El gobernador Mariano Arcioni dio el visto bueno y los ministerios de Salud y de Economía de la provincia de Chubut avanzaron en lo que será la creación de una empresa estatal provincial para el cultivo y comercialización de cannabis de uso medicinal.
La intención de la provincia patagónica es copiar el modelo que ya se estableció en Jujuy en donde Gerardo Morales creó un empresa que ya se encuentra cultivando cannabis a la espera que se publique en el Boletín Oficial la reglamentación de la ley 27.350, que estableció un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor, de la planta de cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud.
Según explicaron fuentes de la gobernación de Chubut a Infobae el gobierno provincial creará una Sociedad del Estado con un capital inicial de 10 millones de pesos que tendrá entre sus funciones el cultivo y explotación de cannabis y sus derivados para uso científico, medicinal y terapéuticos. Pero también podrá producir, industrializar, y comercializar así como desarrollar la instalación y explotación de establecimientos, equipamientos y plantas industriales.
Así, la empresa que llevaría el nombre de Biofarmacéutica Chubut Sociedad del Estado (BioChubut), tendrá entre sus actividades según establece el estatuto de creación la adquisición, elaboración, fabricación, transporte, almacenamiento, distribución, comercialización, importación y exportación tanto de semillas como de plantas.
A diferencia del caso de Jujuy, en donde la empresa estatal Cannava está asociada con una compañía norteamericana Green Leaf Farms para desarrollar el cannabis, en Chubut en esta primera instancia la compañía estatal avanzaría en forma autónoma. Sin embargo, tiene autorizado asociarse con entidades públicas o privadas tanto locales como del exterior, por lo que podría contar con un socio extranjero.
Otro dato no menor es que BioChubut tiene autorizado la apertura de sucursales y locales fuera de la provincia, por lo que una vez que se reglamente la ley se podría adquirir cannabis para uso medicinal producido en Chubut en cualquier lugar del país.
Una vez que se apruebe la provincia buscará establecer una empresa que tenga en su principal objetivo la producción de aceita y, como es una empresa estatal, en su estatuto quedará establecido que destinará parte de la producción para el acceso gratuito para aquellos pacientes que necesiten la utilización de aceite de cannabis.
Aún falta definir dónde se establecería la producción teniendo en cuenta que, aunque la planta tiene resistencia a varios climas, el viento que suele tener la provincia no sería lo más adecuado para su producción.
La intención de Arcioni, al igual que la de Morales, es llevar adelante un modelo exportador de semillas de cannabis como el que hoy está desarrollando Colombia. El país sudamericano tiene estimado que las exportaciones de semillas podrían significar recursos por 17.000 millones de dólares.
Hay otras provincias interesadas en el desarrollo de este negocio. Corrientes, Mendoza, Buenos Aires, Misiones y San Juan son algunas de ellas.
La Argentina, con una gran trayectoria agroindustrial busca posicionarse en un mercado global que mueve más de USD 340.000 millones, ya sea en alimentos y bebidas o cuidado de la salud. A partir de esto es que se espera la nueva reglamentación de la ley de cannabis que hace apenas unos días atrás presentó el ministerio de Salud de la Nación en formato de borrador.
Aunque se sigue discutiendo la autorización o no del autocultivo, algo que el propio Arcioni prohibió a poco de asumir su primer mandato y que sólo está permitido en las localidades de Viedma y San Antonio Oeste, en la provincia de Río Negro, la expectativa en varios despachos de los ministerios de economía y producción de varias provincias está en aumento. Muchos ya vieron como las inversiones de varias compañías europeas y estadounidenses decidieron ir a otros mercados -caso Colombia-.
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