El ministro Martín Guzmán y su secretario de Finanzas, Diego Bastourre, se han propuesto no sólo cambiar el perfil de vencimientos de la deuda pública en negociación con los bonistas bajo legislación extranjera, sino también la estructura en términos de monedas.
Al respecto, a comienzos de semana emitió un comunicado en el que resalta: “Mientras en el primer trimestre de 2020 el porcentaje de refinanciamiento (rollover) alcanzó el 61%, durante el segundo trimestre este indicador superó el 100%, obteniéndose de este modo $11.305 millones de financiamiento neto gracias a la normalización del mercado de deuda en pesos”.
Y destacaba: “Impulsar la demanda de instrumentos en pesos constituye un pilar necesario en el proceso de restauración de la sostenibilidad de la deuda pública y de la estabilidad macroeconómica, permitiendo aliviar las necesidades relativas de financiamiento en moneda extranjera y amortiguar el efecto negativo de la carga de intereses sobre la balanza de pagos”.
El ministro Martín Guzmán y su secretario de Finanzas, Diego Bastourre, se han propuesto no sólo cambiar el perfil de vencimientos de la deuda pública en negociación con los bonistas bajo legislación extranjera, sino también la estructura en términos de monedas
Claramente, eso es lo que reflejaron los datos agregados del primer semestre 2020, pero no se cumplió esa premisa en junio, al convertir el total de compromisos del sector público en su conjunto. Los datos preliminares de la deuda pública al cierre de junio daban cuenta de un saldo de USD 322.014 millones en situación normal, y sube a USD 324.555 millones con el agregado de poco más de USD 2.540 millones en situación irregular, por no haber adherido a los canjes de 2005 y 2010 y el final de 2016. Significó una disminución en USD 226 millones en comparación con el registro de mayo, pero se elevó en USD 11.256 millones desde el inicio del gobierno del Frente de Todos.
Al desagregar ese total por tipo de moneda surge que mientras la porción nominada en pesos efectivamente aumentó en USD 8.394 millones bajo la presidencia de Alberto Fernández, y la constituida en divisas notablemente menos, USD 2.842 millones; en comparación con el registro de mayo, por el contrario, la deuda en moneda nacional se contrajo en el equivalente a USD 1.179 millones, en tanto el resto se incrementó en USD 943 millones.
Ese punto de quiebre en la estrategia buscada por el equipo económico en otro mes en que por efecto del proceso de renegociación de canje con los acreedores bajo legislación extranjera el Gobierno se abstuvo de colocar deuda en el mercado internacional, se explica por efecto de la “licuación” que la persistente devaluación de la moneda local provoca sobre el total de compromisos a tasa fija en pesos, en junio fue equivalente a USD 1.602 millones. En cambio, la que se ajusta por inflación, con un desfase de casi dos meses, al registrar una suba superior a la devaluación presente, determinó un incremento equivalente a USD 423 millones.
La porción nominada en pesos aumentó en el equivalente a USD 8.394 millones bajo la presidencia de Alberto Fernández, y la constituida en divisas notablemente menos, USD 2.842 millones
El resto de la deuda pública acusó sendos aumentos en junio en USD 560 millones en la tomada en esa moneda; USD 254 millones la nominada en Euros y USD 129 millones en el caso de la contraída en divisas diversas.
En el orden local, el más favorecido por la devaluación del peso fue quien justamente define el ritmo de variación del tipo de cambio, el Banco Central, porque pese a que nuevamente en junio se constituyó en una fuente relevante de financiamiento del gasto público, al responder básicamente al efecto de las transferencias al Tesoro de utilidades contables, el total de Adelantos Transitorios de la entidad se redujo en el equivalente a USD 210 millones en los “extraordinarios”, a largo plazo, a USD 7.476 millones; mientras que los ordinarios de corto plazo, que en general se cancelan al cierra de cada año y se renuevan al comienzo del siguiente, disminuyeron en USD 254 millones, a USD 9.055 millones, por efecto directo de la variación promedio del tipo de cambio en mes en 2,7 por ciento.
Menos títulos y más préstamos con organismos internacionales
El informe preliminar de la deuda pública al 30 de junio al que accedió Infobae permitió detectar también que en el último mes se registró una caída en el equivalente a USD 1.790 millones la originada en la emisión de títulos públicos, a USD 196.488 millones, en su totalidad correspondiente a la pequeña proporción de los nominados en pesos, habida cuenta de que la franja colocada en divisas creció en USD 307 millones, a USD 158.772 millones. Parte de esa baja fue contrarrestada con el aumento del stock de Letras del Tesoro en el equivalente a USD 1.372 millones, a USD 15.954 millones.
En tanto, los compromisos asumidos con organismos internacionales se elevaron en el último mes en USD 613 millones, principalmente con el BID, USD 339 millones, el Banco Mundial USD 191 millones y el Fondo Monetario Internacional USD 120 millones.
En junio sobresalió el aumento de la deuda con el BID USD 339 millones, el Banco Mundial USD 191 millones y el Fondo Monetario Internacional USD 120 millones
La mayor parte de esas variaciones se originaron en los efectos de la devaluación del peso, habida cuenta de que la deuda antes de ajustes por tipo de cambio y actualizaciones por CER de parte de los títulos públicos emitidos con los canjes de 2005 y 2010 se incrementó en USD 834 millones, dado que frente a vencimientos en el mes por USD 4.356 millones se registraron emisiones y colocaciones de títulos y Letras del Tesoro, más los citados préstamos de organismos internacionales por un total de USD 5.190 millones.
En el acumulado de los casi primeros 7 meses de gobierno de Alberto Fernández, el total de la deuda pública se elevó en el equivalente a USD 11.256 millones, desagregada en USD 8.394 millones en moneda nacional; principalmente con el Banco Central a largo plazo, por USD 7.117 millones; y el resto en divisas.
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