Las medidas para combatir a los “coleros digitales” hicieron que la brecha cambiaria sea cada vez más rentable

No sólo aumentó el blue sino que por la menor oferta de dólares en el mercado informal, cayó 60% la diferencia entre la compra y venta, lo que incrementa la ganancia del llamado “puré”.

Guardar
Empleado bancario cuenta billetes de
Empleado bancario cuenta billetes de dólar, 16 mayo 2016. REUTERS/Kham

Paradoja de la maraña de regulaciones del Banco Central para el acceso al mercado de cambios oficial, los ahorristas que mensualmente están en condiciones de acceder a la compra de los USD 200 dólares permitidos maximizaron su ganancia en más de 10 puntos porcentuales desde la semana pasada.

Los esfuerzos de la autoridad monetaria por cortar la operación de los llamados “coleros digitales”, que ya bloqueó 400 cuentas para desarticular maniobras de compra de dólares con recursos destinados al pago de planes sociales, generó la previsible contrapartida de un aumento en el valor del dólar paralelo, que con mucho menor volumen ayer cerró en $136. Este salto del blue, sin embargo, no fue el único impacto. Al mismo tiempo que la acción del BCRA tuvo como resultado una ampliación de la brecha con el dólar informal, la diferencia entre las puntas compradora y vendedora en ese mercado cayó 60%, lo que hace a la brecha incluso más rendidora.

La cuenta es sencilla: hasta la semana pasada, en pleno auge de la operatoria por la cual con los fondos de los beneficios sociales y las cuentas digitales se accedía a los USD 200 habilitados para luego hacer el denominado “puré” -volver a cambiarlos en el mercado informal a una cotización más alta-, el dólar solidario cotizaba a $97,5 mientras que por venderlo en el mercado paralelo se obtenía un precio de $117. Es decir, una diferencia de 20% a favor quien recurría a esta maniobra.

Tras las medidas del Central, no sólo se amplió la brecha entre el dólar oficial y paralelo sino que además se redujo el spread entre las puntas en el blue, que cayó de $10 a $4. Así, al cierre de las cotizaciones de ayer cuando el dólar solidario se ubicó en $98,15 mientras que para la compra, el precio ofrecido en el mercado informal trepó a $136, la diferencia aumentó ahora a 33,5%. Claro que el volumen, ya en niveles bajos por la menor actividad económica en la cuarentena, se desplomó precisamente por los controles de la autoridad monetaria.

“Desaparecieron todos los que cambiaban los USD 200, ahora hay menos dólares aún”, explicó un operador del mercado. Con menos oferta, el precio dispuesto a pagar por parte de las “cuevas”, sube. “El negocio del dólar paralelo está disminuido desde hace meses. Sin los dólares que le aporta la construcción, rubro que se mueve en altos niveles de informalidad, y también con pocas ventas de inmuebles y autos, que suelen alimentar también la oferta del blue, se está secando ese mercado. La consecuencia lógica es que aumente”, detalló un analista.

Tras las medidas del Central, no sólo se amplió la brecha entre el dólar oficial y paralelo sino que además se redujo el spread entre las puntas en el blue, que cayó de $10 a $4.

En los últimos días, el Banco Central inhabilitó a más de 400 personas, titulares de cuenta digitales, para operar en el mercado de cambios, para evitar que se sortee el límite individual de compra de USD 200 y también las operaciones de “puré”. Quienes reciban los $10.000 del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) podrían, si tuvieran una caja de ahorro en dólares, comprar USD 100 en dos oportunidades a lo largo del mes y, de esa forma, generar una ganancia aproximada de 7.000. Ese movimiento está hoy bajo la mirada atenta del BCRA.

La situación cambia a la hora de comparar las cotizaciones del dólar financiero, brecha que se viene reduciendo en los últimos días mientras los primeros caen -el contado con liquidación cerró ayer en $115 y en $111 el dólar Bolsa- y el oficial mantiene su ritmo de leve suba. El mix de regulaciones oficiales y el mejor clima financiero por la reestructuración de la deuda, que hizo que los bonos en dólares subieran, se combinaron para achicar esa brecha. “Algunos inversores ven upside en la curva de pesos y les empieza a parecer caro el contado con liquidación por las expectativas que hay ahora respecto de la negociación de la deuda”, opinó el economista de EcoGo, Federico Furiase, quien destacó también el impacto de los controles.

Seguí leyendo:

Guardar