La Fundación Libertad organizó la conferencia virtual “La Macroeconomía Argentina” con la presencia de cuatro ex ministros de Economía. Roque Fernández, Domingo Cavallo, Ricardo López Murphy y José Luis Machinea analizan las condiciones macroeconómicas en tiempos de pandemia y de dilatada reestructuración de la deuda.
La charla con los cuatro ex ministros de Economía comenzó con un debate sobre la actual gestión del Gobierno de Alberto Fernández frente a la pandemia del conoravirus.
De acuerdo a Domingo Cavallo, el Gobierno no tenía muchas alternativas y se posicionó bien al conseguir tiempo para preparar el sistema sanitario. “La dificultad radica en que se ha logrado aplanar la curva pero no se sabemos hasta cuándo puede continuar el peligro de los contagios. Ya no se puede pensar en mantener la cuarentena indefinidamente”, expresó.
“La crítica que se puede hacer es que se burocratizó demasiado el proceso de flexibilidad, de tener que pedir autorización para poder operar, para poder moverse es bastante ineficiente. Pero es una dificultad que no se puede atribuir a la actitud del Gobierno”, agregó.
Sobre el manejo económico, Cavallo destacó que el Gobierno tampoco tenía muchas alternativas. “Todos los países del mundo han tenido que dedicar recursos a atenuar los efectos sobre los vectores más afectados: trabajadores y empresas. Dada nuestra situación fiscal no había otra alternativa que la emisión monetaria”, destacó.
El ex ministro también señaló que apelar a la responsabilidad individual en lugar de las restricciones a la libertad no hubiese sido correcto porque la población argentina no tienen la misma actitud que otros países, como Uruguay.
A su turno, Ricardo Lopez Murphy enfatizó que el Gobierno, cuando asumió, subestimó los problemas de Argentina, en términos de los desequilibrio fiscales, problemas institucionales, el mercado de capitales y la baja inserción internacional y hubo un manejo arbitrario de las cuestiones económicas.
“Sobre esa base entramos a la pandemia. Había dos instancias, una más inmediata que era tomar un tiempo para preparar a la población con una inmensa campaña de difusión y poder organizar las facilidades de salud pública; pero la clave era armar un sistema de testeos que asegurara un seguimiento de las personas y confinamiento de los vulnerables”, aseguró.
Para López Murphy, el antagonismo entre economía y salud es un error. “Esta estrategia de tener encerrada a 120 días era inviable y con un daño económico extraordinario y una estrategia mal planteada”, afirmó. También criticó la enrome concentración de población en grandes urbes que se dio en los últimos 70 y 80 años.
José Luis Machinea coincidió en que la cuarentena es un instrumento para ganar tiempo pero cuestionó que se haya llegado tarde con otras herramientas, como los testeos. “Subestimamos el problema, como una gripecita, y cuando llegó el momento de comprar los test, ya no estaban”, dijo. El ex funcionario destacó que a la Argentina la ayudó su herencia, con un sistema de salud que fue el mejor de América Latina. “Si bien está en decadencia, sigue teniendo más capacidad en cuanto a hospitales y cantidad de médicos que otros de la región.
Seguí leyendo