El presidente Alberto Fernández debutó en el Consejo de las Américas y en la previa al cruce de preguntas con la titular del COA, Susan Segal, participó de una ronda virtual privada en la que pudo conversar con los empresarios y fondos de inversión. Allí hizo referencias a los problemas estructurales de la Argentina que “no solo que no se resolvieron sino que empeoraron durante los últimos cuatro años”.
Según explicaron a Infobae fuentes que participaron del encuentro, Fernández hizo referencia a la situación en la que se encuentra la Argentina y anticipó algunos lineamientos de lo que será el plan post-pandemia para darle impulso a la economía. “Somos un país que atacó la pandemia con una cuarentena inicial y, con los resultados, hasta aquí no fue una idea equivocada. Eso tuvo un efecto en la economía inevitable porque la economía se paralizó, esto igualmente no es patrimonio nuestro, pasa en todos los países” y como si estuviera frente a las cámaras locales, repitió que los resultados son los mismos porque “el problema es la pandemia, no la cuarentena”
Así, en el encuentro privado que suele ser un almuerzo y que en esta ocasión fue virtual, el Presidente fue escuchado por Segal y el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello. Pero también participaron de este encuentro reservado empresarios como Jeffrey B. Kratz (Amazon); Ali Moshiri (Amos Global Energy Group); Raúl Padilla (Bunge); Clay Neff (Chevron); Jordi Botifoll (Cisco); Martín Eurnekian (Corporación América); Scott Thomson (Finning International); Carlos Zarlenga (General Motors); Adriana Noreña (Google); Gerardo Mato (HSBC); Martin G. Marrón (JPMorgan); Paula Santilli (PepsiCo); Om Arora (Pfizer); y Andrés R. Gluski y Julian Nebredra (The AES Corporation).
Por parte de los privados, hubo promesas de inversiones. Por lo menos así lo hizo saberel JP Morgan Chase, quien señaló que tienen en el país el centro operativo que brinda servicios para otras filiales del mundo con 2.000 empleados y que el objetivo es contratar 300 más hasta fin de año.
Las tecnológicas como Cisco, Amazon y Google se mostraron satisfechas con el trabajo de la cuarentena y el uso de las plataformas y hubo preguntas sobre qué planes tiene el Gobierno para la transformación digital, en especial para las pymes.
Desde Pfizer se felicitó a la gestión de Fernández por la gestión frente al COVID, y ratificaron que las pruebas para la vacuna comenzarán en agosto y que seguirán en conversaciones con el gobierno argentino. A su turno, Carlos Zarlenga, presidente de General Motors South America, aseguró: “Seguimos invirtiendo en la Argentina, reanudamos la producción en la fábrica de Rosario y estamos exportando para Brasil”.
Donde se escucharon más reclamos fueron de los rubros energía y minería. Vaca Muerta fue el centro de buena parte de los comentarios. Los empresarios aseguraron que la inversión extranjera “crea empleo” y expresaron que se mantienen el compromiso “con el gobierno de Argentina y con nuestro socio YPF para potenciar el sector”. No todas fueron rosas: desde esos dos sectores también llegaron las dudas sobre “qué medidas se tomarán” para atraer más capital privado y qué pasará con el “cepo”.
“Hay oportunidades, deseamos poder invertir más pero con los controles se complica, queremos invertir más en el país, pero queremos saber cómo seguirá el control de cambios”, remarcó un ejecutivo estadounidense desde la pantalla de la videollamada.
Fernández estuvo acompañado del ministro de Economía, Martín Guzmán y dijo tanto en el encuentro privado como en la entrevista pública que la propuesta presentada a los acreedores era la última oferta que iba a hacer la Argentina para el canje de deuda. El mensaje fue claro tanto para algunos ejecutivos de los fondos acreedores que estaban en el encuentro privado como para los CEO de las empresas que tienen inversiones en el país y que tienen relación con esos acreedores.
Respecto a los controles cambiarios, también los relacionó con el tema de la deuda y señaló que con un acuerdo de canje se podría empezar a trabajar en una flexibilización.
Tenemos necesidad de que los inversores del mundo vengan a explotar nuestras riquezas, nuestros recursos naturales, porque hay mucho para hacer. En líneas generales fue una exposición muy sana (Grinman)
El mensaje de Fernández giró sobre la solución a la deuda. Y las preguntas de los empresarios sobre la salida a la crisis y los controles. “Alberto fue correcto en su discurso, nadie puede disentir con lo que dijo. Sin embargo muchos dudan acerca de los logros que pueda alcanzar, y de cómo se afrontará la post-pandemia”, aseguró un alto directivo de una automotriz local.
Mario Grinman, secretario de la Cámara Argentina de Comercio, participó de la reunión y le dijo a Infobae que fue la exposición del Presidente fue “honesta, realista de la situación compleja que tiene el país, diciéndole a los acreedores que hemos hecho el mayor esfuerzo y hemos presentado la mejor propuesta que el país entiende que se puede hacer cuidando los intereses de todos los argentinos y también tratando de no perjudicar a los acreedores”.
Fue prolijo, intentando apelar a la conciencia internacional y nacional a efectos a buscar una salida al capítulo de la deuda. Es claro que se necesita una salida sustentable (Urtubey)
Por otro lado, el empresario señaló que Fernández mostró un panorama “bastante optimista para el futuro de la Argentina” y que señaló la “necesidad de que los inversores del mundo vengan a explotar nuestras riquezas, nuestros recursos naturales, porque hay mucho para hacer. En líneas generales fue una exposición muy sana”, finalizó Grinman.
En esa línea, José Urtubey de la Unión Industrial Argentina, se refirió a que el discurso y el planteo que presentó el Presidente fue “prolijo, intentando apelar a la conciencia internacional y nacional a efectos a buscar una salida al capítulo de la deuda. Es claro que se necesita una salida sustentable”, explicó.
A la hora de señalar el posicionamiento argentino, Fernández dijo que una propuesta más favorable para los acreedores podría suponer “una promesa imposible de cumplir”. Fernández llamó a “no estafar” a los acreedores “prometiéndoles algo” que Argentina no puede cumplir en el camino a reestructurar bonos por valor de 66.000 millones de dólares.
Seguí leyendo: