El movimiento de las cuentas del Sector Público Nacional registró en junio un resultado primario deficitario de $253.706 millones, se multiplicó por 38,5 veces el rojo de apenas $6.598 millones informado un año atrás, es decir fue más de 37 veces más profundo.
Claramente, el juego de pinzas que trajo la llegada de la pandemia del COVID-19, que llevó al Gobierno a decretar el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio desde el 20 de marzo y que aún perdura, fue el responsable de semejante deterioro del resultado de las finanzas públicas, porque por un lado los recursos totales apenas se elevaron 7,8%, y los tributarios 26%, muy lejos del 42,8% que marcó la tasa de inflación desde junio de 2019; y por el otro los gastos, antes del pago de intereses de la deuda, se expandieron 72,7%, casi la mitad por las medidas de asistencia que disparó la emergencia sanitaria.
De ahí que mientras los recursos totales se incrementaron en apenas $29.281 millones, a $402.899 millones; el gasto primario, antes del pago del servicio de intereses de la deuda, creció en $276.389 millones, a $656.605 millones. Así se llegó a un déficit parcial que superó el previsto para todo el año en el Presupuesto 2020 vigente y actualizado con 16 modificaciones desde el inicio del año, a través de Decisiones Administrativas firmadas por el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, y un Decreto de Necesidad y Urgencia por la pandemia, de $224.464 millones.
Se llegó a un déficit parcial que superó el previsto para todo el año en el Presupuesto 2020 vigente y actualizado con 16 modificaciones desde el inicio del año, a través de Decisiones Administrativas
Con el agregado del pago de $34.859 millones, por el servicio de intereses de la deuda pública, el desequilibrio negativo de junio se incrementó a $288.565 millones, un 326,2% superior al observado el año anterior, y equivalente a casi un cuarto del que hasta el presente informa la Secretaría de Presupuesto del Ministerio de Economía, de 1,19 billones de pesos.
Semejante deterioro de las finanzas públicas fue anticipado por Infobae, con datos de la Oficina de Presupuesto del Ministerio de Economía, y se explica por el severo impacto que sobre los recursos tributarios provocó la caída del PBI a un ritmo de más del 20% interanual en abril y mayo últimos.
Además, los ingresos de capital, originados en las rentas de la Anses acusaron una “caída de $50.507 millones (78% interanual) que se explica por la venta de activos fijos de empresas públicas registrada en junio de 2019 por un monto de $44.596 millones y, en menor medida, por menores recursos disponibles para el financiamiento del programa de Reparación Histórica”.
Severo impacto que sobre los recursos tributarios provocó la caída del PBI a un ritmo de más del 20% interanual en abril y mayo últimos
La baja real de los recursos fue parcialmente atenuada por el notable aumento de lo ingresado por el Impuesto a los Bienes Personales, y el nuevo Impuesto PAIS, que en conjunto aportaron unos $17.000 millones adicionales.
Gastos por la emergencia y algo más
Las medidas de asistencia que instrumentó el Gobierno para los sectores de menores ingresos a su cargo, como un bono especial para los jubilados, y para perceptores de la Asignación Universal por Hijo. Y en particular el Ingreso Familiar de Emergencia y el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP, junto con el programa Alimentar; las asignaciones en materia de Apoyo al Empleo y las medidas de contención sanitaria, explicaron por sí solos alrededor de la mitad del aumento total del gasto primario en comparación con el nivel del año anterior.
También se agregó el efecto de los crecientes subsidios económicos, en particular al sector energético, como contrapartida a la política de congelamiento de tarifas generalizado. Ese rubro registró un incremento de 114,8%, poco más de $26.000 millones.
Se agregó el efecto de los crecientes subsidios económicos, en particular al sector energético, como contrapartida a la política de congelamiento de tarifas generalizado. Ese rubro registró un incremento de 114,8%, poco más de $26.000 millones
“Respecto a las transferencias al sector público, aquellas con destino en las provincias registraron un incremento de $15.913 millones (304%), fue explicado por los giros a provincias en concepto de convenios especiales ($8.106 millones), erogaciones destinadas a reforzar las cajas previsionales no transferidas al SIPA ($2.098 millones), refuerzos a hospitales provinciales ($2.088 millones) y la asistencia al Fondo Nacional de Incentivo Docente ($1.722 millones)”, informó el Ministerio de Economía.
El economista Nadín Argañaraz, director del Instituto de Análisis de la Realidad Fiscal (Iaraf) destacó: “el resultado primario ha sido negativo en cada uno de los meses de 2020, acumulando hasta junio inclusive, un desequilibrio mayor al 3% del PBI, que sumados los intereses de deuda elevaron el déficit fiscal al 4% del PBI”.
De ahí que no son pocos los economistas que en sus proyecciones ya estiman para todo el año un rojo entre 5 y 6% del PBI.
Y advierte Argañaraz: “para financiar el déficit se ha recurrido a la monetización, siendo financiado hasta el momento con transferencias del BCRA al Tesoro, que totalizaron hasta fines de junio $1.252.000 millones, siendo récord en términos del PBI (4,3 por ciento)”.
La extensión de la cuarentena a gran parte de julio, aunque con alguna flexibilidad en el movimiento de las personas y habilitación de algunos servicios personales, hace prever otro mes con muy pobre desempeño de la recaudación de impuestos y nuevas medidas de contención social que volverán a elevar el gasto total a ritmo de dos dígitos altos.
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