Desde hace cuatro meses, el coronavirus profundiza la crisis económica en Argentina. Consciente de ello, el Gobierno Nacional estudia junto con las administraciones de Ciudad y Provincia de Buenos Aires cómo flexibilizar la cuarentena en el AMBA, pese a que ambas jurisdicciones presentaron récord de casos de COVID-19 en las últimas 24 horas.
El temor se extiende al resto del país, que avanza en el desconfinamiento, e incluso a actividades que nunca dejaron de funcionar, ya que ante la aparición de un brote de contagios se debe cerrar y activar los protocolos para evitar la propagación de la enfermedad. Es el caso de ocho frigoríficos que debieron suspender su labor y la exportación de carne, ante la aparición de casos de coronavirus entre sus trabajadores.
El Servicio Nacional de Seguridad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informó este miércoles que dos frigoríficos fueron suspendidos y otros seis se autoexcluyeron transitoriamente del esquema de permisos existentes para exportar carne a China, luego de que se registraran casos de COVID-19 entre sus empleados.
”Esto se hace a modo preventivo y de común acuerdo con el sector, justamente para preservar un mercado tan importante como el chino. El país tiene 96 plantas habilitadas para exportar a China. Estos casos son frigoríficos en el que hubo algún caso de COVID-19 entre sus empleados”, indicaron desde el organismo.
Según explicaron fuentes del Senasa a la agencia Télam, la suspensión transitoria será por un período de 10 días “hasta poder monitorear y fortalecer los procesos”. Desde el organismo señalaron que la “Argentina no ha tenido exclusiones por parte de China, como sucedió con otros países” por el coronavirus.
Actualmente, el gigante asiático es el principal destino de la carne vacuna argentina: entre enero y mayo de este año absorbió el 76% de las 328.170 toneladas exportadas por el país.
En lo que respecta a los frigoríficos suspendidos, desde el Senasa detallaron que cuatro de esas plantas son de carne aviar, tres de carne bovina -dos suspendidos y uno autoexcluido- y otro de carne porcina. Además, indicaron: “Sacarlos de la lista de exportadores a China es una forma de cuidar el mercado ante la certeza de que las autoridades chinas son muy exigentes. Más allá de que hasta el momento no está confirmado ni mucho menos que se pueda contagiar por alimentos”.
En cuanto a los procedimientos que se activaron tras la confirmación de los contagios, puntualizaron que “ni bien se verifica la existencia de un caso de coronavirus entre los empleados, se para la planta y se procede a realizar un profundo examen”.
”Se aísla al caso de COVID-19 y se examina a todo el entorno. Si es necesario se pone en observación al resto de trabajadores que puedan haber tenido contacto. Si se comprueba que está todo bien, se vuelve a trabajar. Se está intentando que se haga todo en un plazo que puede ir de los 2 a los 7 días máximo”, señalaron las fuentes del organismo.
El pasado mes de abril, en la localidad bonaerense de Quilmes, se detectaron varios casos de coronavirus en el frigorífico “El Federal”. Uno de ellos, un empleado del Senasa, terminó muerto. Desde el Municipio clausuraron el establecimiento, aunque las autoridades del mismo hicieron caso omiso pretendiendo que los trabajadores continúen yendo pese al foco de contagios. Así, la administración de Mayra Mendoza terminó denunciando penalmente a los dueños de “El Federal”.
Justamente a fines de abril, el Ministerio de Agricultura presentó un protocolo para implementar en los frigoríficos. Entre las medidas, se instó a organizar los procesos productivos, tiempos y espacios de descanso para asegurar la distancia mínima entre trabajadores, reforzar las medidas de higiene personal y facilitar los medios necesarios, restringir al máximo el acceso personal de personas ajenas al establecimiento y delimitar zonas de acceso de vehículos de transporte de productos y materia prima.
Además se sugirió “evaluar la posibilidad de dividir al personal en dos grupos, un grupo activo y otro grupo inactivo”. “Este último reemplazará en caso que el primero se vea afectado. Para ello, se sugiere reducir la velocidad de faena, reducir el personal, aumentar el distanciamiento entre operarios, entre otras medidas tendientes a reducir el personal y establecer un grupo de reemplazo”, se agregó.
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