Deuda: los bonistas más duros dicen que un acuerdo inmediato es posible si el gobierno mejora su oferta

Fuentes de los fondos que rechazaron la oferta argentina dijeron a Reuters que esperan algo más de "valor" y algunos cambios que impidan que la Argentina use resquicios legales

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Una sede de BlackRock en
Una sede de BlackRock en Nueva York (Reuters/Lucas Jackson)

Los grupos de acreedores que rechazaron inicialmente la oferta para restructurar deuda argentina por cerca de USD 66.000 millones están dispuestos a reducir sus pretensiones si el gobierno mejora su oferta, dice un artículo publicado en The New York Times.

El Ad-Hoc Bondholders Group y el Exchange Bondholders Group, que rechazaron la oferta argentina, tienen en sus filas a fondos poderosos como BlackRock, Fidelity (en el primer grupo) y Monarch (en el segundo) y entre ellos, dice un cable de la agencia Reuters que cita tres diferentes fuentes, son tenedores de deuda argentina por unos USD 21.000 millones, poco menos del 32% del monto sujeto a restructuración. Si bien rechazaron inicialmente la propuesta argentina, dijeron que era “un paso en la dirección correcta” y ahora dijeron estar “listos para acordar”.

La fuente citada por Reuters precisó que la diferencia que había entre el gobierno y esos grupos se redujo de 7 a 6 puntos de “Valor Presente Neto”.

“Es necesario que haya mayor valor (en la oferta argentina). La Argentina tiene que subir la oferta y los acreedores bajar (sus demandas). Los acreedores están listos, pero la Argentina tiene que mover”, dijo otra fuente.

Fidelity, otro de los fondos
Fidelity, otro de los fondos del grupo "Ad Hoc" REUTERS/Brian Snyder/File Photo

Pero además del “Valor Presente Neto” (es decir, la valuación financiera) de la oferta, los acreedores quieren que la Argentina cambie algunas de las condiciones legales de su oferta. Están preocupados, dice el artículo, de que la Argentina use el mecanismo bautizado Pac-Man, que consiste en forzar a los acreedores al canje en rondas sucesivas, como pasaba en el video-game que hizo furor en la década del ochenta.

Las Cláusulas de Acción Colectiva (CACs) se diseñaron y empezaron a usar para permitir restructuraciones más ordenadas de deuda mediante la exigencia de que una mayoría de acreedores (no el 100%) acepte cambios de condiciones que propone el deudor, pero la estrategia Pac-Man de la Argentina consiste en usar resquicios legales de las CACs de un modo que nunca se usaron. “Esos resquicios tienen que cerrarse” le dijo a Reuters una fuente de los acreedores.

Además, según la nota publicada por The New York Times, el gobierno argentino no ha mantenido contactos en las útimas semanas. “Los acreedores están en una actitud constructiva para terminar este asunto apenas la Argentina se involucre para resolver lo que falta”, dijo otra fuente.

Una tercera fuente, “familiarizada” con el grupo Ad Hoc que encabeza BlackRock, el grupo más poderoso, dijo que el acuerdo “podría ser mañana; es posible”.

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