“El problema inflacionario va a ser grave y pronto. No creo que el Gobierno vaya a poder tirar hasta las elecciones del año que viene sin enfrentar un riesgo de descontrol inflacionario significativo”, anticipó el ex ministro de Economía Domingo Cavallo durante una charla este miércoles.
Para Cavallo, lo más probable es que se produzca un fenómeno similar al Rodrigazo, al que describió como un aumento de muchos precios atrasados y una obligación del Gobierno de ajustar el tipo de cambio. Sin embargo, no fue tan contundente para hablar de una hiperinflación en el futuro, que la ve condicionada a la situación política.
“El descontrol del tipo hiperinflacionario y la fuga de la gente del dinero se produce cuando hay una situación de vacío político. Y si habrá o no vacío político de acá a 2021 no lo puedo predecir, pero me preocupa la falta de cohesión y coherencia y el abuso de los enfrentamientos internos que está teniendo este Gobierno, con lo cual podría llegar un vacío político antes de las elecciones del año próximo”, señaló Cavallo.
Cavallo habló sobre los riegos económicos de la pospandemia en una charla por Zoom que compartió con otros ex ministros de Economía y que fue organizada por la Fundación Libertad.
Ricardo López Murphy también coincidió en el riesgo de una aceleración de la inflación en el corto plazo. “El desequilibrio que se ha acumulado, con la cantidad de deuda que hay colocada en el Banco Central y la demanda de acumulación de intereses hace que a la salida de la pandemia o hay un programa de estabilización, de lo que soy escéptico, o vamos a un proceso de aceleración de la velocidad de la inflación que se da por este problema de haber emitido tanto”, destacó. Y señaló que la Argentina se acerca a un nivel récord de deuda colocada en el Banco Central.
“Tenemos un déficit primario que debe ser de 7 puntos del PBI, a menos dos puntos estamos con un déficit equivalente al Rodrigazo. O se produce una corrección muy grande de esos desequilibrios, que lleva a opciones dramáticas o la dinámica de ese desequilibrio adquiere vida propia”, alertó. Para evitarlo, señaló que se requieren medidas fiscales muy contundentes, que van en la dirección contraria al discurso del Gobierno, donde cada vez son más frecuentes las menciones a estatizar empresas, mientras el Estado tiene una crisis de financiamiento.
“Se necesita un programa de ordenamiento fiscal, de camino a la sensatez de dejar de decir disparates, como comprar empresas o ampliar los subsidios. Necesitamos como en diciembre de 1958 un programa de normalización. Sin normalizar los desequilibrios, nuestro sendero es muy preocupante y nos lleva a megainflación, como las que tuvimos entre el 75 y el 78, con un promedio de 3 dígitos”, advirtió.
A su turno, José Luis Machinea, otro ex ministro de Economía, habló de una situación similar a una “economía de guerra”, con un gasto excesivo pero donde normalmente no hay inflación. “Cuando termina el conflicto, la situación tiende a complicarse. Y el problema es cómo uno corrige los excesos del período de guerra. El interrogante es qué piensa hacer el Gobierno”, señaló.
En su opinión, no hay credibilidad en que el Gobierno sea capaz de adoptar en la pospandemia políticas económicas que tiendan a absorber el exceso de liquidez del mercado y reducir el déficit fiscal. “Tiene que ver con las contradicciones que tiene este Gobierno y la adopción de políticas extrañas. En ese contexto, hizo referencia al tuit de Leopoldo Moreau, cercano a la vicepresidente Cristina Kirchner, donde se manifestó a favor de la expropiación de Vicentín, el impuesto a las grandes fortunas y la estatización de Edesur.
“Hay un contraste extraordinario entre el presidente Alberto Fernández que fue al Council de las Américas y habló de iniciativa privada y la importancia del sector agropecuario. ¿El presidente está haciendo un discurso simpático en distintos escenarios o hay una diferencia entre el presidente y la vice?”, se preguntó.
Por último, Roque Fernández, señaló que se perdió la oportunidad de diseñar un plan económico cuando el Gobierno asumió en diciembre del año pasado. “Cuando eso no ocurre, lo que empieza a funcionar es la economía política. Las decisiones económicas que se toman teniendo en cuenta la situación política. Y el 2021 es un año electoral donde la Argentina va a tener muchas complicaciones”, indicó.
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