Mariela Mociulsky, sobre consumo y pandemia: “Los argentinos siempre recurrimos a aprendizajes de crisis pasadas”

La CEO y fundadora de Trensity habló sobre los principales cambios de hábitos de los consumidores y su relación con las marcas en medio de la pandemia

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Mariela Mociulsky, CEO y fundadora de Trendsity
Mariela Mociulsky, CEO y fundadora de Trendsity

Muchos de los cambios en el consumo y en la manera de trabajar que llegaron con la cuarentena y la pandemia de coronavirus pueden ser más permanentes de lo que parece. Según un estudio reciente de la consultora Trendsity, el desempleo se mantiene como la preocupación, con un 42% de los encuestados que consideran que pueden perder el empleo en los próximos meses.

El sondeo se realizó entre 1.000 personas, de entre 18 a 66 años y de diferentes sectores sociales y con cuatro focus group. Por el lado del consumo, sobresale que la mayoría se acercó a los comercios pequeños y se afianzaron las compras online. El 75% cree que se puede hacer un aporte al comprar a microemprendedores o comercios locales. Y el 11% realizó “compras anticipadas” para ayudar a negocios pequeños.

El estudio de Trensity destaca que las mayores preocupaciones económicas de los argentinos en la pandemia tienen que ver, además de la pérdida del empleo, con la inflación. “La inflación y la economía continúan liderando el ranking de preocupaciones de los argentinos. A lo que se suma el agravamiento de la situación laboral y el temor por los riesgos que enfrentan en términos de salud por la pandemia”, se destaca.

Perder el empleo es la mayor preocupación de los argentinos (Foto: Alejandro Santa Cruz/Télam)
Perder el empleo es la mayor preocupación de los argentinos (Foto: Alejandro Santa Cruz/Télam)

Infobae dialogó con Mariela Mociulsky, CEO y fundadora de Trensity sobre los principales cambios de hábitos de los consumidores y su relación con las marcas y las empresas en el medio de la pandemia.

— El temor al desempleo aparece como la principal preocupación, ¿qué otros temas están también afectando a los consumidores en este contexto?

— El futuro del empleo es un tema que preocupa mucho, genera ansiedad y temores. Por un lado porque confluye una crisis económica, en la Argentina pero también global, que achica la esperanza de emigrar que hubo en otras crisis. La pandemia implicó una migración forzosa a formatos de trabajo remoto, pero de manera sorpresiva, sin tener resueltos aspectos ni de infraestructura ni legales. En muchos oficios el trabajo remoto no es una opción y en otros sí pero también hubo empresas con suspensiones. El temor a perder el empleo por la coyuntura, a no poder sostener la empresa, a que lo que se ofrece deje de ser relevante, o a no tener las habilidades requeridas para los trabajos del futuro, son un cóctel que genera preocupación, angustia y depresión en algunos casos. Incluso el fervor del emprendedurismo sufre contradicciones. Los millennials son quienes están declarando mayores niveles de angustia, sus planes se vieron modificados. Si están terminando una carrera, surgen dudas sobre la adecuación de la misma para el mundo que viene, sus planes de viajes o de trabajar en el exterior también se ven comprometidos.

Los consumidores buscan cercanía y seguridad con las marcas, asegura la CEO de Trendsity
Los consumidores buscan cercanía y seguridad con las marcas, asegura la CEO de Trendsity

Por otro lado, es la generación que vivió el nacimiento y consolidación de Internet y la paradoja del conocimiento: todos conectados, generan más conocimiento y más rápido que nunca, pero ya van dos crisis grandes que los golpean en su camino laboral (2008 y la pandemia). Para los adultos mayores, pesa el temor a la obsolescencia, a no tener las habilidades requeridas o ser descartados por edad. Sin embargo, los argentinos siempre recurrimos a aprendizajes de crisis pasadas y un set de habilidades, hubo casos de reacciones rápidas tanto para sumarse a la digitalización como para desarrollar negocios relacionados con nuevas necesidades que surgieron en esta pandemia.

— ¿Cuáles considerás que son los cambios más profundos en el consumo?

— En el consumo, se resignifican las categorías, aunque no es para todos igual. Hay perfiles y también cambia mucho por nivel socioeconómico. Pero algo que atraviesa es la necesidad de seguridades, en cuanto a calidad, efectividad, avales, protocolos de producción, traslado y entrega. Hay una conciencia fuerte de vulnerabilidad, se busca estar protegidos, en los distintos estratos. En los niveles más altos, hoy pueden aprovechar cuotas o invertir en bienes como autos a buen precio. Los niveles medios invirtieron en mejorar su hogar para las nuevas funcionalidades como más comida casera o elementos de actividad física. La relación con las marcas se vuelve a evaluar, tienen oportunidad las segundas marcas, se esperan buenas promociones y ofertas. Si bien muchos encuestados declaran que consumían más de lo que necesitaban, se consume por deseo y no por necesidad y en países que ya abrieron hubo mucha demanda de productos prescindibles y hasta de lujo. De todas formas, el consumo responsable está creciendo. La sustentabilidad, transparencia y ética son valores importantes.

Los millennials son quienes manifestaron mayores niveles de angustia
Los millennials son quienes manifestaron mayores niveles de angustia

— El estudio habla sobre la cercanía emocional con las marcas. ¿Es un fenómeno que se da en todas las crisis?

La cercanía emocional es importante siempre, pero en las crisis es más relevante porque se espera cierta reciprocidad, que no abandonen a los consumidores, al país. Que entiendan realmente la situación y expriman su creatividad, flexibilidad y agilidad parra responder con soluciones que ayuden a vivir mejor. Y también al bienestar social. No es momento para mensajes autocentrados.

La cercanía emocional es importante siempre, pero en las crisis es más relevante. No es momento para mensajes autocentrados

— La brecha digital aparece como un problema que se agrava, ¿es una situación que puede empeorar luego de la pandemia?

— Las brechas pueden intensificarse. La brecha digital, de inclusión, de acceso al empleo. La pandemia aceleró muchas necesidades de cambios que están pendientes tanto en educación, como en capacitación de educadores que hoy deben ser “teledocentes”, como en regulaciones para la protección de los trabajadores en un sano equilibrio con las empresas.

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