La profundización de la recesión provocada por la extensión de la cuarentena decretada desde el 20 de marzo, parcialmente flexibilizada para algunas actividades y personas que no requieren del uso del servicio público de pasajeros, principal medio de traslado de la población trabajadora a sus fuente de ingreso, se manifestó en el deterioro del humor de las familias.
Según la encuesta realizada entre el 1 y el 14 de julio y en coincidencia con el endurecimiento de la cuarentena, el Índice de Confianza del Consumidor de la Universidad Torcuato Di Tella registra una baja 3,3% respecto a junio, informó la casa de altos estudios, sobre la base del relevamiento habitual de Poliarquía Consultores en los principales aglomerados de todo el país.
En la comparación interanual, el índice muestra una caída de 13,6% respecto a julio de 2019. Entre los componentes del ICC, el subíndice de Situación Personal baja 5,7%, el de Situación Macroeconómica baja 4,2%, y el de Bienes Durables e Inmuebles sube 4,3%, siempre respecto al mes anterior.
La aceleración de la tasa de inflación, con perspectiva de intensificación en los próximos meses, junto al cuadro singularmente recesivo y sin perspectiva de reversión en el corto plazo, se han visto rápidamente reflejados en la percepción de la confianza de los consumidores, en línea con el deterioro, a niveles muy bajos, del índice de “optimismo en la economía” que a comienzos de semana difundió la consultora Management & Fit.
Sin duda, la profundización de la crisis económica, con cierre de comercios y plantas industriales que si bien fueron autorizadas a operar enfrentan la restricción que impone la veda del uso del transporte público de pasajeros de sus trabajadores, afectó enormemente la confianza de los consumidores.
En particular entre quienes residen en el área del Gran Buenos Aires, porque sus fuentes principales de ingreso se encuentra en la Capital Federal. De ahí que en comparación con los índices pre cuarentena de marzo, se observó que la caída del índice general en 10,7% obedeció al derrumbe de la confianza en esa parte del AMBA en 19,9%, en contraste con un virtual estancamiento en el interior del país y suba de 4,7%, en todos los casos comparado con el sondeo de febrero último.
En comparación con el sondeo de febrero, pre cuarentena, el índice de confianza cayó 19,9% en el área del Gran Buenos Aires, se estancó en el Interior del país y repuntó 4,7% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Y si bien en comparación con un año antes, cuando la economía acumulaba más de 15 meses en recesión en CABA e Interior se mantienen mejores índices de confianza en los hogares, en todos los casos, traccionados por el creciente pesimismo que el relevamiento de Poliarquía Consultores para el Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT entre los habitantes del Gran Buenos Aires, las expectativas personales a un año resultaron más negativas en 18,4%; y 6,7% cotejadas con la medición previa.
Respecto de la distribución territorial, la confianza del consumidor cae 1,8% en Capital Federal, y se intensifica la disminución a 7,5% en el Gran Buenos Aires; mientras que por el contrario sube 3,7% en el Interior del País, donde, salvo pocas excepciones, el impacto contractivo del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio es notablemente menor, siempre respecto al mes anterior.
En tanto el desagregado de la medición por nivel de ingresos del universo relevado, la confianza del consumidor cae 2,2% para los encuestados el segmento más alto y se acentúa la baja a 4,3% para el conjunto de los sectores con menos recursos, siempre respecto al mes anterior.
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