Desde una única base de datos, con mecanismos de búsqueda que duran solamente segundos y en forma remota, puede accederse a la información básica de cada argentino. El Registro Nacional de las Personas (Renaper), el organismo estatal encargado de emitir documentos personales, se transformó en estratégico para empresas y gobiernos provinciales y municipales durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio de la pandemia del COVID-19, ya que maneja esa plataforma, denominada Sistema de Información Digital.
La proliferación de los smartphones (teléfonos inteligentes), junto a la tecnología de reconocimiento facial, disparó en la cuarentena la demanda de servicios destinados a autenticar la identidad de una persona a distancia, tomándose una foto de su rostro o de su Documento Nacional de Identidad (DNI).
La proliferación de los smartphones (teléfonos inteligentes), junto a la tecnología de reconocimiento facial, disparó en la cuarentena la demanda de servicios destinados a autenticar la identidad de una persona a distancia
Por estos días, el servicio de validación de la identidad a través de datos biométricos está a la orden del día para la realización de los permisos para circular como excepción a las restricciones. Pero su uso también tuvo un fuerte impacto en el sistema financiero. Más de 50 entidades, entre bancos y fintech, salieron a contratar la identificación biométrica del Renaper para validar la identidad de sus clientes, en particular para la apertura de cuentas.
Según datos del Renaper, desde el inicio de la cuarentena el uso de estos servicios se multiplicó por diez. La cantidad de validaciones de rostro saltó de 480.000 en febrero, a 1,2 millones en marzo y 4,5 millones en abril. Se trata del envío de la foto de la persona y de su DNI que piden las apps de bancos y fintech para abrir una cuenta. Una vez que recibió esa foto, el Renaper tarda entre 3 y 5 segundos en responder sobre la validez de su identidad, con una fiabilidad superior al 99 por ciento.
La tendencia del sistema financiero a facilitarle las operaciones a través de la tecnología se combinó con las restricciones de la cuarentena, en cuyo inicio las sucursales bancarias estuvieron dos semanas cerradas por completo. Desde entonces, funcionan en forma limitada, a través de la atención por turnos. Las soluciones biométricas trajeron entonces un doble beneficio: evitaron que los clientes se acerquen a los mostradores y redujeron costos.
Al mismo tiempo, la cantidad de validaciones de datos se disparó de 39 millones en febrero a 67 millones en abril últimos. Este servicio consiste en enviar nombre y apellido, sexo, número de DNI y del trámite del DNI de una persona para que el Renaper establezca si esos datos coinciden con un DNI original. Un “cliente” central del Renaper, en este caso, es la Secretaría de Innovación Pública, que tramita los permisos para circular.
La cantidad de validaciones de datos se disparó de 39 millones en febrero a 67 millones en abril últimos
“Como producto de la situación atravesada por el COVID-19, la demanda de servicios de validación remota creció fuertemente”, explicó Santiago Rodríguez, titular del Renaper.
“En la actualidad, el servicio de validación de identidad es utilizado por más de 150 instituciones públicas y privadas, como Migraciones, AFIP, Anses, PAMI, Innovación Pública (Mi Argentina), Ministerio de Seguridad, de Transporte, de Trabajo, Poder Judicial, Legislaturas y Colegio de Escribanos, así como empresas, principalmente del sector financiero”, agregó Rodríguez.
El funcionario destacó el caso de Cuenta DNI, la billetera electrónica gratuita del Banco Provincia que permitió abrir 1,5 millones de cajas de ahorro en forma remota utilizando la validación biométrica de Renaper. Con esta herramienta, pudieron cobrar los $10.000 del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) casi 600.000 personas a quienes la crisis del coronavirus encontró sin bancarización.
La necesidad de abrir una cuenta para cobrar el IFE fue otro factor que impulsó el uso de la plataforma del Renaper. A tal punto que a comienzos de junio en muchos bancos se habló de una situación de saturación del sistema, con demoras en la respuesta. La masiva apertura de la Cuenta DNI junto con las cuentas de bancos, de Mercado Libre y otras fintech generada durante la cuarentena, contribuyó a ese cuello de botella.
En lugar de saturación, en Renaper prefieren hablar de “una etapa de stress” que pudo ser sobrellevada a través de negociaciones con empresas y organismos públicos para “aplanar la curva” de la demanda. Admiten que puede ralentizarse en las horas pico, pero también destacan que el sistema nunca se cayó ni tuvo denuncias de fraudes o hackeos.
Puede ralentizarse en las horas pico, pero se destaca que el sistema nunca se cayó ni tuvo denuncias de fraudes o hackeos
Los bancos y fintech que abren cuentas en base a los servicios del Renaper deben celebrar un convenio con el Registro que posee los datos biométricos de todos los argentinos. Y pagar cada vez que lo utilizan. El “servicio de validación múltiple”, en el que se verifica la identidad mediante fotografía del rostro y del frente y dorso del DNI, cuesta $100. Cada verificación de identidad por medio de imágenes de huellas digitales, cuesta $15; con la foto del rostro (sin analizar el DNI), 5 pesos.
También hay que pagar $5 para verificar los datos básicos de una persona: nombre y apellido, sexo, número de DNI y del trámite del DNI. A su vez, los bancos públicos pagan $1 cada vez que piden esa información para una abrir una cuenta destinada al pago de beneficios sociales.
La plataforma del Renaper permite que en cada uno de esos trámites, cada nueva imagen recibida sea evaluada y si su calidad es mejor que la imagen ya almacenada, la reemplace. Este sistema de mejora continua ayuda a que empresas y organismos públicos ofrezcan buenas experiencias de usuario de sus apps y marcas comerciales.
La tecnología de reconocimiento facial, utilizada cada vez con mayor frecuencia en aeropuertos o estaciones de trenes con objetivos de investigación migratoria o de seguridad, es provista al Renaper por la empresa japonesa NEC y está disponible para los bancos desde 2018.
El Renaper se encuentra en un proceso de actualización de esa tecnología. “Estamos migrando hacia un software más avanzado, lo que en la práctica implica que una mayor cantidad de casos con fotos de menor calidad serán igualmente identificados; al mismo tiempo, será posible reducir a la tercera parte los tiempos de respuesta en el proceso de validación”, explicaron en el Registro, apuntando a evitar la saturación del sistema, al que la extensión de la cuarentena seguirá poniendo a prueba.
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