La aparición de la pandemia del Covid-19 y la decisión del Gobierno de decretar la extensa cuarentena provocaron cierre de empresas, aumento del desempleo y caída nominal del promedio de salarios de la economía en su conjunto.
Ya a comienzos de semana Infobae había dado cuenta del cierre en el bimestre abril y mayo de unos 18.500 establecimientos y empleadores declarados al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), y la reducción de la nómina en relación de dependencia en 285.000 trabajadores.
Pero, adicionalmente, la crisis provocada por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio que impide a la mayor parte de los trabajadores que residen en el área metropolitana de Buenos Aires (CABA y GBA) trasladarse a través de los medios masivos de transporte, provocó en mayo la disminución del ingreso medio de los empleados en relación de dependencia en unos $3.100 en comparación con el nivel de abril, a $51.560 en valores brutos y $42.800 de bolsillo.
La consulta de Infobae a expertos laboralistas determinó que esa baja nominal y absoluta en mayo “es el reflejo de la brutal caída de la actividad económica productiva y comercial que provocó la extensión de la cuarentena decretada desde el 20 de marzo”, como lo reflejaron con nitidez los indicadores del Indec de la industria manufacturera y de la construcción, porque muchos empleadores dispusieron suspensiones del personal con el pago del 75% del salario habitual, mientras que la mayoría, por la propia recesión y aislamiento social, bajó al mínimo la intensidad laboral y prescindieron del pago de horas extras.
Muchos empleadores dispusieron suspensiones del personal con el pago del 75% del salario habitual, mientras que la mayoría, por la propia recesión y aislamiento social, bajó al mínimo la intensidad laboral y prescindieron del pago de horas extras
Mientras que en otros casos se hicieron acuerdos “ad hoc” de reducción del pago de haberes, no oficializados por la propia coyuntura y la decisión del Gobierno de prohibir los despidos “sin causa” durante la vigencia del ASPO, como forma de sostener el empleo y la relación ocupacional, pese a que los ingresos por ventas se contrajeron al mínimo soportable.
Se trató del menor salario promedio de bolsillo desde octubre de 2019, y significó, en comparación con una tasa de inflación acumulada en los 7 meses hasta mayo 2020, una disminución del poder de compra de 22%, en línea con la magnitud de la caída de los índices agregados de actividad económica.
Cabe notar que el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), mediante el cual el Estado ayuda a las empresas a pagar parte de los salarios de sus empleados registrados, hasta un máximo equivalente a dos salarios mínimo vital y móvil ($33.750), ya que desde octubre de 2019 se mantiene en $16.875, no altera la liquidación normal del ingreso del asalariado, sino únicamente el valor neto que abona el empleador y el que efectiviza el Estado a través de la acreditación en cuenta bancaria de trabajador declarado para recibir el beneficio.
Empresas y sectores que más ajustaron
De los datos del SIPA que procesa mensualmente la AFIP, Infobae pudo detectar que en el segundo mes pleno en cuarentena todos los empleadores con 3 o más personas en relación de dependencia declararon salarios promedio por trabajador menores a los de abril.
Las excepciones fueron las dos primeras franjas con 1 y 2 puestos laborales que representan poco más de la mitad del total de 520.507 que cumplieron con el pago de las obligaciones previsionales, corresponde principalmente a administradores de consorcios que liquidan los haberes de los encargados de edificios.
Las excepciones fueron las dos primeras franjas con 1 y 2 puestos laborales que representan poco más de la mitad del total de 520.507 que cumplieron con el pago de las obligaciones previsionales, corresponde principalmente a administradores de consorcios que liquidan los haberes de los encargados
En el resto de los empleadores por cantidad de puestos informados, el recorte de salarios fue creciente, tanto en pesos como en la variación porcentuales, por tamaño de empresa según cantidad de trabajadores, con un máximo de $10.548 y 13% en la franja de las 150 que ocupan entre 2.501 a 5.000 personas en relación de dependencia, y explican en conjunto el 5,4% del empleo formal en esa condición.
Le siguieron las ubicadas en el tramo de 100 a 2.500 puestos, con reducción de las remuneraciones entre 7% y 9,5%, comprendió a un tercio del total de los asalariados.
Mientras que por rama de actividad, tanto en valores absolutos como relativos, el mayor recorte de los ingresos que provocó el ASPO se registró en la industria extractiva de minerales, gas y petróleo con $46.226 y 25%; suministro de electricidad, gas y agua $29.088 y 20%; información y comunicaciones $15.323 y 15%; y el sistema bancario y seguros $11.432 y 10 por ciento.
En términos relativos también fue notable la pérdida de ingreso de bolsillo en mayo en comparación con abril en el conjunto de los empleados asalariados declarados por la rama de la gastronomía y hotelera 17%; servicios artísticos, culturales y deportivos 16%; construcción 11%; inmobiliarias 10%; entre otros.
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