El campo atraviesa un momento de elevada incertidumbre por los problemas que no se resolvieron hasta el momento: la inseguridad rural, las cuestiones cambiarias, la elevada presión impositiva, el temor al avance del gobierno a la propiedad privada como intentó hacerlo con la empresa Vicentin, y su intención de expropiarla, algo que no hizo por el amplio rechazo que tuvo el proyecto. Muchos de esos reclamos se expresaron en el “Banderazo” del pasado 9 de julio, con movilizaciones en más de 70 ciudades del interior.
En un contexto muy complejo y agravado por la pandemia del coronavirus, el sector agropecuario está dispuesto una vez más a aportar para la salida de la crisis. Desde diferentes ámbitos ya están pensando en el escenario de post pandemia, aunque se considera que habrá muchos obstáculos en el camino a recorrer. En ese sentido, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Jorge Chemes, dijo: “La economía argentina va por un enorme tobogán. El campo es un gran freno para esa abrupta caída”.
Y agregó: “El único movimiento en la parálisis argentina es el aumento de la recesión que ya se asemeja a la histórica caída de 2002. A esa señal de alarma se agrega la moral cínica y pendular de cuidar, por un lado, la soberanía alimentaria, y por el otro, ignorar la quema deliberada de alimentos. La política ya tiene otras viejas deudas con el campo: Previsibilidad, leyes de seguro multirriesgo, semillas, créditos, infraestructura, y planificación. No vamos a permitir que sumen a esa larga lista, la indiferencia frente al delito”.
Si bien el sector agropecuario expresó siempre su intención de colaborar con el Estado, productores y dirigentes reclaman al gobierno que presente un plan de contingencia para la salida de la crisis. Al respecto, el titular de CRA, sostuvo: “Sin esos valiosos datos, es un enorme desafío prepararnos para el futuro que estamos mirando de reojo, no sólo porque lo desconocemos sino porque no hay ninguna reseña oficial que nos diga dónde estamos parados y desde dónde y hacia dónde vamos a arrancar”.
En su habitual envió de declaraciones a los medios, el dirigente no hizo referencia a su respuesta personal a la vicepresidente Cristina Kirchner, quien había tuiteado sobre los atentados a los silobolsas. “Nos preocupa que una vicepresidenta de la Nación se tome a la ligera el vandalismo que hunde a productores y productoras en la inseguridad, que les quita el esfuerzo de casi un año y al país alimentos y recursos. Lamentable. A los argentinos y argentinas ya nadie les mete la mula”, escribió Chemes en la red social.
Inseguridad rural
El dirigente rural recordó que el sector sigue aportando fondos a las arcas del Estado mediante el pago de los impuestos, que debería destinarse a mayor seguridad, educación y salud. “Y es ahí, donde los productores quedamos a la intemperie. Sin escuelas rurales, sin hospitales ni centros de salud a mano, nos encontramos también con la indiferencia de los gobiernos provinciales y nacional frente a los sistemáticos ataques al campo”, comentó Chemes.
El presidente de CRA, sobre los ataques al campo, dijo: “Es una acción que arruina moral y económicamente a la familia rural y que a la par empobrece al país en alimentos y recursos, los funcionarios se alzan de hombros y miran para otro lado frente a pérdidas millonarias mientras obligan a los argentinos a ajustarse cada vez más la cincha. Es curioso que el Estado tenga el minuto a minuto del movimiento económico de un productor, gracias a un andamiaje impositivo que no permite sortear un sólo casillero, pero no pueda esclarecer siniestros con la misma lupa con la que controlan nuestras cuentas”.
Por último, Jorge Chemes manifestó: “Es una economía atada con alambre, donde todos los índices dan negativos y no hay un plan para remontarlos. El campo, cuya capacidad de movilización ha dejado a muchos un sabor amargo en la boca, enfrenta hoy la táctica del desgaste y la desmoralización. Sin embargo, la política debería considerar que los productores estamos templados. En las últimas décadas, como históricamente lo hemos hecho, nos dedicamos a producir para rescatar al Estado que nos reclamaba más recursos a la par que nos ponía más trabas”.
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