¿Quién es el sindicalista que está desafiando el poder de Hugo Moyano en el conflicto de Mercado Libre? Se llama Daniel Vila, tiene 56 años, se define como un aliado de Luis Barrionuevo y conduce desde hace siete años la Unión de Trabajadores de Carga y Descarga de la Argentina (UTCYDRA).
Por ahora, está rompiendo un récord: es el primer dirigente desde 2003 que resiste exitosamente el intento del poderoso Sindicato de Camioneros de quedarse con el encuadramiento de afiliados de otros gremios, en este caso de los 1.200 empleados que trabajan en el Centro de Distribución de 75.000 metros cuadrados que tiene la empresa de Marcos Galperín en el Mercado Central de Buenos Aires, en La Matanza.
Gracias a su alianza con Néstor Kirchner, Moyano expandió su poder por el crecimiento del transporte automotor de cargas y también porque empezó a disputarles el encuadramiento de trabajadores a otros sindicatos como Comercio, Alimentación, Tintoreros, Seguridad y Aguas Gaseosas. Pudo hacerlo mediante una doble vía: la presión extorsiva de los bloqueos a las empresas y, a la vez, el favoritismo político que permitía que el Ministerio de Trabajo siempre le diera la razón.
En 2011, el diario Clarín consignaba que con esos reclamos los Camioneros habían logrado “robarse” 26.000 afiliados del Sindicato de Comercio, 10.000 del gremio que agrupa a los trabajadores de seguridad, 5.000 de Aguas Gaseosas y unos 2.000 de Carga y Descarga. Pero el afán expansionista de Moyano no se detuvo, siempre basado en el lema: “Todo lo que tiene ruedas es nuestro”.
Es cierto que, además, en estos conflictos que se crean cuando se superponen las actividades representadas por dos sindicatos distintos incide de alguna forma la voluntad de los afiliados (además de la capacidad de las empresas de resistir la presión gremial) y en los últimos 15 años los Camioneros lograron acuerdos salariales que estaban por encima del promedio logrado por sus colegas.
En el conflicto de Mercado Libre, hay una empresa que no cedió ante la ofensiva moyanista y un Sindicato de Camioneros que ya no ejerce el liderazgo en el ranking salarial de la Argentina, además de un gremio como el de Vila que fue negociando importantes beneficios para sus trabajadores.
Para Moyano, el acuerdo alcanzado entre Mercado Libre y Carga y Descarga, que fue homologado durante el gobierno macrista, implica una “flexibilización laboral”, pero Vila brinda detalles sobre cuál es la situación de esos 1.200 empleados y por qué no quieren pasarse a Camioneros: con una edad de entre 18 y 23 años, cobran un salario bruto de unos 75 mil pesos, acaban de recibir un bono de 500 dólares como gratificación, les otorgarán la semana próxima un 10% de aumento a cuenta de las paritarias y tienen beneficios como un plus por guardería, gimnasio, comedor gratis “con un menú saludable” y transporte de ida y vuelta provisto por la empresa.
Según Vila, el acuerdo homologado el año pasado por el Ministerio de Trabajo estipula que los afiliados que están adentro del depósito de Mercado Libre son afiliados a su sindicato y los que están afuera, es decir, los que buscan los paquetes para distribuirlos, están encuadrados en Camioneros.
“Lo que plantea Pablo Moyano es una locura -dice Vila-. El problema de ellos es por haber perdido 1.000 afiliados, pero fue por la pandemia: es gente que dejó de trabajar porque no le cerraban los costos, se hizo monotributista y salió con su camioneta a hacer fletes para OCA o Andreani”.
Vila siempre tuvo un perfil bajo dentro del sindicalismo, sigue viviendo en la ciudad de La Plata, adonde nació, y su casa está a dos cuadras del célebre Mercado Regional, que es adonde comenzó a trabajar en la actividad de carga y descarga, y luego fue delegado durante once años.
Este hincha fanático de Gimnasia y Esgrima de La Plata se casó a los 17 años, tiene dos hijos (el varón, Gustavo, es abogado e integra el consejo directivo del gremio) y dos nietos.
Su vida cambió hace 37 años cuando llegó al sindicato de la mano del entonces secretario general, Alberto Cladera, y a partir de allí ingresó en “la facultad del gremialismo”, como le gusta decir a Vila ante sus amigos: tuvo distintos cargos en el consejo directivo y en la obra social.
En 2012, la muerte de Horacio Campos, titular del sindicato, le permitió llegar a la secretaría general y desde entonces ganó dos elecciones consecutivas que le permitirán seguir en el cargo hasta 2023.
Siempre estuvo enrolado en la corriente sindical que encabeza Barrionuevo, a quien Vila sigue siendo fiel y califica como “un crack”, e integró la CGT Azul y Blanca, hoy virtualmente desactivada, que creó el gastronómico cuando Moyano era un incondicional del gobierno kirchnerista.
De por sí, el gremio de Vila creció de los 2 mil afiliados que tenía cuando asumió a los 9 mil actuales, a través del crecimiento de la actividad en la zona portuaria, los depósitos fiscales, el Mercado Central y, por supuesto, el Centro de Distribución de Mercado Libre, uno de los lugares de la empresa de Marcos Galperín adonde este jueves se concentraron los bloqueos de Camioneros.
“Moyano pensaba que nos íbamos a quedar con los brazos cruzados, pero se equivocó -afirma Vila-. A la noche trajeron unos 300 tipos en autos y colectivos, pero nosotros ya teníamos 800 personas esperándolos. Se tuvieron que ir. Terminaron bloqueando los depósitos en los que hay afiliados de ellos porque nosotros trabajamos normalmente. Esto es inédito en el sindicalismo”.
Si el Sindicato de Camionero mantiene un importante poder y Hugo Moyano fue considerado un dirigente “ejemplar” por Alberto Fernández, Vila debería tener miedo de terminar perdiendo la batalla para retener a los afiliados de Mercado Libre. Pero el jefe de Carga y Descarga lo descarta: “¿Miedo? Vengo de un barrio humilde al que le decían El Churrasco. Yo los conozco muy bien a los Moyano. Y ellos me conocen. Tengo un líder como Barrionuevo que me enseñó un montón de cosas y llegué al sindicalismo con Cladera, que me decía: Danielito, si tenés miedo, comprate un perro”.
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