La industria del turf pidió que vuelvan en forma urgente las carreras, sin público y del debido respeto a los protocolos sanitarios, para garantizar la subsistencia de 80.000 puestos de trabajo que dependen de esta actividad.
Hace un mes atrás, la Gremial de Profesionales del Turf envió una carta al presidente Alberto Fernández. Con la firma de su titular, Eduardo Ferro, solicitó que se autorice el inicio de las competencias el 29 de junio, concluido el período de cuarentena en curso en aquel entonces.
En los fundamentos para ese pedido se señalaba que la falta de carreras y la imposibilidad de acceder a premios “desencadenaron” una serie de eventos perjudiciales en el corto y mediano plazo. “El éxodo masivo de caballos de las distintas villas hípicas y una marcada merma en la reinversión por parte de los propietarios provocarán la caída en la producción de caballos pura sangre y, tarde o temprano, desembocará irremediablemente en la pérdida de puestos de trabajo, tanto en la ciudad como en el campo”, explica la misiva que lleva la firma de Ferro.
En los próximos días se realizará la entrega de 41ª edición de las Distinciones Carlos Pellegrini en donde la industria premia a los mejores del 2019 y el tema excluyente será que desde marzo que el sector no tiene actividad. Hoy el sector realizará dos manifestaciones: una a las 11 de la mañana, en el hipódromo de San Isidro, y otra por la tarde en Olleros y Libertador, en el hipódromo de Palermo.
Hubo reuniones hace unos días atrás con el jefe de gabinete de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco y ayer otra con José Luis Giusti, ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad, en donde se pidió por la vuelta a la actividad.
Bianco explicó que hay un decreto presidencial donde se prohíben los espectáculos deportivos y eventos masivos, más allá que sean al aire libre y sin público, hasta agosto próximo por lo que no tienen la autoridad., aunque quisieran. Por lo que ahora les están pidiendo a los funcionarios que gestionen una excepción para que vuelvan las carreras sin público.
El sector lleva cuatro meses inactivos y asegura, están en riesgo los puestos de trabajo de “ochenta mil familias entre peones, vareadores, entrenadores, jockeys, veterinarios, herreros, forrajeros, rematadores, transporte, criadores, y propietarios. Esta “industria sin chimenea” se concentra en sólo cinco hipódromos en todo el país: Palermo, San Isidro, La Plata, Tandil y Tucumán.
El sector dice haber presentado un protocolo para volver a las carreras y que se puede hacer sin público. Debería resolver un cambio en los sistemas de apuestas ya que generalmente son apuestas que se hacen de manera presencial en la previa a que comience una carrera.
Julio Menditeguy, presidente de la Asociación de Criadores, le explicó a Infobae que están sufriendo “un merma” en la cantidad de caballos que hay en los centros de entrenamiento por estos cuatro meses de “parate” de las carreras. “La actividad no está parada, porque los caballos se siguen entrenando en las villas, lo que no se puede hacer es la competencia y sin la competencia se desfinancia al sector”.
La industria del turf tiene un modelo de negocio en el que por cada $100 que alguien apuesta $72 vuelven para los apostadores y el resto se los queda el hipódromo para gastos y premios. “Si esto no funciona, lo que sucede es que el sector sigue manteniendo los gastos de la actividad pero sin ningún ingreso. Y cada caballo que se va de la villa -que están en los hipódromos- y vuelve al campo de su propietario significa un trabajo menos en el hipódromo que no se recupera”, agregó.
Lo que no logran comprender, y que por eso los reclamos de mañana, es por qué tienen habilitada la circulación para el entrenamiento pero no para correr.
“Hoy todas las personas que están relacionadas al mantenimiento, cuidado y entrenamiento de un caballo pueden movilizarse. Pueden transitar por el sector del hipódromo en donde están los caballos y hay circulación. Los caballos se entrenan en la misma pista en la que luego corren. Sin embargo, no se autoriza la competencia cuando nosotros estamos proponiendo un protocolo en donde estén el jockey, dos personas más y habíamos pedido el dueño pero ahora ni siquiera. Que se corra sin público, que se habiliten las agencias de apuestas y que la industria vuelva a operar”, agregó Menditeguy.
Para el representante de los criadores de caballos de carrera hay una mirada sesgada de parte de la dirigencia política sobre la actividad, “como si esto fuera algo superfluo, pero la realidad es que hay una gran cantidad de familias que viven del turf”, reflexionó Menditeguy
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