Los principales acreedores de la Argentina formularon hoy una nueva contraoferta para llegar a un acuerdo con la Argentina y ratificaron su rechazo a la que presentó el Gobierno.
Esto provocó que uno de los comités que ya habían aceptado, el de Fintech y Greylock, se partiera, indicaron a Infobae fuentes de este grupo. “Fintech y Greylock aceptaron la oferta, pero otros fondos no, por lo que decidimos salir del comité de acreedores de la Argentina”, indicó una fuente de Greylock. Todavía no fue identificado qué fondo podría haberse sumado al Ad Hoc y a los Exchange, pero podría ser GMO.
“El Grupo Ad Hoc de Accionistas de Bonos Argentinos, el Comité de Acreedores de Argentina y el Grupo de Accionistas de Bonos de Intercambio (Exchange Group), que colectivamente poseen más de un tercio de los bonos globales en circulación de Argentina y más de un tercio de sus bonos en circulación, se complacen en anunciar que nos hemos unido para presentar una nueva propuesta al gobierno argentino que cuente con el apoyo de todos los grupos de acreedores”, expresaron en un comunicado.
“La propuesta conjunta representa importantes concesiones económicas y legales de los tres grupos, incluido el hecho de que los nuevos bonos emitidos a cambio de los bonos globales existentes se regirán por una versión modificada del contrato de 2016. Creemos que nuestra propuesta mejorada: i) proporcionará el corto a largo plazo que Argentina necesita con urgencia, ii) brindará una solución sostenible a largo plazo que asegure el futuro del país y su acceso a los mercados internacionales de capital, y iii) proporcionará el marco legal necesario para alentar la inversión adicional necesaria para poner al país en el camino a la recuperación sostenida”, afirmaron.
“Simultáneamente con la presentación de la propuesta revisada, nuestros tres grupos también han firmado un acuerdo de cooperación reafirmando que la oferta actual de Argentina no alcanza una propuesta que pueda ser apoyada por los grupos acreedores. De conformidad con el acuerdo de cooperación, los miembros de los grupos de acreedores de Argentina no licitarán sus tenencias de bonos en la oferta de intercambio propuesta de Argentina. Confiamos en que una resolución consensuada está a la vista y que dicho acuerdo proporcionará un camino hacia un futuro económico sostenible para la gente de Argentina”, concluyeron.
Cabe recordar que ayer, en una entrevista al diario británico Financial Times, el presidente Alberto Fernández dijo que el Gobierno no tiene previsto mejorar la última oferta que presentó ante la comisión de valores de Estados Unidos (SEC), que tiene un valor promedio de 53 dólares. “No podemos hacer nada más”, afirmó Fernández en ese reportaje.
El Gobierno pasó de ofrecer USD 38 en su primera oferta a USD 53 en la última, pero hasta ahora solo consiguió la adhesión de parte de uno de los tres comités de acreedores, que integran Fintech, Gramercy y Grelylock, que, según el mercado, tiene menos del 10% de la deuda que el Gobierno planea reestructurar.
El Gobierno dejó abierto el canje hasta el 4 de agosto, pero fijó para un mes después el plazo para el intercambio de los bonos, por lo que tiene para seguir negociando hasta entonces.
En el primer canje, que cerró el 8 de mayo, el Gobierno consiguió una adhesión menor del 15%, aunque nunca difundió los resultados.
Y si bien el ministro Martín Guzmán siempre subrayó que no podía moverse de los parámetros de sustentabilidad que le marcaba el Fondo Monetario Internacional (FMI), tuvo que subir varias veces el valor de la oferta pero, aun así, hasta ahora no logró el apoyo de los tres comités de acreedores, que reúnen cerca del 40% de la deuda bajo ley extranjera que el Gobierno pretende reestructurar.
El apoyo que obtuvo el ministro de parte de la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y de importantes referentes académicos de la economía, no sirvieron para cambiar la actitud de los acreedores, que pidieron, como informó Infobae la semana pasada, que el Gobierno volviera a mejorar la oferta de USD 53 porque, de lo contrario, no la iban a aceptar y el país continuaría en el default en el que ingresó el 22 de mayo pasado.
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