El kirchnerismo duro sigue poniendo el ojo sobre la salida de capitales generada durante el macrismo. En ese plano, en las últimas horas resurgió el nombre de Demián Reidel, ex vicepresidente segundo del Banco Central durante la gestión de Federico Sturzenegger y, al igual que Luis Caputo y otros funcionarios económicos de Cambiemos, con pasado en JP Morgan.
Reidel y Caputo habían sido denunciados por el diputado Rodolfo Tailhade en 2018, tras movimientos del tipo de cambio en sincronía con operaciones de JP Morgan que habrían beneficiado a la entidad.
Tailhade también apuntó al patrimonio personal de Reidel. Más allá de su cuantiosa fortuna personal tras su paso por las grandes ligas de las finanzas, el legislador señaló en una sesión en la cámara baja que Reidel salió de la función pública con $16 millones más de los que tenía cuando ingresó, aproximadamente un millón de dólares al cambio de esos días, según informó NA.
Desde una de las vicepresidencias de la entidad, era el hombre de confianza del titular de la entidad para manejar el día a día de la mesa de operaciones. Ese rol fue clave para poner en marcha la desregulación del sistema cambiario y el desarme, pieza por pieza, del cepo que había impuesto el kirchnerismo
En las últimas horas el kirchnerismo volvió a posar su mirada en Reidel, apuntando a que mantuvo vínculos de asesoramiento con bancos y fondos de inversión estadounidenses mientras fue funcionario, algo que obviamente implicaría un conflicto de intereses. En el Congreso, la comisión bicameral sobre la deuda externa, que tiene en agenda la salida de capitales del gobierno anterior, podría ser otra instancia de investigación.
Reidel fue la mano de derecha de Sturzenegger durante los dos años y medio que estuvo al frente del Banco Central. Desde una de las vicepresidencias de la entidad, era el hombre de confianza del titular de la entidad para manejar el día a día de la mesa de operaciones. Ese rol fue clave para poner en marcha la desregulación del sistema cambiario y el desarme, pieza por pieza, del cepo que había impuesto el kirchnerismo.
En la city porteña siempre impresionó por dos motivos. Uno era su sólida formación académica. Reidel se graduó como físico en el Instituto Balseiro, tiene un master en matemática financiera en la Universidad de Chicago y un doctorado en Economía en la Universidad de Harvard.
La segunda razón para impactar eran sus estrechos contactos en Wall Street. Reidel no era un simple conocedor de ese mundo, sino que había sido parte de él, ya que combinó su vida académica con años de trader en Goldman Sachs y JP Morgan. El vínculo con este último banco es algo que todavía irrita en ciertos despachos del oficialismo.
Su paso siguiente fue transformarse en dueño de su propio fondo de inversión, QFR Capital Management. El foco de este hedge fund eran las monedas de mercados emergentes y sus seguros contra default (CDS, por sus siglas en inglés).
Tras acumular expertise en lidiar con el movimiento financieros que hacían los bancos centrales de esos países, su antigua amistad con Sturzenegger lo llevó a incorporarse a uno de ellos. Tras 15 años fuera del país, decidió dejar su departamento en el Soho neoryorquino y volver a la Argentina para integrar el Directorio del BCRA.
Tuvo un decidido protagonismo en la implementación del esquema de flotación libre del tipo de cambio, a través del cual se eliminaron todas las normas para comprar y vender dólares. También fue uno de los impulsores del esquema de metas de inflación, que preveía llegar al final del gobierno de Cambiemos, en 2019, con una inflación del 5%, un objetivo que obviamente estuvo lejos de ser cumplido.
Reidel no era un simple conocedor de ese mundo, sino que había sido parte de él, ya que combinó su vida académica con años de trader en Goldman Sachs y JP Morgan. El vínculo con este último banco es algo que todavía irrita en ciertos despachos del oficialismo
El archivo dejó una frase de Reidel en aquellos días en que las metas inflacionarias no se cumplían y desde muchos sectores políticos y económicos, incluyendo la jefatura de Gabinete de entonces, se pedía su modificación.
“Cambiar las metas de inflación es no tener metas de inflación”, sentenció en una conferencia de prensa en mayo de 2017. Pocos meses después, por decisión del gobierno las metas cambiaron hacia números más cercanos a la realidad. La decisión fue presentada a través de una conferencia de prensa, recordada en círculos financieros como el “28-D”, en la que la credibilidad del Banco Central quedó herida de muerta. En junio de 2018, desde el Ejecutivo le pidieron la renuncia a Sturzenegger y, junto con él, también Reidel dejó su cargo.
En febrero se supo que regresaba a EEUU como investigador senior del Centro Mossavar-Rahmani de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard. Allí llevará adelante un programa de investigación y tendrá como jefe a Larry Summers, ex secretario del Tesoro de los Estados Unidos y ex director del Consejo Nacional de Economía de EEUU que depende de la Casa Blanca.
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