La inflación de junio se ubicó por encima del 2% por primera vez desde el inicio de la cuarentena. Aunque en muchas provincias y distritos del interior bonaerense se encuentra en un contexto donde rige el distanciamiento social pero no así la cuarentena, por lo que muchas actividades volvieron a producir, el dilema que ahora está presente es que nunca regresó la demanda.
Así, junio se presenta como un mes particular no sólo por la cuarentena sino porque en algunas zonas del país los comercios están abiertos y en el AMBA se volvió a cerrar. Esto ayudó a que, según informó el Indec, la cantidad de precios relevados en el mes fue superior a la de mayo y la única división que debió imputarse por el nivel general fue la categoría Restaurantes y hoteles, debido a que la mayoría de los locales que la integran permanecieron cerrados.
Que el dato de inflación haya dado en alza tiene que ver con que ciertos productos mostraron aumentos. Aún con tarifas congeladas, precios congelados, poca demanda, sin aumentos salariales, hubo precios que mostraron incrementos.
La diferencia que se observa respecto a los aumentos de los meses anteriores es que esta vez la división Prendas de vestir y calzado (6,6%) fue la que mostró un mayor crecimiento a nivel nacional, y la que tuvo la mayor incidencia en la mayoría de las regiones.
Esta suba, a su vez, explicó gran parte del incremento que exhibió la categoría Estacionales (4,8%) en el mes. Los aumentos que se registraron en electrodomésticos, equipos de telefonía y otros equipos durables incidieron en los incrementos que se observaron en las divisiones Recreación y cultura (4,2%), en Equipamiento y mantenimiento del hogar (4,1%) y en menor medida en Comunicación (0,4%).
Las divisiones Educación (0,4%) y Otros bienes y servicios (0,3%) fueron las de menor aumento en el mes a nivel nacional, aunque con disparidad entre las distintas regiones.
Alimentos y bebidas no alcohólicas mostró una variación de 1%, donde las subas observadas en Pan y cereales, Café, té, yerba y cacao, y Verduras, tubérculos y legumbres fueron compensadas por aumentos más moderados, e incluso bajas, en el resto de las clases que componen la división.
Si se toma el ítem Alimentos y Bebidas, que es el que más pondera dentro del Indicador de Precios al Consumidor ya que representa el 23,4% del total del IPC nacional, se puede ver que el valor del tomate fue lo que más aumentó, con más de 11,1%, en segundo lugar quedó la lavandina. Empujada por un incremento en la demanda, el producto incrementó en 5,1% su valor en la góndola. En el tercer lugar del podio de aumentos quedó el zapallo en su variedad denominada anco con un aumento de 5 por ciento.
Si se toma el ejemplo contrario, es decir, como la estacionalidad también hace bajar el valor de ciertos productos, se observa como el valor del kilo de naranja cayó 14,3 por ciento, el de los limones lo hizo en un 8,7 por ciento y por último los fideos secos tipo guisero para los paquetes de 500 gramos que redujeron su valor respecto de mayo de este año en un 1,7 por ciento.
La división de Alimentos y Bebidas tampoco se comporta de la misma manera según la región. Si bien en algunas zonas del país la cuarentena ya se flexibilizó mucho más que en otros, eso no significó un cambio sustanciar en lo que se refiere a los porcentajes de incrementos. Mientras en el Gran Buenos Aires el aumento para la división fue de 1,2%, en la región Pampeana, donde hay más habilitaciones, fue de 0,8%; 1,6% en el Noreste y 1,1% en el Noroeste. En la región de Cuyo el aumento de precios para la categoría fue de 1,2% y de 1,1% en la Patagonia.
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