La cuarentena consecuencia de la pandemia está dejando a muchos sectores económicos muy golpeados. Aunque el foco de la crisis, y de los contagios, está en la zona del AMBA hay muchos sectores con cobertura nacional que tendrán un 2020 para el olvido. Uno que viene arrastrando una seguidilla de malas noticias es el de los seguros. El anuncio de reperfilamiento de la deuda en agosto de 2018 en donde el Poder Ejecutivo Nacional definió un nuevo cronograma para atender las obligaciones de pago correspondientes a los títulos representativos de deuda pública nacional de corto plazo por USD 100.000 millones los golpeó fuerte, porque es acreedor neto del Estado nacional.
Luego, la nueva administración, también fue por un reperfilamiento de deuda y el 4 de marzo realizó un canje de un bono denominado Bogato 2020 que el 42%, lo que significaban $12.900 millones, estaban en manos de las compañías de seguro.
Y 15 días más tarde el Gobierno nacional anunció el comienzo de la cuarentena en todo el país, lo que significó el cierre de todos los comercios y locales y la prohibición de circular, con el consecuente efecto de la disminución de los riesgos de siniestros y también de ingresos para afrontar el pago de las pólizas, tanto por parte de particulares como de empresas, que llevó a recortar gastos, y los seguros aparecieron entre los primeros.
¿”Por qué tengo que pagar por un seguro si no utilizo el auto?” se comenzó a preguntar mucha gente. “¿por qué voy a pagar un seguro por un local que no puedo abrir?”, se cuestionaron otros. Y esto empezó a decantar en las compañías, aseguraron a Infobae fuentes del sector.
“Este es un mercado muy amplio y lo que se buscó en general en este contexto fue brindar soluciones a medida para cada uno de nuestros clientes. Ya si era cambiar la cobertura, el plan que tenían contratado, analizar si podíamos hacer o extender algún beneficio vigente así como asesorar a cada uno en lo que le convenía hacer. Es un contexto difícil que la única manera de salir adelante es entre todos. Eso implica estar a la altura y a disposición para buscar las mejores soluciones”, comentaron a Infobae desde una de las empresas líderes del sector.
Pero esos cambios no fueron suficiente para contener la caída que empezó a vivir el sector. Roberto Saba, titular de la Asociación Argentina de Productores Asesores de Seguros (AAPAS), dijo que el sector vive “una caída de pólizas y baja de coberturas que repercuten en todo, sobre todo en la recaudación de las compañías de seguros”.
“Lo que está sucediendo tiene varios matices. Por un lado hay rubros que están dando de baja la póliza porque saben que no van a operar este año, por ejemplo, los salones de fiestas infantiles. Pero, además, el dueño de ese salón que tenía un seguro contra todo riesgo para su auto, ahora lo bajó a terceros”, explicó Saba a Infobae.
Aunque reconoce que durante la cuarentena más estricta “bajó 70%” la siniestralidad de los autos, cree que ahora podría haber un pico por la salida masiva de conductores que hace meses que no manejan.
Durante la cuarentena más estricta bajó 70% la siniestralidad de los autos, pero se cree que ahora podría haber un pico por la salida masiva de conductores que hace meses que no manejan
Pero lo más preocupante para las compañías de seguro que dijo Saba es que al golpe financiero con el reperfilamiento, sumado a la cuarentena, dejó al sector inseguro frente al pago de las polizas. “No va a ser fácil para las compañías que están llenas de título del Gobierno pagar los siniestros. La diferencia del tipo de cambio y que tienen tantos bonos que contablemente están al 100% pero que cuando los quieran vender no van a obtener lo mismo ”, explicó.
Saba señala que hay algunas cosas que ayudaron a compensar. “Como los productores de seguros siguieron atendiendo a cada uno de los clientes lograron ver el termómetro del mercado, y se vio un crecimiento en segmentos como los seguros de vida y de la siniestralidad hogareña y de seguridad”.
Otro sector que está teniendo muchos problemas es el de las ART. Según confiaron referentes de las aseguradoras de riesgos del trabajo “desde el inicio de la cuarentena se perdieron alrededor de 300.000 cápitas, consecuencia de lo que se incrementó la tasa de desempleo”.
Hoy hay 9.510.250 trabajadores cubiertos pero con salarios atrasados -las ART cobran un porcentaje del salario- por lo que las ART perdieron ingresos vía la suba del desempleo pero también vía el atraso de las remuneraciones de los trabajadores registrados respecto de los costos que tienen que asumir. A esto, aseguran especialistas del sector, se le suma que muchas empresas se demoraron en los pagos.
“Con este escenario tenemos menos ingresos, pero el problema es más grave porque nosotros seguimos cubriendo los pagos de los tratamientos médicos, los traslados y los salarios. Tenemos menos ingresos y nuestros egresos se mantuvieron por lo que las empresas se están desfinanciando”, explicó una fuente del sector de las ART.
La contracara de esto son los seguros de vida que se mostraron con mucha vitalidad y mientras el resto de los seguros caía, este segmento generó desde fines de marzo un incremento de 30%, según dijo el vicepresidente de la Asociación de Aseguradores de Vida y Retiro (AVIRA), Fabián Hilsenrat, a la agencia oficial Télam.
El especialista le comentó a la agencia de noticias: “más recientemente, las nuevas ventas comenzaron a mezclarse con los mejoramientos de las coberturas ya existentes”, y precisó que “se trata de un público que conoce el producto, confía en su compañía y que creyó conveniente, dadas las circunstancias, revisar su nivel de cobertura incrementando el monto de su póliza. Y nuevas coberturas acompañaron este proceso: para autónomos con reconocimiento de lucro cesante por internación, pólizas para empresas por enfermedad o fallecimiento de sus trabajadores, seguros colectivos especiales para trabajadores de la salud, entre otras”, remarcó Hilsenrat.
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