El aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) decretado por el gobierno de Alberto Fernández el 20 de marzo despertó el temor de desabastecimiento entre los consumidores que rápidamente buscaron acopiar mercadería, principalmente alimentos y productos de limpieza.
No obstante, tras más de cien días de cuarentena y luego de tres meses en alza, el consumo experimentó en junio una caída interanual del 4,1%, según indicó este martes un informe privado.
En el último mes crecieron las categorías de cuidados Covid-19, así como también la preparación de alimentos. En el otro extremo se ubicaron productos de consumo joven, como golosinas y snacks.
“A medida que avanzaron las fases de cuarentena, eso se tradujo en una mayor restricción de las actividades económicas e ingresos. Fuimos pasando de un efecto stockeo al inicio de la cuarentena, en marzo, con venta record en consumo masivo, a una desaceleración de ese crecimiento de abril a mayo en Fase 2 y Fase 3 de cuarentena, lo que desencadenó en una caída en junio”, explicó Damián Di Pace, titular de la consultora Focus Market.
“Cuando desagregamos la caída, los rubros más afectados son bebidas sin alcohol, con alcohol y limpieza. Sin embargo, también lo fueron categorías como snacks, golosinas y artículos para bebés. Para julio estaremos atentos a cómo impactará el cobro de paritarias, aunque será muy restringido”, añadió.
De acuerdo con el estudio dado a conocer por Focus Market, el valor promedio de ticket durante ese período se ubicó en unos 460 pesos, con seis unidades en puntos de venta de hasta 500 metros cuadrados.
El ticket de alimentos es el que más creció en valor y unidades a partir del aislamiento obligatorio, seguido por la compra de artículos de limpieza.
El análisis sostuvo que “el ticket de alimentos es el que más creció en valor y unidades a partir del aislamiento obligatorio, seguido por la compra de artículos de limpieza”. En ese sentido, consideró que ello modificó el aporte en facturación de las categorías para el canal ya que los productos la canasta básica se posicionaron como el “driver de crecimiento”.
El trabajo puntualizó que el segmento de bebidas fue el “más afectado”. Así, tras tres meses consecutivos con alzas, junio finalizó con una merma en el consumo del 4,1% con relación al mismo período del año pasado.
En enero y febrero había tenido variaciones negativas, dado que había mostrado disminuciones de 4,3 por ciento y 3,2 por ciento, respectivamente. Sin embargo en marzo, con un 16,6%, el consumo había logrado una marcada recuperación, para luego desacelerar el aumento en abril con un 9,8% y en mayo con 2,8 por ciento.
El consumidor privilegia los horarios de la mañana y hasta el mediodía para realizar sus compras, un comportamiento “opuesto al modo en que lo hacía un año atrás, cuando la mayor concentración se daba en la tarde y noche.
De ese modo, el semestre terminó con un incremento de 3,6% con el rubro de bebidas como el único con balance negativo.
El sondeo evaluó que el 45% de las visitas al canal de compras, “se generan los viernes, sábados y domingos”, mientras ganan “algo más de afluencia los lunes y martes”.
Reflejó que el consumidor "privilegia los horarios de la mañana y hasta el mediodía para realizar sus compras", un comportamiento "opuesto al modo en que lo hacía un año atrás, cuando la mayor concentración se daba en la tarde y noche".
En tanto, aseguró que en el último mes crecieron las categorías de "cuidados Covid-19", así como también la preparación de alimentos. En el otro extremo se ubicaron productos de consumo "joven", como golosinas y snacks.
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