Luego del anuncio de hoy en el que el Índice de precios al Consumidor de junio aumentó 2,2% (y 42,8% en los últimos 12 meses), las consultoras privadas estiman que la inflación de julio seguirá en niveles similares a los meses anteriores, contenida por factores transitorios como el congelamiento de tarifas y los efectos de la cuarentena; pero advierten por una posible aceleración en los próximos meses, donde el indicador podría ubicarse por encima del 4 por ciento mensual.
“En un principio estimábamos una inflación de 4,1% mensual para julio, pero dados los números de alta frecuencia para las dos primeras semanas del mes, recortamos esa proyección a 1,5% mensual. En estas primeras semanas del mes no vimos grandes cambios en la dinámica inflacionaria de lo que venía siendo en los meses previos, indumentaria y equipamiento y funcionamiento del hogar continúan liderando claramente las subas del mes producto del auge del e-commerce en el transcurso de la cuarentena”, explicó el economista Santiago Taboada, de Orlando J. Ferreres & Asociados.
En el rubro de alimentos y bebidas hubo algunos aumentos moderados en las primeras dos semanas de julio, pero que se incrementarán por las subas en Precios Máximos y Precios Cuidados
Desde la consultora, aseguran que en el rubro de alimentos y bebidas hubo algunos aumentos moderados en las primeras dos semanas de julio, pero que se incrementarán a partir de la semana próxima por la decisión del Gobierno de autorizar subas tanto en Precios Máximos como Precios Cuidados.
La estimación es que puede haber una aceleración inflacionaria en los próximos meses, con cifras por encima del 4% mensual, por el efecto de la mayor emisión monetaria para atender las necesidades del Tesoro que está llevando adelante el Banco Central y la normalización de la actividad económica en todo el país y en especial en la zona del AMBA.
“Es probable que durante julio sigan operando los mismos factores que en en los meses previos de la cuarentena, que están explicando esta moderación en la inflación. Todos son factores transitorios que tienen que ver con las restricciones de movimiento en el marco del aislamiento y los impactos de la pandemia en la economía”, señaló Martín Vauthier, economista de la consultora EcoGo.
“Hay una mayor demanda de pesos precautoria y una reducción en la velocidad en la circulación del dinero vinculada a la incertidumbre sobre las familias y sobre las empresas. Con los controles cambiarios, esos pesos no pueden ir a dólares. Tener liquidez en pesos tiene algún valor y lo que hace es romper de alguna manera el canal de transmisión de la emisión monetaria al nivel de precios”, destacó Vauthier. Y también señaló otros factores como menores presiones en los costos por las paritarias anesteciadas, precios regulados, tarifas congeladas y rubros de bienes y servicios que hoy no tienen oferta.
Prevemos una aceleración de la inflación para el segundo semestre del año, pero a diferencia de unos meses atrás, esta aceleración no sería tan significativa en el tercer trimestre, sino en los últimos meses del año
La aceleración inflacionaria durante el segundo semestre va a depender de cuestiones como la política económica como resultado de la renegociación de la deuda, que en el caso de ser exitosa puede mejorar las expectativas y ayudar a sostener la demanda de dinero.
“Prevemos una aceleración de la inflación para el segundo semestre del año, pero a diferencia de unos meses atrás, esta aceleración no sería tan significativa en el tercer trimestre, sino en los últimos meses del año, cuando la cuarentena se levante y las paritarias se reanuden”, señaló Lorenzo Sigaut Graviña, de la consultora EcoLatina.
En la consultora Econviews estimaron para julio una inflación mensual de 2,5%, motorizada por la flexibilización de la cuarentena en casi todo el país y empujada también por el arrastre que dejó junio. Para la segunda mitad del año, esperan un mayor ritmo de inflación mensual, de la mano de una depreciación más rápida del tipo de cambio. “De hecho, en el primer semestre la inflación acumulada estará en torno a 13,2% y en el segundo semestre esperamos que llegue a 23,6%, para cerrar el año en 40%”, precisó la economista Lorena Giorgio.
Para los especialistas de la consultora Analytica la proyección de inflación para julio es de 2,1%. “Con un tipo de cambio creciendo al torno del 3% y precios regulados estables, los problemas de medición propios de la cuarentena y el congelamiento de precios y tarifas generan una inflación reprimida. Por lo que vemos una aceleración de precios hacia fin de año cuando aumente la movilidad y se permitan ajustes de precios. Durante esta etapa la inflación promedio oscilará en torno al 3,5% mensual”, estimó el economista Santiago Gambaro.
Por su parte, desde la consultora ACM coinciden en que los números de julio estarán por encima del 2% y que la inflación del resto del año dependerá del nivel de flexibilización de la cuarentena y de las medidas que pueda tomar el Banco Central (BCRA) sobre las tasas de interés y la absorción monetaria. “Vemos para fin de año una inflación cercana al 40% con alguna incertidumbre propia del escenario que estamos atravesando. Pero no vemos mucha mayor aceleración de la actividad económica y presiones inflacionarias en el corto plazo”, destacó Jorge Neyro.
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