sistema que sea gratuito para pymes que facturen menos de $400.000 por mes, uno de los segmentos principales del negocio de Mercado Pago

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Pagos QR
Pagos QR

El Banco Central diseñó un proyecto denominado “Transferencias 3.0″ con el que aspira a impulsar cambios sustanciales en la forma en que los argentinos hacen sus pagos. El proyecto, que ya fue presentado por el BCRA a las entidades que reúnen tanto a los bancos como a las fintech en discretas reuniones por Zoom, apunta a expandir las transferencias electrónicas con otros mecanismos, como los pagos QR, fijando comisiones máximas y estableciendo un “tramo gratuito” para que los comercios que facturan hasta $400.000 por mes puedan aceptar pagos electrónicos sin costo alguno.

Si bien todos los actores del sistema financiero apoyan la expansión de los pagos digitales, muchos de ellos advierten que el principal perjudicado si este proyecto se cristaliza será Mercado Libre. Durante los últimos años, la empresa fundada por Marcos Galperín armó una red de más de 700.000 comercios que cobran con tarjeta gracias a sus servicios. En su mayoría, se trata de pequeños comerciantes y cuentapropistas que salieron del “solo efectivo” y comenzaron a aceptar pagos electrónicos.

El proyecto obligaría a Mercado Libre a darles su servicio a esos comercios en forma gratuita, siempre que facturen por mes menos de 7.500 UVAs, algo más que $400.000. “Mercado Libre armó toda la autopista para, en algún momento, empezar a cobrar el peaje. Ahora, el Central le dice que gran parte de ese peaje va a ser gratuito”, explicó un conocedor del sistema.

Marcos Galperin, cofundador y CEO
Marcos Galperin, cofundador y CEO de Mercado Libre (Patrick T. Fallon/Bloomberg)

El proyecto “Transferencias 3.0″ impulsado por el Banco Central aspira, según transmitió el BCRA al sector financiero, a crear “el instrumento de pago más eficiente del mercado” que incluirá, en un marco de interoperabilidad, a todo tipo de cuentas, virtuales y bancarias. La nueva plataforma aspira a reemplazar a dos herramientas lanzadas durante la gestión de Cambiemos en el Central: el Debin (Débito Inmediato), de escasa utilización, y los PEI (Pagos Electrónicos Inmediatos), un mecanismo que habilitó las transferencias bancarias inmediatas y gratuitas.

Esas transferencias serán el principal protagonista del nuevo esquema, planeado con una arquitectura abierta, en el que también convivirán las tarjetas de débito y de crédito, los pagos con código QR y otros sistemas más novedosos, como el pago asociado a un DNI o a un celular. Poco tiempo atrás, la Cámara Argentina de Fintech propuso al BCRA un plan de pagos con código QR interoperable, en el que un único sistema de esa clase de pagos aglutine a bancos y fintech. El Central respondió con el proyecto “Transferencias 3.0″.

Este último caso es el que promete la billetera electrónica Dimo, que permitirá transferencias de una cuenta bancaria a otra sin necesidad de utilizar la CBU; alcanzará con que el que envía el dinero y el que lo recibe estén registrados mutuamente en su agenda telefónica. Dimo será lanzado en septiembre por Play Digital, un nuevo jugador en el que están asociados una veintena de bancos líderes y que seguramente jugará un rol en el diseño de este nuevo esquema.

Para el comerciante que debe aceptar el pago, el costo será gratuito si su facturación no supera los $400.000 mensuales, ajustables por inflación. Si supera ese monto, habrá una comisión fija del 0,6%. De ella, el 0,4% será para el adquirente (Prisma, First Data, Mercado Pago y otros) y el 0,2% para la billetera digital o el banco del cliente.

Mercado Libre armó toda la autopista para, en algún momento, empezar a cobrar el peaje. Ahora, el Central le dice que gran parte de ese peaje va a ser gratuito (asegura un fuente del sector)

El Central planea un escenario de acceso universal a las cuentas, tanto bancarias como virtuales, y prometió un esquema regulatorio eficiente y barato, para incentivar la aceptación por parte de los comercios. Otro elemento ineludible para que el proyecto tenga éxito, según el Central, es la “usabilidad”: cobrar y pagar debe ser muy fácil y el usuario debe poder elegir entre todas las herramientas disponibles.

Pero en la Argentina del “solo efectivo” y el 40% de economía informal, pagar por vía electrónica implica no es solo una cuestión de convencer a usuarios y comerciantes para que se inclinen por una determinada tecnología. Es también convencerlo de que deben pagar impuestos. La expansión de los pagos electrónicos tiene relación directa con la presión impositiva. Un pago hecho por vía electrónica deja un registro que obliga tributariamente, algo que por supuesto no siempre ocurre cuando se paga en efectivo.

Miguel Pesce, presidente del BCRA
Miguel Pesce, presidente del BCRA (María Amasanti/Bloomberg)

El proyecto del BCRA, según pudo saber Infobae, sueña con un elemento central que depende de la AFIP e, incluso, del ministerio de Economía para su éxito. El Central apunta a que los comerciantes incluidos en el “tramo gratuito”, que facturen menos de $400.000 por mes, tampoco reciban las retenciones anticipadas de la AFIP, aún cuando después deban hacer la correspondiente liquidación de impuestos. De esa manera, la formalización que implica abandonar el “solo efectivo” no sería tan dura.

Al mismo tiempo, muchos en el sistema financiero entienden que sin una decisión política de quitar costos impositivos, el proyecto no tendrá el alcance deseado o, al menos, no lo tendrá en el segmento no bancarizado, aquel que se mueve exclusivamente en efectivo y, en general, en negro. El “tramo gratuito”, a su vez, podría funcionar como un incentivo para que los “adquirentes” salgan a buscar comercios de cierto nivel de facturación y no se preocupen por atender a los clientes más pequeños.

El Central apunta a tener a todos los actores bajo su control: bancos, emisoras de tarjetas, cámaras compensadoras, adquirentes de tarjetas y, por supuesto, las fintech. Y en este último punto, por diversos motivos, es claro que Mercado Libre nunca pasa inadvertido.

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