Pese a los insistentes reclamos del sector y los estrictos protocolos sanitarios presentados y aprobados por los gobiernos porteño y bonaerense, los shoppings quedaron afuera de esta primera nueva fase de flexibilización de la cuarentena en el AMBA anunciada este viernes por el presidente Alberto Fernández.
Según los plazos que imaginan las autoridades, recién podrían reabrir en la tercera semana de septiembre. Para agosto, mientras tanto, les ofrecieron el take away (que puedan retirarse los productos comprados por la puerta de los establecimientos), pero eso no les mueve el amperímetro. “Esos plazos son caóticos para el sector. Estamos tratando de convencer de que no sea así. De lo contrario, vamos a tener un montón de pérdidas de puestos de trabajo y empresas que no van a existir más”, anticipó a Infobae el gerente general de la Cámara Argentina de Shoppings Centers (Casc), Mario Nierenberg.
Con la experiencia de los shoppings del interior, que están abiertos ya desde hace dos meses, los empresarios del sector le plantearon al Gobierno que no han tenido reclamo alguno por parte de las autoridades provinciales y que, por otra parte, la circulación de la gente se redujo entre 40% y 50% respecto de los niveles pre pandemia. Por otra parte, detectaron en este tiempo que al no estar habilitados los patios de comidas ni los cines, las personas que van a un shopping lo hacen exclusivamente si necesitan comprar algo.
Los nuevos plazos son caóticos para el sector. Estamos tratando de convencer de que no sea así. De lo contrario, vamos a tener un montón de pérdidas de puestos de trabajo y empresas que no van a existir más (Mario Nierenberg)
“Ahora la gente se cuida de ir, además de que el transporte público interjurisdiccional no funciona y el jurisdiccional solamente está disponible para los trabajadores esenciales. Si a eso se le suma que la gente está reacia a consumir, no hay riesgos”, afirmó el gerente de la cámara, preocupado porque los shoppings no fueron tenidos en cuenta en esta primera etapa de flexibilización, ni tampoco lo serán en las próximas, según les informaron.
El directivo agregó: “Hay una idea equivocada de que los shoppings son sinónimo de aglomeración de gente. En Córdoba, Mendoza, Rosario, Santa fe, en ningún lugar sucede eso”.
Según Nierenberg, los funcionarios les aseguran que comprenden la situación y que “el protocolo es muy preciso y ajustado”, pero que lamentablemente en estas primeras aperturas el sector no está considerado. Probablemente, por las restricciones que se mantienen para el uso del transporte público de pasajeros, principal canal de movilidad de la población.
“Nos ofrecieron el take away, que es una aspirina para el problema que tenemos. Representa apenas el 5% de nuestra facturación”, remarcó el directivo.
¿En qué consiste el protocolo presentado por el sector?
En primer lugar, establece que no puede haber más de una persona cada 15 metros cuadrados, en los espacios comunes y dentro de cada local comercial. Además, prevé la existencia de una alfombra sanitizante al ingreso; la toma de temperatura; el control de los asistentes para garantizar que se cumpla con los 15 metros por cada persona; la disposición de alcohol en gel en el interior y personal capacitado para que mantenga el distanciamiento entre los asistentes al shopping.
Se utilizará personal que cada compañía ya dispone y que garantizarán en el momento que abran, para que aseguren el cumplimiento del distanciamiento social adentro y en la proximidad del local, agregó Nierenberg.
¿Cómo saber si el shoppings que tiene 15.000 metros cuadrados tiene 1.000 personas adentro? Hay muchos que tienen contadores de flujo de gente; de lo contrario, deberán disponer de alguién que cuente a los ingresantes y a los que salen del establecimiento. Para eso, aseguran en el sector, hay personal que va a estar entrenado para ese trabajo.
El protocolo dentro de los locales también deberá ser estrictamente cumplido. Y la empresa dueña del shopping se asegurará de que así sea. La regla de una persona cada 15 metros cuadrados deberá cumplirse al interior de cada comercio, por lo que si un local tiene 90 metros cuadrados, no podrá haber más de seis personas adentro al mismo tiempo.
La ropa no podrá probarse, así como tampoco el calzado; y si alguien regresa por un cambio, esa prenda deberá pasar por un proceso de sanitización antes de volver a ser ofrecido a uno cliente. Además, los vendedores deben tener todos tapabocas y disponer de alcohol en gel en cada tienda a disposición de cada cliente. “La empresa dueña del shopping le está encima al locatario para que se cumplan estas normas. No se puede dar el lujo de que lo clausuren”, indicó Nierenberg.
La empresa dueña del shopping le está encima al locatario para que se cumplan estas normas. No se puede dar el lujo de que lo clausuren
En momentos de temor al contagio y fuerte reducción en los ingresos de los consumidores, la estrategia de las compañías al momento de reabrir sus puertas deberá ser agresiva, si quieren seducir a los clientes.
Estrategias para atraer a la población
“Los shoppings siempre adoptaron medidas para que la gente sienta que ir es una buena experiencia. Algunos seducen con liquidaciones; otros por el artículo que ofrecen; otros porque ofrecen un regalo. Esperemos que nos permitan desarrollar estas habilidades”, dijo el directivo de la CASC.
Actualmente, de 125 shoppings que hay en todo el país, están cerrados 44 ubicados en el AMBA, 2 en Mar del Plata, 1 en Bahía Blanca y 1 en Chaco. En todos estos casos, las empresas no están cobrando los alquileres y las expensas, sólo el 20%. “Eso va a seguir así, no por decisión de los shoppings, sino por imposición de la locatarios. Nos van a mandar la ambulancia cuando estemos en el cementerio”, sostuvo Nierenberg, tras afirmar que ya un 20% de los comercios entregó las llaves o adelantó que lo haría en breve.
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